Boletín
UNAM-DGCS-480
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AVALAN COMITÉS EXTERNOS AVANCE DE MACROPROYECTOS DE INVESTIGACIÓN EN FACULTADES DE LA UNAM
Luego de conocer hoy el aval que Comités
Externos dieron a los cinco macroproyectos transdisciplinarios en investigación
y desarrollo en escuelas y facultades de la UNAM, el rector Juan Ramón de la
Fuente destacó que este tipo de proyectos busca responder a una política
científica más racional, acorde a la evolución de las propias disciplinas y de
acuerdo con las formas como el conocimiento evoluciona en el resto del mundo.
Precisó que si en realidad México quiere
despegar en el campo de la investigación y la innovación, para lograr ser más
competitivo y productivo, requiere reflexionar sobre las formas de cómo está
organizada la ciencia.
En este sentido, De la Fuente resaltó que estos
macroproyectos transdisciplinarios son parte de las reformas académicas de
fondo que se viven en la Universidad, y subrayó que de su influencia en el
campo de la investigación y en diferentes rubros dependerá, en buena medida, la
forma en que se adopten las políticas públicas para esa tarea durante los
próximos años.
De la Fuente encabezó la primera evaluación de
los cinco macroproyectos del Programa Transdisciplinario en Investigación y
Desarrollo para Facultades y Escuelas, a 10 meses de su puesta en marcha, y conoció dos nuevos de estos proyectos: Productividad
sostenible en los hatos de cría en pastoreo, y Desarrollo de nuevos modelos
para la prevención y el tratamiento de conductas adictivas, que coordinan los
académicos Everardo González Padilla y María Elena Medina Mora,
respectivamente.
El rector de la UNAM entregó reconocimiento y
la medalla conmemorativa por la Autonomía Universitaria a los integrantes de
las Comisiones Externas de Evaluación, quienes presentaron informes sobre los
cinco macroproyectos originales: Luis Fernando Aguilar Villanueva, de la
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, sede México; Hüseyin Kocak, de
la Universidad de Miami; Fernando Larrea Gallo, del Instituto Nacional de
Ciencias Médicas y Nutrición; Juan Mata Sandoval, de la Secretaría de Energía,
y Ezequiel Escurra, de la Universidad de California.
Ahí, De la Fuente informó que están
garantizados todos los elementos para la continuidad de los megaproyectos que
desarrolla la UNAM, incluido el financiero. En los dos primeros años –entre
2005 y lo que se ejercerá el segundo semestre de este año–, serán 300 millones
de pesos.
En el auditorio de la planta principal de la
Torre de Rectoría, De la Fuente consideró esencial impulsar estos nuevos
esquemas y formas de trabajar, con elementos fundamentales como la
multidisciplina, a fin de salir de la condición aislada en la que se realiza
esta actividad en México.
A ello, destacó, se debe agregar la perspectiva
de mediano y largo plazos, con recursos financieros que aseguren la continuidad
de los proyectos; la incorporación de cada vez más estudiantes, desde la
licenciatura hasta los posdoctorados, y la procuración de la libertad y la
pertinencia.
De la Fuente alertó que un problema que
enfrenta la investigación y la ciencia en México es que no se le ha podido dar
el valor social que merece, pues no basta con que los académicos digan que esta
actividad es importante, se debe persuadir a los diferentes sectores, como los
políticos y quienes elaboran y aprueban los presupuestos. Para ello, propuso
modificar el discurso y buscar estrategias que permitan darle el valor social
agregado al trabajo científico.
Si la sociedad no se convence de su relevancia
y pertinencia, puntualizó, todas las convocatorias se quedarán en discursos y
no lograrán los cambios que se necesitan en la colectividad para hacer de ello
una verdadera prioridad de la nación.
Dentro de esa base, subrayó, se inspiró el
Programa Transdisciplinario en Investigación y Desarrollo para Facultades y
Escuelas, con un elemento adicional: deben contender de manera simultánea con
una importante carga docente.
En su intervención, la secretaria de Desarrollo
Institucional, Rosaura Ruiz Gutiérrez, quien coordina el Programa, señaló que a
un tercio de la realización del proceso, hay un avance significativo y es
posible establecer un diagnóstico para su continua mejoría.
La transdisciplinariedad, sostuvo, se vuelve
fundamental en la nueva forma de conocer y de llevar a la práctica la
construcción de alternativas, pues abre la vía ética y metodológica para una
reorganización y producción innovadora del saber, sustentada en el espíritu de
equidad, libertad y democracia que requiere la sociedad contemporánea.
Suscribir, adoptar y llevar a la práctica las
características fundamentales de la actitud y visión transdisciplinarias:
rigor, apertura y tolerancia, resaltó, constituyen una prioridad en la
perspectiva de una educación superior mexicana para el siglo XXI, que favorezca
e impulse el crecimiento de la comunidad.
La transdisciplina, multirreferencial y
multidimensional, concluyó, enriquece no sólo la cantidad y calidad del
conocimiento, sino también la forma de generarlo y las relaciones entre quienes
lo producen.
Ruiz Gutiérrez anunció que al proyecto que
preside la Facultad de Medicina Nuevas estrategias epidemiológicas genómicas y
proteómicas en salud pública, se integró el Instituto de Fisiología Celular (IFC)
con el subproyecto de Genómica funcional, patología molecular y estrategias
terapéuticas en enfermedades crónico–degenerativas fibrosantes.
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FOTO 1
Rosaura Ruiz,
secretaria de Desarrollo Institucional de la UNAM, durante la primera
evaluación del Programa Transdisciplinario en Investigación y Desarrollo para
Facultades y Escuelas.
FOTO 2
Juan Ramón de la
Fuente encabezó la evaluación de los macroproyectos del Programa
Transdisciplinario en Investigación y Desarrollo para Facultades y Escuelas.
FOTO 3.
El rector de la
UNAM, Juan Ramón de la Fuente, alertó que un problema que enfrenta la
investigación y la ciencia en México es que no se le ha dado el valor social
que merece.