Boletín
UNAM-DGCS-557
Ciudad Universitaria
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final del boletín
CARECE MÉXICO DE
CULTURA CARTOGRÁFICA QUE IMPULSE LA ACTIVIDAD TURÍSTICA NACIONAL
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Afirmó Irma Eurosia Carrascal Galindo, investigadora del Instituto de
Geografía de la UNAM
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La utilización de mapas podría brindar gran ayuda en rubros como
planificación y ordenamiento del espacio geográfico, dijo
·
Es necesario crear talleres de lectura desde
la educación básica y laboratorios en el nivel medio superior, sugirió
México carece de una cultura
cartográfica que impulse la actividad turística nacional, pese a que la
utilización de mapas podría brindar gran ayuda en rubros como planificación y
ordenamiento del espacio geográfico, afirmó Irma Eurosia Carrascal Galindo,
investigadora del Instituto de Geografía de la UNAM.
Con estos instrumentos sería
factible representar la problemática de una determinada situación o hecho
físico o humano, a fin de tomar medidas para su solución; es decir, son
indispensables en la toma de decisiones políticas, sociales, económicas,
culturales o ambientales, entre otras, añadió.
Subrayó que en nuestro país no
se ha desarrollado una cultura suficiente en este sentido. Ello se debe a que
en la escuela no se enseña este lenguaje y, por lo tanto, se desconoce el
manejo de estas guías en general, cuando es un medio de expresión de los hechos
ocurridos en la naturaleza y la sociedad.
Por ello, Carrascal
Galindo consideró que es necesario crear talleres de lectura desde la educación
básica y laboratorios en el nivel medio superior, pues estas representaciones
son fuente de información, cuya graficación universal permite comprender su
contenido y visualizar, de manera fundamental, la distribución, estado y
vínculos de un fenómeno representado en un espacio y, con ello, detectar su comportamiento,
para proponer medidas inmediatas.
La geógrafa universitaria
aseveró que México cuenta con gran riqueza en sus atractivos culturales: zonas
arqueológicas y edificios coloniales; así como inmuebles de carácter moderno y
contemporáneo, religiosos y civiles, debido a sus raíces prehispánicas, sus
antecedentes históricos y a la respuesta brindada desde la perspectiva
arquitectónica a partir del siglo XIX.
Además, agregó, brinda
respuesta óptima a las diferentes prácticas del turismo, en especial al relacionado
con la naturaleza: descenso en ríos, buceo, escalada en roca y rappel, globo
aerostático, paracaidismo, parapente, cañonismo y ciclismo de montaña, así como
los recorridos en áreas silvestres.
Un ejemplo de ello es el Atlas
Nacional de México, abundó, que ubica entre sus mapas los principales lugares
de interés en las dos últimas vertientes, en el contexto nacional e
internacional. Registra 65 playas habilitadas para visitantes; 36 paisajes de
montaña, volcanes y barrancas, y ocho espectaculares de desierto y zonas
áridas.
Asimismo, dijo, identifica 31
grutas, 25 cascadas, lagos y lagunas; 62 zonas arqueológicas; 101 edificios de
arquitectura religiosa colonial y dos de la moderna y contemporánea; 38 de la
civil colonial, y 14 a la moderna y contemporánea; ocho museos de particular
interés por sus colecciones; cuatro jardines botánicos y ocho parques
zoológicos.
Irma Eurosia Carrascal señaló
que esta distribución espacial y su localización según la entidad federativa a
la que corresponden, su altitud y accesibilidad por medio de vías de
comunicación y poblaciones, lo convierten en la guía turística del territorio
nacional, por la cual el usuario puede establecer el itinerario de su interés.
Ello permitirá, en fase
posterior, revisar otro tipo de cartas (topográficas o de carreteras) y a otra
escala, con las distancias y tiempos de recorrido de las áreas seleccionadas en
un contexto familiar, juvenil o de la tercera edad; además, refirió que debe
contemplarse la consulta relacionada con el hospedaje y servicios, como los de
restauración, a manera de información complementaria.
Llamó a reflexionar acerca de
la conservación de la riqueza turística mexicana, a la que pertenecen las áreas
naturales reales y potenciales, como parques nacionales y marinos, reservas de
la biosfera, de protección de flora y fauna silvestre y acuática, y de zonas
sujetas a preservación ecológica, y espacios científicos con fines particulares
y monumentos naturales.
Así, la utilidad científica
del mapa se relaciona con la realización de estudios de ordenamiento
territorial que contemplen, entre otras medidas, el aprovechamiento óptimo de
los recursos, si bien es preciso considerar que su explotación está
condicionada por el escenario político-económico del país, en el contexto de la
globalización y sus efectos locales, concluyó.
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PIES DE FOTO
FOTO 01.
Irma Carrascal,
del Instituto de Geografía de la UNAM, subrayó que en México no se ha
desarrollado una cultura cartográfica suficiente y se desconoce el manejo de
los mapas en general.
FOTO 02
Ante la falta de
cultura cartográfica en México es necesario crear talleres de lectura de mapas
desde la educación básica, apuntó la geógrafa de la UNAM Irma Eurosia
Carrascal.