Boletín
UNAM-DGCS-120
Ciudad Universitaria
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DEFIENDE A EXPORTADORES NACIONALES EL CAPÍTULO XIX DEL TLCAN, CONSIDERAN EXPERTOS DE LA UNAM
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De ser revisado, México no debe permitir la modificación
de este apartado
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Ha permitido a los exportadores nacionales librarse de
prácticas de dumping y desleales, reconoció
Óscar Cruz Barney, especialista del IIJ
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Jorge Witker, del mismo Instituto, señaló que el TLCAN ha
tenido diez reformas o modificaciones, lamentablemente casi ninguna de ellas ha
favorecido a nuestro país
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El caso más grave que se ha dado en materia comercial en
el marco del Tratado ha sido el del azúcar de caña: Rodolfo Cruz, consultor en
comercio internacional
Para librar a los
exportadores nacionales de la posibilidad de ser víctimas de prácticas de
dumping o desleales, México no debe permitir la modificación del capítulo XIX
del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), reconoció Óscar
Cruz Barney, integrante del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la
UNAM.
Explicó que cuando se
plantea la necesidad de revisar el TLCAN parecería que México es el único
interesado en hacerlo, pero cuando se abra esa posibilidad uno de los primeros
objetivos por parte del gobierno estadounidense será retirar del acuerdo el
capítulo XIX o modificarlo.
Al participar en el
Seminario “El Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Evaluación
jurídica”, organizado por el IIJ, subrayó que la complejidad e importancia de
dicho capítulo es evidente. Es uno de los primeros temas criticados por Estados
Unidos, y que ha buscado cambiar, porque con él se le “liman las uñas al
tigre”.
Cruz Barney sostuvo que
ese apartado le ha permitido a las transacciones mexicanas librarse de
procedimientos incorrectos o revisar métodos mediante los cuales se ha violado
la legislación interna de los mercados de exportación.
Dijo que hasta el momento,
en los acuerdos y tratados comerciales que México ha celebrado con otros
países, no se han vuelto a negociar capítulos similares, se intentó hacerlo con
la Unión Europea pero no se logró.
En el Salón de Seminarios “Guillermo
Floris Margadant” del IIJ, el jurista universitario señaló que este es uno de
los capítulos más importantes y trascendentes del Tratado; de hecho, su
complejidad y trascendencia provocó que fuera el último en ser visto, había una
resistencia del vecino país del norte a incluir diversos mecanismos ya
contemplados en el documento previo entre EU y Canadá.
Sin embargo, para
productores y exportadores era fundamental contar con él, ya que se refiere a
la revisión de medidas anti dumping y
contra prácticas desleales, aplicadas a las ventas entre los tres países.
Al hablar del
autotransporte de carga en el TLCAN, Jorge Witker, investigador del mismo
Instituto y coordinador del Seminario, reconoció que este tema ha acompañando
al Tratado en los 12 años que tiene vigente, con mucha complejidad e
incertidumbre.
El principal problema es
que hay un error que podría subsanar la Comisión de Libre Comercio, que ya ha
modificado varias veces el acuerdo. Ese error es violatorio de la Constitución,
nuestra ley de Comunicaciones y de diversos órdenes normativos.
Por ello, argumento,
“mientras Estados Unidos no admita que autotransportistas mexicanos entren a su
territorio, México no puede permitir la inversión en servicios, porque no es
equitativo y es lo mínimo que puede hacer el país para defender un sector”.
Jorge Witker calificó de
mito creer que el TLCAN no ha sido modificado, ha tenido diez reformas o
adecuaciones, lamentablemente casi ninguna de ellas nos ha beneficiado o
favorecido.
Destacó que una de las
reformas que se le hicieron fue el cambio de las reglas de origen del petróleo,
con las cuales México perdió toda ventaja competitiva o comparativa de contar
con los hidrocarburos, porque de todos sus derivados se privilegia la
refinación y no el lugar del que se extrae el recurso.
“Esa es una modificación
fundamental que incluso debería analizarse a la luz de la Constitución, porque
en el Tratado el petróleo mexicano quedó como si fuera de cualquier lado”,
señaló.
En su oportunidad, Rodolfo
Cruz Miramontes, consultor en comercio internacional, al hablar de la solución
de controversias del capítulo XX y el incumplimiento de las obligaciones
pactadas en el TLCAN en el caso del azúcar de caña, admitió que es el asunto
más grave que se ha dado en materia comercial en el marco del Tratado.
Indicó que la negociación
de México en el TLCAN fue correcta, acertada y logró que Estados Unidos
aceptara que después de satisfacer el mercado doméstico, nuestro país enviase
libre de arancel a EU todo el dulce superavitario. Sin embargo, cuando se llegó
el momento, en que los productores registraron ese superávit, el vecino país
del norte se negó a recibirla.
Informó que de acuerdo con
la industria azucarera, nuestro país consume alrededor de cinco millones 200
mil toneladas del endulzante al año, y se estima que en la próxima temporada de
la zafra habrá un excedente de 900 mil toneladas, que lamentablemente no se
podrán enviar a Norteamérica.
Del capítulo XX del TLCAN,
explicó que se refiere a tres puntos: la Comisión de Comercio Internacional
para el funcionamiento del Tratado; la solución de controversias y los
procedimientos para la interpretación del mismo.
La última vez que México
solicitó la instalación de un panel de controversia fue el 17 de agosto de
2000. A la fecha, Estados Unidos no ha contestado y “no podemos hacer nada
dentro del sistema. Estamos con los brazos cruzados viendo cómo sufre toda la
industria azucarera por esta situación”, finalizó.
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FOTO 01.
Óscar Cruz
Barney, Rodolfo Cruz Miramontes, Ruperto Patiño y Jorge Witker durante el
Seminario “El Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Evaluación
jurídica”, en el IIJ de la UNAM.
FOTO 02
Asistentes al Seminario “El Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Evaluación jurídica”, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM.