Boletín
UNAM-DGCS-382
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final del boletín
DIFÍCIL, UNA CRISIS ECONÓMICA TRAS LAS ELECCIONES DEL 2 DE JULIO
Aunque México
atraviesa por una etapa de gran turbulencia, propiciada sobre todo por las
campañas electorales, ello no lo conducirá a una crisis financiera y cambiaria
de grandes magnitudes, como la registrada entre 1994 y 1995, subrayó Eduardo
Loría Díaz, profesor de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM.
Al participar en el
II Foro de Economía de la Empresa “El universo de alimentos y bebidas”,
organizado por dicha entidad, agregó que a pesar de la situación en que se
encuentra el país “no es posible que el escenario macroeconómico se altere”
fundamentalmente tras los comicios electorales del 2 de julio.
Ello se debe, sobre
todo, a que instituciones como la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y el
Banco de México generan estabilidad y certidumbre en el actual contexto
político, dijo.
El director del Centro de
Modelística y Pronósticos Económicos (Cempe) de la FE, reconoció que otra razón
para que no haya crisis es que hay un seguimiento importante de organismos
internacionales, instituciones financieras y de países que evitarían que una
situación electoral complicada pudiera extenderse; en especial al ser México
miembro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Eduardo Loría
comentó que no hay muchas ideas nuevas entre los candidatos a la presidencia.
“Habrá elecciones competidas y complicadas, la gente ya aprendió que hay que
diferenciar el voto”.
Asimismo, señaló,
el país vive una situación de vacío de poder que hace que los grupos que antes
estaban organizados en la sociedad civil, hoy estén desmembrados. Ello provoca
que el ambiente para los negocios, tanto el económico como el social, no sea el
más adecuado.
Por otro lado,
advirtió, se vislumbra un Congreso dividido, no habrá un poder mayoritario ni
en el Senado ni en el la Cámara de Diputados, lo cual obstaculizará reformas
estructurales como las que se han tratado de impulsar.
En ese sentido,
añadió el universitario, se debe pensar en que ninguno de los que arribe a la
presidencia va a ser quien ordene y arregle. Se tiene que eliminar la idea de
que una sola persona resolverá los problemas, el país tiene otras
complicaciones que rebasan la voluntad de un solo hombre.
Por ello, es
importante que la colectividad se encamine por un ritmo y una organización
diferente. Hay que pensar en cambios que no van a provenir del voto mayoritario
de una de las cámaras, sino que tendrá que surgir de la base fundamental de la
sociedad civil, apuntó.
Loría Díaz
consideró que las modificaciones estructurales que son fundamentales para
nuestro país son: el imperio de la ley (no se necesita otra Constitución, la
actual es suficiente, sólo hay que respetarla), tener una clase política de
altura, y una visión de largo plazo. Además, hay que realizar esfuerzos
empresariales; es decir, impulsar reformas microeconómicas.
Por último, indicó
que los principales riesgos que están presentes para los próximos meses son:
los precios internacionales de los hidrocarburos, los desequilibrios fiscales y
externos de Estados Unidos, que no se sabe por cuanto tiempo más podrá
mantenerlos; así como el incremento en los conflictos electorales.
A su vez, Antonio
Ibarra Romero, secretario general de la FE, aseveró que el mundo empresarial
mexicano está en un contexto de competencia no conocido, de incertidumbre, en
el que la posibilidad de insertar a nuestro país en términos benéficos en la
nueva configuración de los mercados regionales, es un reto que no sólo incumbe
a los empresarios o a las políticas públicas, sino también a la formación de
recursos humanos.
Por ello, resaltó,
es fundamental que los estudiantes no sólo tengan las herramientas analíticas y
los instrumentos técnicos para desempeñarse, ya sea como agentes de sociedades
o como empresarios.
Reconoció que hay
una extraordinaria capacidad de los alumnos para establecer arreglos, acuerdos,
asesorías, compartir los desafíos y anhelos de los pequeños productores.
Además, agregó
Ibarra Romero, se desea que la competitividad de los estudiantes, no sólo sea
en términos estrictamente académicos, sino en ser capaces de leer, interpretar
y, en su momento, diseñar políticas de competencia para empresas a partir de
sus experiencias en otros ámbitos.
Por ello, subrayó
que la movilidad de los alumnos universitarios desde la licenciatura hasta el
posgrado, es uno de los elementos fundamentales que permitirá abrir e
incrementar su horizonte de posibilidades.
En su oportunidad,
al hablar del mercado del tabaco, Francisco Espinosa de los Reyes, director de
Asuntos Corporativos de la empresa Philip Morris, reconoció que en los últimos
20 años el consumo de cigarros en el país ha disminuido 50 por ciento.
Mientras en 1985 el
consumo per cápita por adulto era de mil 300 unidades, en la actualidad es de
695, informó.
Aclaró que de 1999
a la fecha la regulación al tabaco en México se ha vuelto punta de lanza en el
ámbito mundial, y ha pasado desde la libre difusión del producto en 1998, a una
prohibición de publicidad en televisión y radio, con una restricción en
espectaculares y en medios impresos.
Asimismo, se han
dado una serie de limitaciones en cuanto a la divulgación exterior cerca de
instituciones educativas o sitios y hospitales donde hay menores de edad, al
instalar anuncios a no menos de 200 metros de ellas, concluyó.
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FOTO 1
Antonio Ibarra
Romero, secretario general de la FE de la UNAM, dijo que se desea que los
estudiantes sean capaces de diseñar políticas de competencia para empresas.
FOTO 2
Francisco
Espinosa de los Reyes, director de Asuntos Corporativos de la empresa Philip
Morris, habló en la UNAM sobre el mercado del tabaco.
FOTO 3.
Eduardo Loría
Díaz, profesor de la Facultad de Economía de la UNAM, señaló que no es posible
que el escenario macroeconómico se altere tras los comicios electorales del 2
de julio.