Boletín
UNAM-DGCS-342
Ciudad Universitaria
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DEBE ALENTARSE EL
MANEJO ADECUADO DE LOS RESIDUOS PELIGROSOS
El manejo adecuado de los
residuos peligrosos debe alentarse desde las instituciones y tener mayor peso
en los presupuestos, para que tales desechos no vayan a tiraderos municipales,
mantos freáticos, agua y de ahí a los alimentos, señaló en la UNAM el
especialista Fernando Bautista Galindo.
El director general del Grupo
Pro Ecológico Mexicano sostuvo, en el Instituto de Biología, que todos los
seres generan estos desperdicios en algún momento y en todas las áreas, como
comestibles, farmacias o talleres mecánicos, al pintar paredes o usar cloro o
desengrasantes.
Al intervenir
en el Seminario “Legislación. Manejo en materia de residuos peligrosos”, abundó
que en todos los hogares se producen remanentes que van a dar a la basura y
luego a los rellenos sanitarios, donde se mezclan con la composta y de ahí,
mediante lixiviados, a los veneros subterráneos. En ello radica la importancia
de identificarlos.
Según la Ley
General de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, recordó, un residuo
es cualquier material generado en los procesos de extracción, transformación,
obtención, consumo o utilización, control o tratamiento, cuya calidad no
permita usarlo nuevamente en el procedimiento que le dio origen.
Dentro de ellos existen
los municipales, procedentes de las casas, que devienen en peligrosos, tales
como pilas de todos tipos, medicamentos caducos, envases con esmalte de uñas,
algodones con acetona, jeringas, pinturas, brochas, además de gasas y material
de curación. También hay una clasificación que incluye a los industriales no
peligrosos, detalló.
En la nueva Ley de Manejo
de Residuos Municipales, de 2004, se quiso establecer el reciclaje, ya que, por
ejemplo, el relleno sanitario del Bordo de Xochiaca se había planeado para una
duración de 20 años; sin embargo, adujo, a la velocidad a la que se saturó no
durará más de cinco. Por ello, se pretendió la recuperación de material y que
el reuso fuera una alternativa a este grave problema.
Los residuos peligrosos,
explicó el experto, pueden ser gases, líquidos o sólidos que, por sus
características, son sustancias corrosivas, reactivas, explosivas, tóxicas,
inflamables o biológicas-infecciosas y representan una amenaza para el
equilibrio ecológico.
Dentro de la Ley General
de Equilibrio Ecológico hay especificaciones referidas a tales residuos, un
reglamento y una serie de normas oficiales mexicanas donde se definen, por
ejemplo, sus características, agregó.
Hay otras más, como los
requisitos de los sitios de confinamiento controlado, de los cuales en México
solo existe uno, en Mina, Nuevo León, cerca de Monterrey, donde va a parar gran
parte del material con el cual ya no se puede hacer nada, como las pilas. No
obstante, aclaró, esa opción sólo abarca de 20 a 30 años.
Un manejo idóneo requiere
de procesos de identificación, envasado, almacenamiento temporal, recolección,
transporte externo, tratamiento y disposición final, afirmó.
Son actividades especiales. Su confinamiento debe ser
hermético, identificado y etiquetado. Si son residuos biológicos se necesita un
contenedor rígido con una bolsa roja, que contenga gasas y materiales de
curación junto con agujas y jeringas usadas. En bolsas amarillas van líquidos,
tejidos u órganos, apuntó.
El acopio temporal, la recolección y transporte externo
no deben hacerse sino con el equipo y personal especializado, pertenecientes a
empresas con unidades autorizadas, con choferes capacitados y otras medidas,
dijo.
Fernando Bautista expuso que se pueden efectuar
diferentes etapas sobre los residuos de acuerdo con su clasificación. La
pirólisis o incineración es ideal en desechos como trapo, estopa y aserrín, sucios
por turbosina, solventes o pinturas, ya que se usan como combustibles alternos
en la industria cementera, generan cenizas inertes y se evita así la quema de
combustible fósil.
Otros son la solidificación de lodos húmedos; encapsulado
de metales pesados; oxidación de cianuros y arsénicos; hidrólisis de
plaguicidas; neutralización de ácidos y bases, y biorremediación para el caso
de los hidrocarburos, añadió.
Luego del tratamiento respectivo se requiere de una
disposición final. Aquí, lo ideal es el reciclaje, el método térmico y el
confinamiento controlado. No obstante, su manejo como residuos municipales, a
la larga, puede ser más costoso. Se requiere por lo tanto, de una conciencia
ecológica por parte de todos, concluyó.
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FOTO 1
El especialista Fernando Bautista Galindo señaló en la
UNAM que todos los seres generan desperdicios en algún momento y en todas las
áreas, como comestibles, farmacia o talleres mecánicos.
FOTO 2.
En el Seminario “Legislación. Manejo
en materia de residuos peligrosos”, en la UNAM, el especialista Fernando
Bautista dijo que en México sólo hay un sitio de confinamiento controlado, en
Mina, Nuevo León.