Boletín
UNAM-DGCS-227
Ciudad
Universitaria
![]() |
![]() |
![]() |
Pies de fotos al final del boletín
CORRESPONDE AL
DERECHO CREAR MARCO LEGAL SOBRE TRANSPLANTES
DE ÓRGANOS
·
Aseguró Ingrid Brena, del Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM
·
También hizo hincapié en la importancia del
desarrollo de la cultura que impulse esa práctica médica
·
Participó, junto con Carmen Gracida y Elodia
Robles, en las conferencias en torno a Transplantes, ética y bioderecho realizadas
en la Facultad de Derecho
Al
Derecho le corresponde crear un marco legal que permita que las normas bajo las
cuales se realizan los transplantes de órganos y tejidos, tengan como objetivo
proteger a quienes requieren de ellos para mejorar su estado de salud, siempre
con respeto a los valores de la sociedad, afirmó Ingrid Brena, especialista del
Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.
Si
bien no le compete detener la evolución científica ni paralizar el proceso
médico, sobre todo cuando representa la posibilidad de salvar la vida o de
recuperar la salud de muchas personas, sí le atañe la adecuada técnica
legislativa, agregó durante las conferencias en torno a Transplantes, ética y
bioderecho.
Al
hablar sobre la Regulación jurídica en torno al transplante de órganos y
tejidos en México, señaló que las nuevas situaciones creadas por el
desenvolvimiento de las prodigiosas técnicas médicas, suscitan la atención de
juristas y los obligan a repensar ciertos conceptos considerados como
inmutables y que ahora son frecuentemente cuestionados, entre ellos: la vida y
la muerte.
Hizo
también hincapié en la importancia del desarrollo de la cultura de los
transplantes. “Es necesario que nos abramos a estas nuevas posibilidades”,
aseveró. Hace 50 años, ni se pensaba en esta alternativa que en sus inicios fue
rechazada, pues se pensaba que se atentaba contra los muertos, indicó en el
Auditorio Eduardo García Maynez de la Facultad de Derecho.
El
cuerpo humano, refirió, siempre ha sido merecedor de cuidado y respeto. Pero
también se debe tener en cuenta la posibilidad de salvar la vida y restablecer
la salud de quienes lo necesitan.
A su
vez, Carmen Gracida Juárez, titular de la Unidad de Transplantes Renales del
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), informó que el reemplazo de
órganos es un milagro, probablemente el más importante en la historia de la
medicina, el cual se repite cada vez con más frecuencia, pero
desafortunadamente no con la requerida.
“Muchos
pacientes, más de 50 por ciento, fallecen esperando un transplante”, que no se
hace por falta de órganos, advirtió. Sólo en el IMSS, se estima que se
necesitan: para riñón, dos mil 500; córnea, tres mil; células hematopoyéticas,
para trasplante de médula ósea, 450 mil; de hígado, 500 mil, y de corazón 200
mil.
La
demanda constante y creciente de partes es mundial. En Estados Unidos cada año
hay más de 70 mil casos nuevos de enfermedad o insuficiencia renal. La lista de
espera reportó casi 90 mil pacientes, a finales de 2004. En Europa, hay más de
16 mil personas con este mal.
Al
referirse a La práctica médica de transplantes de órganos, dijo que en nuestro
país se calcula que aproximadamente 20 mil pacientes están sujetos a terapia
sustitutiva de la función renal, es decir, con diálisis o hemodiálisis, y sólo
se hacen cerca de mil 500 por año.
Sobre
los donantes, dijo que en México nada más 10 por ciento de transplantes se
hacen de cadáver, contra 90 por ciento de seres vivos; España tiene casi el
cien por ciento en el primer caso; en Noruega la cifra es de 50-50.
Carmen
Gracida Juárez, añadió que la era de esas cirugías inició en 1963, al poco
tiempo de haber arrancado a nivel mundial, incluso antes que en España y
Canadá. Los órganos que se reemplazan son riñones, páncreas, corazón, pulmones,
hígado, intestino. En 95 por ciento de los casos se tiene éxito.
Por
su parte, Elodia Robles Sotomayor, directora del Seminario de Filosofía del
Derecho, resaltó que un problema relacionado con los transplantes inicia desde
la definición de cuándo se puede hablar claramente de una muerte irreversible
cerebral o parcial. “Sólo médicos y científicos van a resolver esto en el
momento en que ocurre, pero no existe un equipo multidisciplinario preparado
para establecer y confirmar que realmente existe esa situación”.
Lo
anterior, consideró, ha dado origen a que en ciertos sitios se declare la
muerte para poder obtener órganos, lo cual no puede verificarlo totalmente el
pariente. Eso preocupa, porque ha crecido su tráfico, sobre todo en menores de
edad.
Ante
la escasez de partes y la necesidad de tener mayores cantidades para poder dar
salud a quienes lo solicitan, apuntó, ha surgido la idea de establecer, como
una posibilidad de regulación y con ello evitar el ilícito, el derecho a la
propiedad sobre la persona, lo cual significaría cambiar el paradigma de lo que
esto representa.
Eso,
concluyó, es importante y preocupante. Lo primero, porque así se terminaría con
esta práctica informal y se eleva a rango legal que pueda disponer del cuerpo.
Lo segundo, porque sería a través de insistir que por medio de un pago puedan
obtenerse tejidos y órganos.
-o0o-
FOTO 1
Ingrid Brena y
Carmen Gracida hablaron sobre Regulación jurídica en torno al transplante de
órganos y tejidos en México, y La práctica médica de transplantes de órganos,
respectivamente, en la UNAM.
FOTO 2.
Óscar Vázquez del Mercado, Elodia
Robles, Ingrid Brena y Carmen Gracida, previo a las conferencias sobre
Transplantes, ética y bioderecho realizadas en la Facultad de Derecho de la
UNAM.
FOTO 3
Asistentes a las conferencias en
torno a Transplantes, ética y bioderecho, efectuadas en la Facultad de Derecho
de la UNAM.