Boletín
UNAM-DGCS-110
Ciudad Universitaria
Pie de fotos al
final del boletín
·
Consideró Javier de la Fuente Hernández, director
de la Facultad de Odontología de la UNAM
·
Mientras en las grandes urbes hay un dentista por
cada cien o 500 habitantes, en las zonas rurales hay uno por cada 10 mil o 20
mil, reveló
· La odontología practicada en México está íntimamente ligada con la realidad socioeconómica: Jorge Mario Palma Calero, secretario auxiliar de la Dirección de la FO
· En esa entidad se realiza un esfuerzo extraordinario para fortalecer grupos de investigación, opinó Higinio Arzate, de la División de Estudios de Posgrado e Investigación
En México hay inequidad en el acceso a
los servicios odontológicos, mientras en las grandes urbes hay un dentista por
cada cien o 500 habitantes, en las zonas rurales hay uno por cada 10 mil o 20
mil, consideró Javier de la Fuente Hernández, director de la Facultad de
Odontología (FO) de la UNAM.
Ello pese a considerar que hay suficientes
dentistas en nuestro país, pues se calculan en uno por cada dos mil habitantes,
reveló. Mientras en otros campos del conocimiento no se cuenta con suficientes
especialistas, en esta disciplina –que busca incidir en los problemas de salud
y enfermedad bucal de los individuos– no es el caso.
La solución para reducir esta brecha
entre grupos sociales es la prevención, sugirió, “porque una vez que los
padecimientos se instalan es costoso para la persona o el Estado
solucionarlos”.
El asunto, añadió por su parte Jorge
Mario Palma Calero, secretario auxiliar de la Dirección de la FO, es que la
odontología practicada en México está íntimamente ligada con la realidad
socioeconómica, al ser las personas de los estratos más altos quienes acceden
más a ella. A pesar de que las tendencias educativas le dan gran importancia al
aspecto preventivo, es difícil para los pacientes modificar sus hábitos.
La propuesta de De la Fuente Hernández
para lograr que haya un mayor y mejor cuidado bucal es trabajar en dos ámbitos.
Uno es de las universidades, para acercar a los alumnos mediante prácticas de
campo, a la realidad de los grupos más desprotegidos. Otro es del Estado, el
cual debiera dictar políticas de salud acordes, como la determinación de
concentraciones de flúor en el agua y pastas de dientes, así como cuestiones
relativas a alimentos bajos en azúcares.
El director de la FO subrayó también que
tampoco la odontología que se ofrece en nuestro país es la misma. En ciertas
regiones, “no es de gran tecnología, sino únicamente para sobrevivir”, es
decir, sólo permite continuar con la ingesta, pero no devuelve la función,
estética, autoestima y muchos otros factores que tienen que ver con la boca.
Por tanto, resaltó, hay una
doble barrera: en la distribución de los dentistas y en el tipo de tratamiento
o rehabilitación que realizan. La concentración de odontólogos se da en el
Distrito Federal, Guadalajara y Monterrey; y el menor número está en regiones
pobres de Oaxaca, Guerrero y Chiapas. Además, no todos los procedimientos
realizados están a la vanguardia.
Aproximadamente, indicó, hay en México
alrededor de 69 escuelas donde se imparte esta carrera; “prácticamente todos
los estados tienen una”. Lo que distingue a la FO de las demás es que tiene la
estructura de investigación y posgrado más sólida del país. Genera 80 por
ciento de la investigación nacional en la materia. En maestría y doctorado
recibe estudiantes de prácticamente todas las entidades federativas y de muchos
países de Latinoamérica; alrededor de 18 por ciento de su matrícula es de
alumnos del extranjero.
En licenciatura, aclaró, aproximadamente
10 por ciento de su matrícula está constituida por jóvenes de entidades
diferentes al Distrito Federal, y de universidades estatales como las de
Sinaloa, Oaxaca, Chiapas y Guerrero. Bajo el programa de movilidad estudiantil,
recibirá ahora alumnos de Ecuador, Chile y Colombia, aparte de los de
Venezuela, Panamá, Nicaragua, República Dominicana y Perú, que tiene
formalmente en los programas.
