Boletín
UNAM-DGCS-122
Ciudad
Universitaria
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OBTIENEN INVESTIGADORES
DE LA UNAM PREMIOS NACIONALES DE INGENIERÍA
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Miguel Pedro Romo y Sonia Elda Ruiz Gómez, adscritos al
Instituto de Ingeniería, se hicieron acreedores a los reconocimientos que
otorga el Colegio de Ingenieros Civiles de México
·
El primero lo obtuvo en la categoría de Investigación Nabor
Carrillo, para reconocer la trayectoria académica
·
Su contraparte recibió el José A. Cuevas, por el mejor
artículo de Ingeniería Civil publicado durante el periodo 2003-2004
Miguel Pedro Romo y Sonia Elda
Ruiz Gómez, ambos investigadores del Instituto de Ingeniería de la UNAM, se
hicieron acreedores a los Premios Nacionales de Ingeniería que otorga el Colegio de Ingenieros Civiles de México.
El primero lo obtuvo en la
categoría de Investigación Nabor Carrillo para reconocer la trayectoria
académica, y su contraparte recibió el José A. Cuevas, por el mejor artículo de
Ingeniería Civil publicado durante el periodo 2003-2004, respectivamente.
El Colegio de Ingenieros
Civiles de México es la asociación más importante de nuestro país en este
campo. Lo constituyen los presidentes de 25 asociaciones técnicas (entre las
que se encuentran las sociedades mexicanas de Ingeniería Estructural, Sísmica,
Hidráulica y Mecánica de Suelos, entre otras).
Miguel Pedro Romo señaló que
el Premio Nabor Carrillo es otorgado en forma bianual a especialistas que han
acumulado logros importantes a lo largo de su vida, por lo que significa una
motivación para esforzarse a conseguir logros más transcendentales.
Explicó que en los últimos
años ha trabajado en tres áreas, relacionadas con Ingeniería de Presas,
Geosísmica y la aplicación de métodos cognoscitivos en el análisis y solución
de problemas de Ingeniería Civil, que presentan un alto grado de complejidad.
Precisó que los resultados de
las investigaciones en estos campos han tenido repercusión reciente en, por
ejemplo, el diseño de obras como las presas Hidroeléctricas El Cajón y La
Parota, y en aspectos relacionados con el comportamiento sísmico de las
cimentaciones de los apoyos de las vialidades.
Destacó que el Instituto de
Ingeniería desde su fundación, hace cincuenta años, ha participado en forma
directa o tangencial en los proyectos más importantes realizados en México.
Por ejemplo, añadió, sus
aportaciones al conocimiento en Ingeniería de Presas hizo factible la
construcción de los grandes proyectos hidroeléctricos, que proporcionan el
mayor porcentaje de la energía requerida por la industria y el sector productivo.
Como grupo o de manera
individual, abundó, los investigadores de esta entidad han hecho contribuciones
de gran valía a la industria petrolera, principalmente en la delineación de
plataformas marinas para la explotación de yacimientos localizados fuera de la
costa; también han sido actores importantes en el desarrollo de las vías de
comunicación y mitigación de desastres naturales.
Además, resaltó, debido a la
estrecha relación que tiene con estudiantes de posgrado y licenciatura, forma recursos humanos de alta calidad.
Por su parte, Sonia Elda Ruiz
Gómez obtuvo el Premio José A. Cuevas por el mejor artículo de Ingeniería
Civil. El texto da recomendaciones sobre el desempeño de disipadores de energía
sísmica en edificios, métodos para análisis estructural y pruebas de
laboratorio con dichos instrumentos.
El documento puede servir para
redactar normas de diseño para estructuras con control pasivo de respuesta ante
un evento telúrico. Además, se listan estudios que es deseable realizar, detalló.
Expuso que los disipadores son dispositivos que se añaden
a una edificación para aumentar su amortiguamiento. Esto hace que, ante la
ocurrencia de un temblor, responda con menores aceleraciones, velocidades y
desplazamientos, y por lo tanto los daños estructurales y no estructurales que
provoque se reduzcan.
Se pueden introducir a
distintas construcciones, inclusive se ha pensado en implementarlas en
plataformas marinas. Esto significa que además de las convencionales puede
aplicarse a otro tipo, siempre y cuando haya un movimiento que disminuir,
refirió.
En el futuro serán de uso
común, adelantó; por ejemplo, en Japón, Estados Unidos y Nueva Zelanda se
utiliza la disipación de energía. En México ya hay algunos edificios con estos
mecanismos, pero aún son pocos comparados con el total de la Ciudad de México o
en las urbes principales de la república.
Para ello habrá que
proporcionar a los ingenieros diseñadores herramientas simples, y elementos con
patentes nacionales “para que no se importe tecnología del extranjero; en ese
camino se trabaja”, sugirió, para que cuando ocurra un gran temblor como el de
1985, sucedan menos daños.
Al referirse al reconocimiento, Ruiz Gómez dijo que es un
estímulo. “Me compromete a seguir actualizándome para servir a nuestra
sociedad. Me alegra contribuir con uno de tantos premios que obtiene la
Universidad. Es un reconocimiento no solo para mí, sino también para mi grupo
de estudiantes y para el Instituto de Ingeniería”, concluyó.
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FOTO 1
Sonia Elda Ruiz
Gómez, investigadora del Instituto de Ingeniería de la UNAM, se hizo acreedora
a uno de los Premios Nacionales de Ingeniería que otorga el Colegio de Ingenieros Civiles de México.
FOTO 2.
La investigadora de la UNAM, Sonia Elda Ruiz Gómez, obtuvo el Premio José A. Cuevas, por el mejor artículo de Ingeniería Civil publicado durante el periodo 2003-2004.