Boletín
UNAM-DGCS-542
Ciudad Universitaria
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VIOLENCIA, SEXUALIDAD Y PODER, ENTRETEJEN EL HOSTIGAMIENTO SEXUAL
·
Señaló Patricia Bedolla Miranda, profesora de la Facultad de Psicología
de la UNAM
·
Esta situación se da en esquemas sexo-género polarizados, donde se
enseña a ser diferentes a hombres y mujeres, destacó
El hostigamiento sexual está entretejido entre
la violencia, la sexualidad y el poder, incluso puede ser el preámbulo a la
violación o la muerte, afirmó Patricia Bedolla Miranda, profesora de la
Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.
Este comportamiento está tipificado y se entiende como
acercamientos de naturaleza libidinosa que no son buscados y están dados por
una relación desigual de poder, en donde se puede interpretar que existe la
posibilidad de dar privilegios o imponer sanciones, señaló.
Esta conducta, explicó, tiene
tres aspectos fundamentales: acciones sexuales no recíprocas, coerción sexual y
sentimientos de desagrado. Si la víctima se siente humillada, triste, deprimida
o enojada se habla de acoso sexual, no de piropos ni de seducción o de un
coqueteo legítimo.
Incluso, si el ofendido es un
sujeto aislado, poco comunicativo y con escasas redes de afecto puede llegar a
cuadros depresivos fuertes e intentar o lograr el suicidio, alertó.
Esta situación se da en
esquemas sexo-género polarizados, donde se enseña a ser diferentes a hombres y
mujeres. Generalmente quien acosa es el varón porque está en una situación de
mayor privilegio y por lo mismo se siente con más poder, expuso.
“A los varones se les enseña a
vivir de manera diferente su sexualidad, la cual es más activa, propositiva,
dominadora y eso lo hace ser fácilmente un hostigador”, destacó.
En cambio, apuntó, a la mujer
se le enseña a ser pasiva y poco asertiva ante un problema o conflicto, y por
lo mismo se vuelve blanco factible para este tipo de violencia, la cual es
posible por los sistemas sociales en donde la jerarquía la ostenta el género
masculino.
Muchas veces se minimiza el
hostigamiento sexual, cuando en realidad puede cambiar hasta el proyecto de
vida de las personas, porque hay quienes, al no aceptar estos acercamientos,
pueden perder su trabajo o salirse de la escuela, advirtió.
Asimismo, acotó, con
frecuencia se dice que la mujer provoca esta situación, cuando esto se da
simplemente por el hecho de su sexo y no por usar escotes, faldas cortas o por
salir solas a ciertas horas; se presenta simplemente porque se circula con un
cuerpo femenino.
La especialista en sexualidad
humana indicó que este tipo de violencia es privada, “porque por lo regular no
hay testigos y al principio puede resultar casi inadvertida, pero no lo es
tanto si vemos el impacto que puede tener”.
Si bien es cierto que es
difícil hablar de perfiles de un hostigador, sí se pueden mencionar algunas
tendencias; por ejemplo, si un hombre es dominante, si no acepta un “no”, si
nunca pide permiso y si no le interesa el otro, pues es fácil que pueda caer en
esa conducta, puntualizó.
Algunas mujeres también
presentan esa actitud, aunque no es común porque no dominan tantos espacios
como el hombre. Además, en una cultura como la nuestra es más difícil que un
hombre se sienta agredido, consideró.
En realidad, argumentó, se da
en todos los ámbitos, pero hasta ahora
ha sido más fácil evidenciarlo en espacios como las escuelas y centros de
trabajo, aunque en los hogares también se da.
Se trata de un problema en
donde la sociedad como las instituciones deben involucrarse. “Las mujeres deben
hacer un esfuerzo para entender las dinámicas de ese proceder y desarrollar
estrategias para enfrentarlo, y aunque se sabe que éstas por sí solas no
resolverán el asunto, es un paso para controlarlo y sentirse más seguras”,
reconoció.
Se recomienda a la víctima no
quedarse sola, aislada y callada con el acoso, sino que comparta su experiencia
con personas de confianza: amigas, familiares, compañeras de trabajo o de
escuela, agregó.
También se les pide tratar de
no sentirse culpables, pues muchas sufren de uno o más incidentes de
hostigamiento sexual y, al igual que ellas, no son responsables de la agresión,
dijo.
Ante el hostigamiento, se debe
tratar de no renunciar al trabajo o abandonar la escuela, es mejor informarse
si existe un código o recurso legal sobre este delito, y hacer uso del mismo,
recalcó.
Esta conducta no es una
violencia menor y se da, se debe erradicar porque de otra manera no podrá haber
seres humanos libres y plenos, concluyó.
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PIES DE FOTO
FOTO 01.
El hostigamiento sexual está
entretejido entre la violencia, la sexualidad y el poder, señaló Patricia
Bedolla Miranda, profesora de la Facultad de Psicología de la UNAM.
FOTO 02
El hostigamiento
sexual puede ser el preámbulo a la violación o la muerte, afirmó la
investigadora de la UNAM Patricia Bedolla Miranda.