Boletín
UNAM-DGCS-521
Ciudad Universitaria
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final del boletín
VIVEN LOS NIÑOS
ESTRÉS Y MALTRATO DURANTE LA COMIDA
·
Señaló el profesor Francisco Calzada, de acuerdo
con una investigación emprendida por la Escuela Nacional de Trabajo Social de
la UNAM
·
El 85 por ciento de los menores reportó regaños y
49 por ciento golpes, de acuerdo con la muestra, apuntó
·
La madre es identificada como la principal
causante del ambiente de tensión, reveló
El 85 por ciento de los niños
de seis a siete años de edad que cursa el primer grado de primaria vive con
estrés durante la comida, debido a conductas familiares que desencadenan
maltrato psicológico y físico en el infante, reveló una investigación
emprendida por la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM.
Francisco Calzada Lemus,
profesor de esa entidad, explicó que de acuerdo con dicho estudio, durante la
ingesta –que debería ser un momento de socialización– hay indicios de violencia
intrafamiliar, y la madre es identificada como la principal causante del
ambiente de tensión y regaños, y en quien los menores observan un enojo
permanente como comportamiento específico.
Al dar a conocer los
resultados de la muestra, precisó que los resultados pueden tomarse como
indicativos, ya que llevan a la reflexión sobre este problema y plantean una
alerta a los padres, quienes en sus prácticas pueden asumir actitudes que
desencadenan intimidación.
El académico expuso que se
realizaron preguntas determinadas. En la referida al ambiente que se vive en
casa durante la comida, el 85 por ciento refirió tensión por regaños
frecuentes. En forma directa, el 49 por ciento indicó haber recibido golpes en
este espacio.
Sobre las causas del
correctivo, los infantes expresaron que por no consumir toda la ración, por
platicar con sus hermanos, jugar, abandonar la mesa o no ingerir la sopa,
detalló.
Los niños señalaron en 67 por
ciento que la madre es la principal generadora de estrés durante este momento,
seguido del padre, con 23 por ciento. El aspecto más rechazado fue que sean
obligados a alimentarse cuando no tienen hambre o que su madre les pegue por
hablar, añadió
El 23 por ciento destacó que
no come antes de ingresar a la escuela, mientras que 20 por ciento no lleva
refrigerio, aunque algunos menores refirieron que en su lugar sus progenitores les
dan dinero o fruta, apuntó.
En 55 por ciento, los niños
consideraron incorrecto el regaño durante este momento, tras indicar
mayoritariamente que la madre “siempre está enojada” en esa circunstancia,
expuso.
Asimismo, la muestra revela la
percepción de los menores de que no se les preparan platillos de su agrado,
afirmó.
Calzada Lemus opinó que los
hábitos alimentarios asociados a la violencia tienen un referente más complejo,
debido a que al momento de satisfacer una necesidad básica del ser humano, se
atropella otra sustancial, la de un ambiente propicio para el desarrollo sano
en ese entorno.
En consecuencia, dijo, se debe romper este círculo de brutalidad que se puede repetir por generaciones, por ser hábitos aprendidos
en el núcleo social como una manera de “educar” a los hijos en su crecimiento.
Indicó que las reprimendas
pueden traer consecuencias futuras, como el rechazo a los alimentos, porque se
verá reflejado este ambiente.
En cuanto a la metodología, se
aplicó la técnica de grupos focales, a efecto de registrar las respuestas
inmediatas de los niños ante preguntas clave, detonadoras, previamente
estudiadas, que permitieron que se expresaran libremente, aplicando a priori
técnicas de integración grupal para crear
un ambiente de confianza, concluyó.
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PIES DE FOTO
FOTO 01
El 67 por ciento
de los niños en primero de primaria identificó a la madre como generadora de
estrés durante la comida, reveló Francisco Calzada, de la Escuela Nacional de
Trabajo Social de la UNAM.
FOTO 02.
Los infantes perciben que no se les prepara comida de su agrado, de acuerdo con una investigación emprendida por la ENTS de la UNAM, reveló el profesor Francisco Calzada.