Boletín
UNAM-DGCS-223
Ciudad Universitaria
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Pies de fotos al final del boletín
RECONOCEN TRAYECTORIA MUSICAL DE ACADÉMICA DE LA UNAM
·
Lucía Álvarez, profesora de la Escuela
Nacional de Música y del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos,
recibió su sexto Ariel
·
No podría vivir sin la academia. Me gusta
mucho estar en contacto con los estudiantes, dijo
· Como compositora ha participado en filmes como Divinas palabras, La reina de la noche, El callejón de los milagros y El imperio de la fortuna
Lucía
Álvarez, profesora de la Escuela Nacional de Música (ENM) y del Centro
Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) de la UNAM, recibió su sexto
Ariel en la última entrega de esta estatuilla por hacer la música de la
película Mezcal, dirigida por Ignacio Ortiz.
El día que gané esta última distinción,
agradecí a esta casa de estudios mi educación, porque soy universitaria,
destacó. “Empecé a estudiar en la ENM cuando tenía 12 años y es en la
Universidad donde me desempeño como académica. Toda mi formación musical ha estado
ahí; sólo tomé algunos cursos cortos fuera de México, en Italia y Nueva York”.
Con
éste, suman ya seis Arieles en su carrera profesional. “Empecé en el teatro
universitario jovencita, con 16 años, con el maestro Héctor Azar. Participé en Higiene
de los placeres y de los dolores, pero la pieza melódica no era mía; después,
hice Juegos de escarnio, más adelante El retablillo de don Cristóbal”, relató.
La
también ganadora de dos Diosas de Plata se hizo cargo de la banda sonora de 35
puestas en escena, pero “me desviaron al cine. Mientras hacía teatro llegó una
persona interesada en que se hiciera música para una película. Había trabajado
con José Antonio Alcaraz, y me pidieron componer para el filme Los días del
amor, que fue mi primer largometraje”, detalló.
Soy
pianista, comentó, pero para teatro y cine, no sólo escribo para teclados,
porque es un elemento más; hago toda la instrumentación y la orquestación.
Aseguró
que las ventajas de hacer obras para el séptimo arte es que por este medio se
da uno a conocer, pues el tema viaja junto con la cinta. Esta “es una forma
contemporánea de realizarse como músico”. Las desventajas dependen del
director, porque puede limitar la creatividad del compositor; aunque si hay una
buena comunicación entre ambos, se supera.
El
cine trabaja con una velocidad diferente a la de la música, pues ésta es
bastante más lenta para desarrollarse. Por ello, “uno debe aprender a captar
momentos fugaces, a ser condensado en la labor; de hecho, me han tocado
instantes de cuatro segundos”, explicó.
Cuando
piensan en mí para componer la melodía de una película me gusta integrarme al
equipo de trabajo desde que se escribe el guión, desde el casting, reparto e
irme poco a poco ambientando con el fotógrafo, actores, vestuarista y diseñador
de arte, refirió.
De
este modo, se sensibiliza a la presencia de los demás y eso es valioso porque,
por ejemplo, el director a veces sin quererlo dice algunas palabras que son
clave para inspirar la música, destacó.
Consideró
que hacer la pieza original es gratificante; pero “no me gusta la palabra
musicalizar, porque se puede entender como el hecho de tomar discos e
integrarlos a la película y mi trabajo es creativo”.
En
este sentido, los Arieles empiezan a llegar cuando se tiene un compromiso,
cuando uno se lo toma en serio, cuando considera que tiene que dar lo más que
se puede, aseveró.
El
primero, precisó, fue por Los días del amor, película que dirigió Alberto
Isaac. “Lo obtuve joven, tenía 21 años, y hasta la fecha, al contar el más reciente
por la película Mezcal, llevo seis, eso quiere decir que la trayectoria va por
buen camino”.
“No
obstante, cada vez es más difícil. Cuando gané el primer Ariel me aplaudieron
pocas personas, porque nadie me conocía; pero ahora mis compañeros cineastas,
músicos o profesores ya aprecian mi trabajo y eso sí me pone nerviosa, pues
cuando gano el premio oigo una ovación diferente”, subrayó.
Con Divinas
palabras, acotó, “gané la Diosa de Plata, después me retiré como cinco años del
cine porque fui mamá y quise atender a mi hija; después, regresé con El imperio
de la fortuna, de Arturo Ripstein, con quien trabajé 10 años y en ese periodo
hice películas como La reina de la noche”, que mereció un Ariel.
Posteriormente,
con Jorge Fons participó en El callejón de los milagros, que obtuvo dos
Arieles, uno en mejor música compuesta y otro por el tema musical, además de
una Diosa de Plata.
Hace
cuatro años con Nacho Ortiz intervine en Cuento de hadas para dormir cocodrilos
y la más reciente es Mezcal, una película musical, pensada así por el director,
ambas merecieron el premio de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias
Cinematográficas. Este último es un filme donde los protagonistas cantan, tocan
el piano, hay tema de fondo y entonces hubo que componer algo original,
detalló.
En
esta cinta no se distingue una canción tema. En una escena, los borrachos
corean una especie de corrido pero debía ser creíble, “porque sucede que es
común ver en el cine una taberna de quinta, donde supuestamente hay un
guitarrista de cuarta y suena como la sinfónica nacional, y eso no es posible”,
enfatizó.
El
trabajo de Mezcal ha recibido comentarios satisfactorios para mí, porque
consideran adecuada la música y además señalan que es una labor difícil,
indicó; empero, le gusta utilizar los sonidos incidentales, “me gusta que
emanen dentro de la música y se integren con mis composiciones”.
En
la ENM es profesora desde hace 22 años, ahí da Composición y Piano; en el CUEC,
labora desde hace 11 al impartir Música para cine. “En este Centro le enseño a
los muchachos a pedir sus obras, porque en mi trayectoria me he topado con
directores que conocen y otros que no saben nada”, sostuvo.
No
podría vivir sin la academia. Me gusta mucho estar en contacto con los
estudiantes, sobre todo porque ellos lo mantienen a uno joven y actualizada.
Hablan de discos y músicos nuevos, hay quienes les gusta el rock o el jazz, y
no hay tiempo en la vida para conocer tanto, concluyó.
-oOo-
FOTO 1
Lucía Álvarez,
docente de la ENM y del CUEC de la UNAM, recibió su sexto Ariel en la última
entrega de esta estatuilla por hacer la música de la película Mezcal.
FOTO 2
El primer Ariel
de Lucía Álvarez, profesora de la UNAM, fue por Los días del amor. “Hasta la
fecha, al contar el más reciente por la película Mezcal, llevo seis, eso quiere
decir que la trayectoria va por buen camino”.
FOTO 3.
No podría vivir sin la academia, reconoció la profesora de la UNAM Lucía Álvarez. Me gusta mucho estar en contacto con los estudiantes, sobre todo porque ellos lo mantienen a uno joven y actualizada.