Boletín
UNAM-DGCS-553
Ciudad Universitaria
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final del boletín
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Planteó Raúl Morín Zaragoza, jefe de la Unidad
de Clínicas Multidisciplinarias de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza
de la UNAM
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En la nación la situación es grave; quizá
sea el segundo país con mayor incidencia y prevalencia. Sin embargo, no se hace
lo necesario al respecto, alertó
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La población con sobrepeso y obesidad podría
llegar a 60 por ciento del total nacional, informó
México requiere formar más recursos humanos para tratar
la obesidad, principalmente médicos, psicólogos, nutriólogos y enfermeros;
incluso deberían comprometerse sociólogos y comunicólogos, entre otros, indicó
Raúl Morín Zaragoza, jefe de la Unidad de Clínicas Multidisciplinarias de la
Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza de la UNAM.
Al tener dicha enfermedad un componente social
importante, es difícil que los profesionales de la salud le digan a una persona
que no ingiera lo que todos los días ve en televisión y cine, o escucha en
radio, explicó el especialista.
Este mal, precisó, está definido de manera internacional
y por consenso, como el aumento de peso a expensas de tejido adiposo, “es
decir, no de músculo o por agua”.
En nuestro país la situación es grave. Quizá, dijo, sea
el segundo con mayor incidencia y prevalencia. Si se toman en cuenta los datos
oficiales, la población con sobrepeso y obesidad podría llegar a 60 por ciento
del total nacional. De manera que de cada dos pacientes que recibe un médico
uno tiene este problema.
La cuestión, advirtió, es que no se hace lo necesario
para combatirlo. No existe una especialidad dedicada a su estudio. Quienes se
abocan a su tratamiento son los endocrinólogos, pero son cerca de mil
profesionales para 60 millones de habitantes.
Además, comentó Morín Zaragoza, son inexistentes las
clínicas para esta enfermedad en el Instituto Mexicano del Seguro Social, el
Instituto de Seguridad y Servicios
Sociales de los Trabajadores del Estado y la Secretaría de Salud.
Nuestro país, destacó, cuenta con una Norma Oficial
Mexicana para el Tratamiento de la Obesidad, la cual tiene apenas cinco años de
haber sido emitida. En ella se especifica que su atención debe ser integral,
mediante dieta, actividad física, apoyo psicológico y, si es necesario,
farmacológica o por cirugía.
En este caso, el nutriólogo debe dedicarse a enseñar a
las personas a comer balanceado y sin exceso de calorías, “lo cual se hacía
mejor en el pasado: en 1960 cuando se pedían palomitas en el cine se consumían
400 calorías, el combo de hoy tiene mil 700”, apuntó.
Las dos condiciones que definen el estilo de vida,
señaló, es la forma de comer y de hacer actividad física. De ahí que las
acciones terapéuticas estén incompletas si no se apoyan en un cambio, asentado
en la psicología. Algunas escuelas de pensamiento dicen que modificar una
conducta toma siete años.
Morín Zaragoza sostuvo que si la opción de la dieta y el
ejercicio no da resultado queda la farmacológica y las cirugías. El asunto es
que “de todas las estadísticas nacionales e internacionales todavía no se
encuentra una sola que vaya en descenso, ni siquiera que sea estable”.
Para combatir este problema,
detalló, debe empezarse por la prevención y educación para la salud. “Aquí hay
que elogiar el estado de Veracruz que acaba de prohibir en todas las primarias
la venta de comida chatarra y refresco; Brasil ya lo hizo a nivel nacional”.
No obstante, resaltó, se llega tarde. Por tanto, además
de hacer campañas en ese sentido debe atenderse a los casi 60 millones de
afectados. Para ello, debe involucrarse a médicos, psicólogos y nutriólogos
para tener preparación de primer contacto.
En la FES Zaragoza, desde hace 16 años se abrió el primer
servicio de Tratamiento Integral de la Obesidad en la clínica Estado de México.
Asimismo, se dio el primer Curso en el Manejo de la Obesidad en la Universidad
Nacional, y se instauró el primer Diplomado de Nutrición Clínica y Obesidad.
Adicionalmente, se han realizado estudios de eficacia y
seguridad de medicamentos contra este mal, derivados feniletilamínicos, los
cuales comprobaron que no causan adicción.
Un logro más, concluyó Morín Zaragoza, es que se
definieron los trastornos nutricionales como línea de investigación en la FES
Zaragoza, y se tienen esperanzas en poder dar resultados.
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PIES DE FOTO
FOTO 01
Debe reforzarse en México la
formación de recursos humanos en el tratamiento de la obesidad, indicó Raúl
Morín Zaragoza, de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la UNAM.
FOTO 02.
El investigador de la UNAM Raúl Morín Zaragoza señaló que en el país no se hace lo necesario para combatir el problema de la obesidad.