Boletín
UNAM-DGCS-562
Ciudad Universitaria
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final del boletín
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Informó Miguel Ángel Alatorre Mendieta, del
Instituto de Ciencias del Mar y Limnología
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En un futuro podrían reemplazarse plantas
hidroeléctricas del litoral mexicano por convertidores de energía térmica
oceánica, dijo
En nuestro país es
aprovechable la energía térmica del mar tanto, que podría aportar una cantidad
significativa o incluso reemplazar algunas plantas hidroeléctricas del litoral
mexicano, afirmó el doctor Miguel Ángel Alatorre Mendieta, del Instituto de
Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM.
Además, ante los efectos
que los hidrocarburos provocan en el ambiente y el futuro agotamiento del
petróleo, es necesaria la utilización, desde ahora, de fuentes alternativas o
naturales, como la proveniente de los océanos, añadió.
En vez de plantas que
contaminan el aire, se pueden construir otras como los convertidores de energía
térmica oceánica (OTEC), cuya viabilidad ya ha sido demostrada, expuso.
La idea básica de su
funcionamiento es la siguiente: un líquido se evapora y el vapor generado mueve
una turbina para producir electricidad, el vapor se condensa, y se reinicia el
ciclo calentándose nuevamente, explicó.
El fluido de trabajo
puede ser alguno como el freón (este es un ciclo cerrado donde no sale del
sistema) cuya temperatura de evaporación sea cercana a la de la superficie del
mar, o bien, dijo, el agua marina sometida a baja presión (es un ciclo abierto
donde el fluido se reemplaza constantemente). En el caso del agua salobre se
obtiene como residuo líquido dulce.
Reconoció que los problemas
prácticos de ingeniería para la instalación de una planta OTEC son complejos,
como su construcción en el mar, el manejo de una tubería hacia el fondo de 700
metros, el suministro de energía externa para bombear agua y su conducción a
tierra firme, entre otros.
No obstante, se ha calculado
que la energía de una de esas plantas puede ser del orden de 0.2 megavatios
(MW) por kilómetro cuadrado aprovechado. La energía térmica del mar es superior
a la que se puede extraer del oleaje (alrededor de 20 veces mayor), resaltó.
Para su operación, una planta
de este tipo requiere una diferencia de temperatura entre la superficie del mar
(alrededor de 27°C) y la del agua de 700 metros de profundidad (alrededor de
5°C) de aproximadamente 22°C. Esta condición se presenta solo en mares
tropicales y "México tiene la fortuna de estar ubicado en el trópico y por
tanto de contar con la posibilidad de extraer este tipo de energía",
apuntó.
Algunos países europeos,
asiáticos y Australia ya invierten en investigación para aprovechar la energía
del mar; empero, ese no es el caso de la mayoría de las naciones, incluida la
nuestra, donde se habla de fuentes alternativas sólo como una posibilidad.
"No hay mucho interés, sólo se dice que sería bueno usarlas; por ello, se
quiere trabajar en esta línea de investigación, de forma que cuando sea
imperante su utilización ya se tengan avances", adelantó.
Por muchos años, recordó el
científico universitario, la UNAM y otras instituciones nacionales han
monitoreado el mar patrimonial mexicano y ya se conocen las características de
las diferentes zonas.
En el litoral del Océano
Pacífico es más viable instalar este tipo de plantas porque la plataforma
continental es angosta (para el tendido de la tubería hacia el fondo), a
diferencia del Golfo de México donde es extensa, refirió.
El Golfo de California es un
lugar favorable para ubicar una planta OTEC, ya que con el sistema de ciclo
abierto se pude desalinizar agua de mar, una de las grandes necesidades de la
península de Baja California. "Se tendría energía y agua dulce. Las ideas
están ahí y se realizan diversos experimentos a escala de laboratorio para
determinar cuáles son viables”, aclaró.
Hasta ahora, expresó el
investigador, la experiencia más notable de una planta OTEC fue en Hawai, donde
se puso en funcionamiento una que suministró energía eléctrica a la red pública
entre 1993 y 1998; actualmente Francia profundiza en las investigaciones.
Las repercusiones a escala
mundial podrían ser enormes si las plantas son exitosas y llegan a remplazar al
petróleo. Se tocarían muchos intereses económicos; empero ese combustible se
agotará tarde o temprano y se debe estar preparado para enfrentar ese hecho,
opinó el universitario.
Se puede perfeccionar una
planta con sistemas de retroalimentación, por ejemplo, el agua fría que
actualmente se bombea con energía convencional podría efectuarse con la propia
energía generada. Ese es uno de los aspectos que el investigador y sus
estudiantes de ingeniería mecánica y química metalúrgica desean experimentar.
Asimismo, Alatorre Mendieta
señaló que a pesar de que instancias como la Comisión Federal de Electricidad
han mostrado interés por esa alternativa aún no hay un proyecto concreto.
"El papel de la Universidad es demostrar su viabilidad; posteriormente es
responsabilidad gubernamental la instalación”, concluyó.
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PIES DE FOTO
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En las costas de nuestro país es aprovechable la
energía térmica del mar, afirmó Miguel Ángel Alatorre, del ICMyL de la UNAM.
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