Boletín
UNAM-DGCS-330
Ciudad Universitaria
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final del boletín
AÚN NO RECONOCE LA POBLACIÓN QUE LA NO DISCRIMINACIÓN ES UN DERECHO
Gran parte de la población no acaba
de comprender que la no discriminación es un derecho, afirmó en la UNAM Emilio
Álvarez Icaza, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito
Federal, al participar en el Foro Mujeres con Discapacidad, efectuado en la
Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS).
Indicó que las garantías de
las personas generan obligaciones para los Estados. "Eso no hay que
confundirlo, porque se vende la frase de derechos y obligaciones, como si fuera
un intercambio".
En estos términos, apuntó, los
compromisos son para los gobiernos, pero esto no quiere decir que quien
conforma una sociedad no tenga, desde la lógica de la corresponsabilidad,
deberes con su comunidad, ni ciertas exigencias en función de cómo se ejercen
esas salvaguardas.
Subrayó que si bien México
tuvo una de las primeras constituciones sociales del siglo XX, a partir de ello
se ha "dormido en sus laureles", porque se cuenta con una de las
últimas cartas fundamentales de derechos humanos del XXI. No se ha tenido la
capacidad de reformar el pacto colectivo con esta perspectiva.
Se tienen señales de
agotamiento de ese arreglo y una de las maneras más contundentes de reforzarlo
es incorporarle estas demandas, pero no sólo en el nombre, sino en las
funciones y actuaciones del Estado, en la seguridad pública, educación y
relaciones exteriores, destacó.
Eso permitiría agregar en
todas las normas elementos que pongan en el centro la dignidad de la persona,
puntualizó en el Auditorio Dos de la ENTS. No es que no se tenga una igualdad
de derechos, el problema es que las condiciones estructurales de pobreza,
miseria, falta de equidad, machismo, condición social o sexual, no facilitan
que se ejerzan de la misma manera.
Sucede que se han generado
escenarios donde si una niña nace en los altos de Chiapas, por el sólo hecho de
ser indígena tiene cuatro veces menos posibilidades de sobrevivir, que otra de
la delegación Miguel Hidalgo de esta capital, refirió.
El problema no radica en la
paridad de las salvaguardas, sino en su ejercicio. Por ello, es importante
considerar que no se pueden aplicar de la misma manera, recalcó.
Justamente, mencionó, lo que
intenta poner en vigencia el derecho a la no segregación son las circunstancias
estructurales que hacen que las personas, por alguna característica en especial,
no ejerzan esta posibilidad.
Ese es el tema principal, pero
por elemental que parezca apenas se descubre, cuando "el fenómeno de la
discriminación vulnerabiliza al débil", aseveró. Como no se ha fundado un
término de relación y reconocimiento al otro, la sociedad misma lo lesiona,
hace invisible, niega o rechaza las garantías de ciertos individuos.
Se reconoce y reclama la
igualdad y diferencia, es decir, todos somos seres humanos únicos e
irrepetibles, pero a la hora de aplicar los componentes de género, políticos,
religiosos, ahí es donde se han construido patrones de uniformidad que niegan
la diversidad, concluyó.
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FOTO 1
El ombudsman capitalino Emilio Álvarez Icaza participó
en el Foro Mujeres con Discapacidad, en la Escuela Nacional de Trabajo Social
de la UNAM.
FOTO 2.
No es que no se tenga igualdad de derechos, sino que
las condiciones
estructurales no facilitan que se ejerzan de la misma manera, aseguró en la UNAM Emilio Álvarez Icaza, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal.