Boletín
UNAM-DGCS-359
Ciudad
Universitaria
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final del boletín
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Informó Leonardo Alcántara, del Instituto de
Ingeniería, quien agregó que se suman a otras 65 que el propio Instituto opera
en el país
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Están distribuidas a lo largo de 15 entidades
de la República Mexicana, aseveró
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Consideró que esta red es un gran aporte de la
Universidad Nacional para el avance del conocimiento sísmico en nuestro país y
en el mundo
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Van de la mano con los trabajos que realiza el
Servicio Sismológico Nacional
El Instituto de Ingeniería
(II) de la UNAM instaló a lo largo de la zona costera del Océano Pacífico,
desde Nayarit hasta Chiapas y en algunas entidades del interior del país, una
red de 35 nuevas estaciones acelerográficas para el registro de temblores
intensos, que producen daños a la infraestructura, informó Leonardo Alcántara
Nolasco, coordinador de Sismología e Instrumentación Sísmica de esa entidad.
Mencionó que se suman a otras
65 que el propio Instituto opera en el país desde hace varios años. Estas se
distribuyen a lo largo de 15 entidades de la República Mexicana, en las que más
se observa el efecto de los movimientos telúricos, sobre todo los de gran
magnitud, y que ocasionan graves daños a la población y a su infraestructura.
Con ello, abundó, el Instituto
opera –a partir de esta semana– la red de registro sísmico más importante y de
mejor cobertura en México. Además, estas estaciones van de la mano con los
trabajos que realiza el Servicio Sismológico Nacional, porque la información
que de ellas se obtiene es utilizada por el propio sistema.
Esta red, agregó, es un gran aporte de la Universidad
Nacional, por conducto del II, para el avance del conocimiento sísmico en
nuestro territorio y en el mundo. De hecho, es uno de los esfuerzos más
importantes que se han realizado en la materia después de las acciones que se
tomaron tras los terremotos de 1985 y que afectaron severamente a la Ciudad de México.
Preciso que las nuevas
estaciones son un complemento a la infraestructura ya existente en el II, lo
cual durante prácticamente cuatro décadas le ha permitido a la Universidad
realizar un amplio monitoreo de la actividad sísmica.
Alcántara Nolasco explicó que
esta infraestructura permitirá contar con información en forma inmediata, que
coadyuve en las labores de los sistemas de protección civil del país, y además
permitirá avanzar en el conocimiento del fenómeno sísmico, cuyo impacto deberá
reflejarse en todos aquellos códigos de construcción que será necesario crear,
adaptar o modificar.
La implantación de esta serie
de nuevas estaciones así como de las ya existentes, es un fiel reflejo del
esfuerzo que muchos investigadores del Instituto realizan para estudiar esta
actividad, mismo que les ha valido un amplio reconocimiento tanto en el ámbito
nacional como mundial, por los trabajos que se llevan a cabo en esta entidad
universitaria, expresó.
Reconoció que el instrumental
instalado lo recibió la UNAM, mediante un comodato que el gobierno federal le
otorgó y que forma parte de los esfuerzos realizados para integrar la Red
Sísmica Mexicana, proyecto en el que participan los centros Nacional de
Prevención de Desastres, y de Instrumentación y Registro Sísmico; así como los
institutos de Geofísica e Ingeniería de esta casa de estudios.
No obstante, a pesar de este
apoyo, “hay que reconocer que esta red todavía no es suficiente, se debe
mejorar y complementar la cobertura con la instrumentación de estructuras tales
como edificios, presas, puentes, entre otros”, apuntó.
Se debe aceptar que México es
un país de temblores. Por ello, es indispensable que los nuevos códigos
permitan construir con mayor seguridad y que tengan un soporte adecuado ante la
presencia de estos eventos, señaló.
Mencionó que estas estaciones
son similares a las que posee el Servicio Sismológico Nacional, pero a
diferencia de éstas, cuyo interés radica en conocer la génesis de los
temblores, su magnitud y localización epicentral, las nuevas intentan responder
a preguntas como: por qué se dañan las estructuras, o por qué se producen
deterioros en los suelos en donde están asentadas.
Este tipo de red sísmica, que
se le llama acelerográfica porque registra la aceleración del terreno,
establece un parámetro con el cual los ingenieros sísmicos están relacionados,
para determinar el nivel del daño que puede ocasionar un movimiento telúrico a
las edificaciones, explicó.
Leonardo Alcántara subrayó que
las estaciones son autónomas, cuentan con un suministro de energía mediante
celdas solares, y cuando el equipo o acelerógrafo detecta un temblor inicia un
proceso de registro, y una vez que termina lo guarda y almacena en su memoria.
La siguiente etapa de la red
es implementar un sistema de adquisición y monitoreo de datos de manera remota;
es decir, utilizar los avances tecnológicos como Internet, comunicaciones
satelitales o telefonía celular y radio para transmitir la información a un
puesto central de registro.
Aclaró que las estaciones
pueden detectar cualquier movimiento, sin embargo están adaptadas para
discriminar si es un evento diferente a un temblor. Son capaces de reconocer
desde sismos pequeños hasta otros de mayor escala.
Con una red como ésta, y al
implementar un sistema mediante el cual se envía la información de manera
automática al Centro de Registro en el II, en cuestión de minutos se podrá
tener un escenario de las intensidades que se generaron durante el temblor, añadió.
Esta actividad ya se hace para
el Valle de México y la intención, agregó el universitario, es que esto se realice
en todo el territorio, lo cual permitirá que las autoridades de protección
civil puedan contar con herramientas y mayor información, y así canalizar la
ayuda hacia donde se requiere.
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FOTO 1
Leonardo
Alcántara Nolasco, del Instituto de Ingeniería de la UNAM, señaló que esta
entidad opera la red de registro sísmico más importante y de mejor cobertura en
México.
FOTO 2.
El Instituto de
Ingeniería de la UNAM instaló 35 nuevas estaciones acelerográficas para el
registro de temblores intensos, que se suman a otras 65 que la propia entidad
opera en el país.
FOTO 3
Las 35 nuevas
estaciones acelerográficas del II de la UNAM van de la mano con los trabajos
que realiza el Servicio Sismológico Nacional, afirmó el investigador Leonardo
Alcántara Nolasco.