Dentro del panorama anterior, refirió,
sobresale el reto de implementar en la clínica los adelantos generados en
investigación. Ello será posible sólo si se modifica la currícula y se les
incorpora a mayor velocidad. En este sentido, el desafío para escuelas y
facultades es volver a sus egresados mucho más autosuficientes e interesados en
entender y conocer nuevas técnicas.
De ahí la importancia de que en la FO se realice un
esfuerzo extraordinario para fortalecer grupos de investigación, opinó Higinio
Arzate, jefe del Laboratorio de Biología Celular de la División de Estudios de
Posgrado e Investigación de la FO. Esta tarea es primordial, porque su
paulatina consolidación influirá en el currículum de la carrera de cirujano
dentista, y servirá como fundamento para enfrentar con éxito los cambios
biotecnológicos y bioinformáticos que inciden en la profesión.
El futuro de la odontología, expresó De
la Fuente Hernández, es complejo y de grandes oportunidades, “pero sólo se
puede imaginar para los próximos 10 años”. Las transformaciones son tan
rápidas, “que no me atrevería a hablar de lo que será en dos o tres décadas”.
En los años 80 no era ni remotamente lo que es ahora y es en este momento
cuando hay más adecuaciones.
Además, señaló el director, será
necesario que en el futuro los dentistas no sólo trabajen con sus pares, sino
con expertos de otras disciplinas, por ejemplo, ingenieros en cómputo, para
mejorar sus técnicas de diagnóstico. Se buscará que los adelantos y nuevos
campos tengan impacto en el servicio.
Para Higinio Arzate, las perspectivas de
la odontología están asociadas al proyecto del genoma humano y a la cantidad
increíble de conocimiento e información generada, los cuales los cirujanos
dentistas deben incorporar, porque en el futuro el diagnóstico y tratamiento
deberán estar basados en ellos.
La que hoy se practica en México, comentó
Palma Calero, tiene mucho que ver con restauración y rehabilitación, las cuales
se realizan con apoyo de diversos materiales. De hecho, la mayoría de la hecha
en nuestro país hasta hace 15 ó 20, estaba ligada a metales, estructuras
reactivas. Sin embargo, la nueva tendencia está vinculada a la
biocompatibilidad.
La utilización de cerámicos en el mediano
plazo dominará ambos aspectos, dijo. “A escala nacional ha sido hasta hace
relativamente poco tiempo que se ponen implantes biocompatibles, en cuanto a
que tienen como base un metal poco reactivo en el medio bucal, el titanio, y se
ha logrado recubrirlos hidroxiapatita”, parte inorgánica del hueso.
Respecto a intervenciones, sostuvo que es
un campo avanzado en México. De hecho, son cirujanos dentistas quienes se
encargan de los tratamientos quirúrgicos de todo el entorno bucal, al incluir
cuestiones estéticas. Problemas congénitos que antes eran corregidos por
cirujanos plásticos, “como fisuras labiales, e incluso que involucran al
paladar, ahora son un campo” de responsabilidad odontológica.
La FO en particular tiene una gran
capacidad para preparar expertos en ese sentido, destacó. Inclusive profesores
de esta entidad constantemente van a Estados Unidos a dar cursos de cirugía,
así como en países del Medio Oriente. No sólo acuden a prestar sus servicios,
sino también a impartir docencia, lo cual habla del adelanto que en ese campo
tiene nuestro país.
Higinio Arzate acotó que hoy en día la
Facultad –cuya matrícula contempla 75 por ciento de mujeres– ha empezado a implementar, en conjunto con
el Hospital 20 de Noviembre del ISSSTE, estrategias para desarrollar tejidos
que en un futuro pudieran ser utilizados como alternativa terapéutica de la
enfermedad periodontal.
