Boletín
UNAM-DGCS-092
Ciudad Universitaria
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final del boletín
PROVOCARÍAN
HONGOS CÁNCER CERVICOUTERINO
·
Aseguró Magda Carvajal Moreno, investigadora
del Instituto de Biología de la UNAM
·
Además de síndrome de Reye, malformaciones
en el feto, cirrosis, y hepatitis B y C, añadió
·
Existen más de 500 variedades resistentes al
calor, y no se eliminan con fermentación, nixtamalización, cocimiento o
pasteurización, reveló
El cáncer cervicouterino puede
ser provocado por micotoxinas, sustancias nocivas derivadas del consumo de
alimentos contaminados, aseguró Magda Carvajal Moreno, investigadora del
Instituto de Biología (IB) de la UNAM.
Con los años, dijo, dichos
elementos se acumulan y pueden llegar a producir neoplasias de diversos tipos,
síndrome de Reye, malformaciones en el feto, cirrosis, y hepatitis B y C, pues
en general, vulnera las defensas del ser humano, y lo hace propicio a padecer
diferentes enfermedades.
Durante la conferencia Micotoxicosis
en América Latina, añadió que la situación se agrava porque existen más de 500
variedades de esos tóxicos, las cuales son resistentes al calor al soportar de
260 a 320 grados centígrados, y no se eliminan con fermentación,
nixtamalización, cocimiento o pasteurización, añadió.
En el Auditorio del Jardín
Botánico reveló que las más agresivas contra la salud humana son las
aflatoxinas y las fusariotoxinas. Sobre la mejor manera de no exponerse al daño
que causan las provenientes de hongos en comestibles es tener información sobre
cómo se originan y sus efectos.
Carvajal Moreno ha analizado
muestras de tumores cancerosos: 42 de cervicouterinos, 20 de mama y 190 de
colon, a través de lo cual ha estudiado la relación entre micotoxinas y dichos
padecimientos. Cabe señalar que dentro de la frecuencia de muerte por cáncer en
México, el cervical es el número uno (24 por ciento), seguido por el de mama
(11), y el de próstata (cinco por ciento).
La especialista del
Departamento de Botánica del IB agregó que en todo el mundo existen estos
agentes, pero varían según el clima. “En nuestro país hay más aflatoxinas, por
ser un lugar caliente, pero por las posibilidades que ofrece hoy en día el
comercio internacional, tanto de alimentos enlatados como de granos,
prácticamente rondan por cualquier nación”.
Además debe considerarse que en
el territorio nacional los animales – tanto equinos, bovinos, porcinos, aves y
mascotas– son alimentados con cereales afectados. Estos últimos están altamente
expuestos, precisó.
En América Latina, indicó, el
problema se vincula a la guerra contra las drogas. En Hawai las plantaciones de
coca se infectaron con Fusarium oxysporum, y el gobierno de Estados Unidos
pensó usar ese hongo contra las plantaciones, incluidas las de amapola y
marihuana, en naciones al sur de su frontera. Los países más afectados por ese
tipo de medida han sido Colombia, Perú, Ecuador, Brasil (en la parte del
Amazonas), Panamá, Venezuela y México.
Primero se realizaba una
aspersión de herbicidas y después una aplicación masiva de esporas por
aeroplanos, todo esto para controlar las plagas, pero también se afectaron
cultivos de alimentos básicos.
Esto se hizo durante 10 años,
entre 1980 y 1990, aunque se experimentó en secreto. Como parte de los
resultados, hubo muerte de campesinos por causas inexplicables y abandono de
comunidades enteras, concluyó.
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FOTO 1.
Las toxinas de los alimentos se relacionan con
enfermedades como el cáncer, cirrosis, así como la hepatitis B y C, aseguró
Magda Carvajal Moreno, investigadora del Instituto de Biología de la UNAM.
FOTO 2
Magda Carvajal Moreno, adscrita al Instituto de
Biología de la UNAM, ofreció en el Auditorio del Jardín Botánico la conferencia
Micotoxicosis en América Latina.