Boletín
UNAM-DGCS-394
Ciudad Universitaria
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PENDIENTE, LA
REFORMA MIGRATORIA DE ESTADOS UNIDOS
·
Coincidieron
Javier Urbano Reyes y Martín Íñiguez Ramos, académicos de la Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM
·
Se
trata de una iniciativa que podía tardar en convertirse en Ley, advirtieron
·
Es
una medida de carácter electoral, porque los republicanos y demócratas buscan
el voto para renovar la mitad del Congreso, apuntó Martín Íñiguez
El hecho de que el
Senado de Estados Unidos haya aprobado la reforma migratoria no significa que
ésta vaya a convertirse en Ley, porque sólo se trata de una iniciativa, la cual
aún será discutida en la Cámara de Representantes para después ser aprobada o
rechazada por el presidente George W. Bush, afirmaron Javier Urbano Reyes y
Martín Íñiguez Ramos, académicos de la Facultad de Ciencias Políticas y
Sociales (FCPyS) de la UNAM.
Debe quedar claro
que México no hizo nada para lograr este acuerdo y, en ese sentido, debe estar
alerta porque esta reforma, que no acuerdo migratorio, está vinculada con una
política pública interna e intereses específicos de la administración, recalcó
Urbano Reyes.
Esta iniciativa, sostuvo, hoy no
representa absolutamente nada, porque hasta que se apruebe, firme y proclame el
presidente norteamericano van a pasar muchos meses. Seguramente esto sucederá a
fin de año.
La letra es sólo eso, porque en realidad
en la reforma hay puntos que resultan inviables, como el asunto de la
parcialidad en la regularización, la cual se reduce a cinco años comprobables.
El asunto es que no se especifica qué se entendería por ello, pues en EU hay un
procedimiento base que garantiza la posibilidad de normalizarse, a partir de
determinados años de estancia en el país, precisó.
Otro tema, acotó, es
el referente a la llamada selectividad para entrar a las fuerzas armadas, y
esto es un chantaje, porque si busca legalizarse debe ingresar al ejército, y
no es buena señal, porque se ha visto a muchos mexicanos que se les da la
nacionalidad post mortem, tal y como sucedió meses posteriores a la
intervención norteamericana en Irak.
Asimismo, este
acuerdo supondría que dos o tres millones de mexicanos deban regresar a garitas
fronterizas para tramitar su reingreso, lo cual es inviable, primero porque
quién los va a obligar a retornar, y segundo, porque puede incrementar la
industria ilegal de la migración (polleros y tráfico de documentos falsos),
refirió el especialista.
“Hoy a la reforma
no le concedería ningún tipo de valor hasta en tanto no se debata en la Cámara
de Representantes, porque ahí hay la posibilidad de que surja otra propuesta y,
entonces, habrá que conciliar puntos de vista”, recalcó.
Añadió que es un
discurso para la población estadounidense. “Es un mensaje en términos de somos
capaces de poner orden en este asunto y no vamos a darles más concesiones a los
ilegales”.
Por su parte,
Íñiguez Ramos consideró que esta reforma implica para México un mayor control
en la frontera Norte, a través de la construcción del muro, de cerca de 600
kilómetros; así como un aumento en la vigilancia mediante la militarización, lo
cual va a ocasionar más desgracias en el cruce fronterizo.
Se debe entender
también que se trata de una medida de carácter electoral por parte de Estados
Unidos, porque los republicanos y demócratas buscan el voto para el próximo mes
de noviembre, donde se va a renovar la mitad del Congreso norteamericano tanto
en la Cámara de Senadores como en la de Representantes, puntualizó.
Si bien, señaló, en
las últimas encuestas estadounidenses, después de las marchas de abril y mayo,
se observa que hay una aceptación cada vez más amplia de la reforma migratoria,
eso no implica la ausencia de movimientos xenofóbicos o racistas.
No obstante,
aseveró, siendo optimistas, podríamos pensar que en el mes de julio, cuando se
reúnan las cámaras a discutir la iniciativa, podría darse una mini reforma, la
cual no va a solucionar el problema, pero sí significará una respuesta a una
parte de la población mexicana radicada en ese país. “Pero todo ello va a
depender de cómo se den las preferencias de la población”.
El coordinador del
Seminario de Migración Internacional del Sistema de Universidad Abierta de la
FCPyS, mencionó: Si bien el gobierno ha tomado el asunto migratorio como una
preocupación del sexenio, en el Plan Nacional de Desarrollo no aparece el tema
de los migrantes.
Si fuera realmente
una cuestión prioritaria hubiera apoyado a los connacionales que se
manifestaron en las marchas del primero de mayo, 10 de abril y 25 de marzo,
enfatizó.
De hecho, concluyó,
ha habido un desprecio histórico del gobierno mexicano hacia los migrantes. “Se
habla mucho de ellos pero no hay acciones concretas y las pocas que existen no
han tenido un impacto fundamental”.
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FOTO 1
Javier Urbano y
Martín Íñiguez, especialistas de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
de la UNAM, coincidieron en que la actual reforma migratoria no significa que
vaya a convertirse en Ley.
FOTO 2.
Los profesores de
la FCPyS de la UNAM Javier Urbano y Martín Íñiguez explicaron que la iniciativa
de reforma migratoria será discutida en la Cámara de Representantes de EU y
luego pasará al Presidente.