Asimismo, recalcó, desde el punto de
vista de la investigación básica, en la División de Estudios de Posgrado e
Investigación de la FO se encuentran establecidas líneas enfocadas al estudio
de fenómenos básicos de la biología periodontal, como polimorfismos y de que
manera contribuyen a su severidad; así como la producción de proteínas
recombinantes que pudieran abrir nuevas vías terapéuticas para el tratamiento y
regeneración de estructuras perdidas.
La enfermedad periodontal, que
aproximadamente sufre en algún grado 90 por ciento de la población mundial, de
acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, es un trastorno
inflamatorio multifactorial que afecta las estructuras de soporte del diente,
lo que se traduce en pérdida del hueso, movilidad de los órganos dentarios y
posteriormente su eventual pérdida, explicó.
Pero, agregó De la Fuente Hernández, al
aumentar la complejidad de los tratamientos se elevan sus costos: el que va
directo a los pacientes; el del dentista, en equipar su consultorio con nueva
tecnología; el que tendrán que hacer las universidades al dotar a sus
laboratorios de espacios de investigación a la vanguardia, y el del país, en
términos de afectaciones (por inasistencia laboral y atención). Así, habrá grandes adelantos, pero no serán
accesibles a la mayoría de la población.
En el futuro en odontología, apuntó,
“deberá trabajarse más en una movilidad de alumnos y académicos, que permita
tener una cultura mucho más flexible que, a la vez, genere los espacios
suficientes para comparar nuevos adelantos”. Por tanto, las universidades
deberán repartirse los recursos con otras instituciones educativas nacionales o
extranjeras, pues “compartirán poblaciones”, y se deberán generar redes de
investigación.
Además, en el ámbito nacional habrá un
gran flujo de población, pues prácticamente no hay fronteras ni regionales ni
entre países, lo cual implica no sólo transmisión de las culturas, sino también
de dolencias. Habrá patologías emergentes o nuevas. Adicionalmente, se
presentará –de hecho ya se ve– un envejecimiento de la población. Se piensa que
en 25 años más casi uno de cada cuatro mexicanos será mayor de 65 años; lo cual
conlleva enfermedades crónicas.
En resumen, México, en el ámbito tecnológico,
cuenta con lo más avanzado en práctica odontológica que existe en este momento.
El gran problema es que el acceso a toda la gama de tratamientos que existen
para resolver situaciones bucodentales por parte de la población, es parcial.
El asunto es que, al igual que
se cuida el cuerpo para mantenerlo sano, es imprescindible vigilar la salud de
nuestra boca. Los dientes tienen un papel relevante, por lo que es necesario
mantenerlos en buen estado; son tan necesarios para masticar los alimentos y
útiles para hablar con normalidad, además de que forman parte del aspecto de la
cara. Esto da una idea de la importancia de mantener buenos hábitos y evitar la
pérdida de piezas, concluyó.
-oOo-
PIES DE FOTO
FOTO 01
Mientras en las grandes urbes hay un
dentista por cada cien o 500 habitantes, en zonas rurales hay uno por cada 10
mil o 20 mil, consideró Javier de la Fuente, director de la Facultad de
Odontología de la UNAM.
FOTO 02
Para Higinio Arzate, del Posgrado de la FO de
la UNAM, la consolidación académica influirá en el currículum del cirujano
dentista, y servirá para enfrentar los cambios biotecnológicos y
bioinformáticos.
FOTO 03
Jorge Mario Palma
Calero, secretario auxiliar de la Dirección de la FO de la UNAM, reveló que la
odontología practicada en México está íntimamente ligada con la realidad
socioeconómica.
FOTO 04.
En México hay suficientes dentistas
pero inequidad en el acceso a los servicios odontológicos. Los servicios se
concentran en las grandes urbes y disminuyen en las zonas más pobres del país.
FOTO 05
Lo que distingue a la Facultad de
Odontología de la UNAM es que tiene la estructura de investigación y posgrado
más sólida del país. Genera 80 por ciento de la investigación nacional en la
materia.