Boletín
UNAM-DGCS-114
Ciudad Universitaria
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DEBE VERSE LA CONVERGENCIA TECNOLÓGICA COMO UN PROCESO PARA VIVIR EN DEMOCRACIA
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Delia Crovi, catedrática de la FCPyS de la UNAM,
dijo que todos debemos ser actores de las políticas públicas: academia,
ciudadanos, Estado y emisores
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Indispensable, un proyecto que reduzca las formas
de desigualdad que emergen con el desarrollo tecnológico: Alma Rosa Alva, de la
misma entidad
Si México construye
una sociedad de la información como paradigma de nuestros tiempos, “no podemos
verla desde la fragmentación y la producción económica, sino desde la defensa
del individuo, donde el ciudadano pueda hacer uso de la convergencia
tecnológica para expresarse, relacionarse y vivir en una democracia”, aseguró
Delia Crovi Druetta, catedrática de la Facultad de Ciencias Políticas y
Sociales (FCPyS) de la UNAM.
Al participar en la
mesa redonda La radiodifusión mexicana en la hora de la convergencia digital,
organizada por el Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y
Humanidades (CEIICH) y la Asociación Mexicana de Investigadores de la
Comunicación (AMIC), consideró que elaborar una ley sólo es parte de un proceso
más complejo que significa la creación de una política pública. “Todos debemos
ser actores de ellas: academia, ciudadanos, Estado y emisores”.
Por ello, aseguró
la especialista en medios de comunicación, “es necesario pelear por una
decisión más plural que la que hemos conseguido hasta ahora en la propuesta de
minuta de Ley de Radio y Televisión”, enviada por la Cámara de Diputados al
Senado de la República.
En ese sentido, la
también académica de la FCPyS, Alma Rosa Alva de la Selva, coincidió en que el
asunto de la convergencia tecnológica no es un tema meramente tecnológico ni
jurídico, ni de agenda económica, sino de sociedad, de democracia. “Es un
proceso que abre campos amplios para la participación de una serie de actores,
y no sólo para unos cuantos”.
En México, abundó,
“no necesitamos proyectos para la sociedad de la información con una visión
instrumental o que entiendan la construcción de la misma sólo como un asunto de
reforma estructural y de ámbito económico, porque con ello prevalecerá el
enfoque de mercado para el desarrollo de la radiodifusión y las
telecomunicaciones que ya hemos tenido a la vista históricamente y que está en
discusión en la minuta”.
Se requiere un plan
que logre reducir las nuevas formas de desigualdad que están emergiendo a
partir del desarrollo tecnológico y que impulse una mayor inclusión social,
propuso.
Por ello, añadió,
es indispensable que el proyecto de la sociedad de la información para México
parta de entender a los contenidos como un bien público, y que asuma como
directriz la búsqueda de condiciones de mayor equidad en el acceso de las
tecnologías para la población.
A su vez, el
senador Felipe Vicencio se pronunció porque la legislación en materia de
radiodifusión y telecomunicaciones aliente la convergencia; es decir, la
posibilidad de aprovechar el mismo vehículo de comunicación para diversos tipos
de servicios.
Técnicamente esto
está cada vez más cerca. Sin embargo, se debe evitar la concentración y la
inequidad de la competencia, y la minuta contiene disposiciones que favorecen
las prácticas monopólicas, establecen un régimen discriminatorio y que incluso
son violatorias de la Constitución, sugirió.
Reconoció que la
minuta promovida por la industria de la televisión y aprobada por los diputados
ni siquiera favorece a los demandantes. Los legisladores deben tomar en cuenta
el interés empresarial de ser próspero, pero también el del Estado y la
sociedad en su conjunto.
“La visibilidad, la
transparencia y el tratarse de un debate que se exhiba sin reservas ante la
opinión pública, es la mejor ventaja para quienes buscamos avanzar en la
democratización de los medios de comunicación. Mantenerlo en la reserva, como
tema de iniciados o en la sombra del cubículo académico es abonar a los
intereses de unos cuantos”, advirtió.
Por último, Gabriel
Sosa Plata, integrante de la AMIC, sostuvo que la convergencia tiene diversas
implicaciones en el ámbito mundial: económicas, legales y culturales. En otros
países como la Unión Europea y Canadá este proceso también se ha visto como un
asunto relacionado con la protección de los valores culturales.
Concluyó que “la
minuta nos fue vendida como una ley moderna y vanguardista, que pretende irse
hasta la convergencia en el órgano regulador y en el aspecto tecnológico”. En
ella se define el futuro de la televisión en México.
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FOTO 01.
Alma Rosa Alva,
Felipe Vicencio, Delia Crovi, Alberto Carrera y Gabriel Sosa, en la mesa
redonda La radiodifusión mexicana en la hora de la convergencia digital,
organizada por el CEIICH de la UNAM y la AMIC.
FOTO 02
Elaborar una ley
de radiodifusión y telecomunicaciones es parte de un proceso más complejo, que
significa la creación de una política pública, reconoció Delia Crovi,
catedrática de la FCPyS de la UNAM.
FOTO 03
Alma Rosa Alva,
de la FCPyS de la UNAM, señaló que es indispensable que el proyecto de la
sociedad de la información para México parta de entender a los contenidos como
un bien público.