Boletín
UNAM-DGCS-053
Ciudad Universitaria
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El
galardón reconoce el trabajo del miembro emérito del Instituto de
Investigaciones Históricas de la UNAM
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Por
su labor sobre la historia y cultura de esa entidad, además del apoyo y defensa
de los pueblos indígenas
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La
presencia de los mayas, dijo, ha permeado la realidad entera en ese estado,
donde perdura la presencia, entre otros, de los choles, lacandones, tzotziles,
tzeltales, tojolabales, mames y kanjobales, entre otros
Miguel León Portilla, miembro emérito del Instituto de Investigaciones
Históricas (IIH) de la UNAM, recibió el Premio Chiapas 2005 que otorga el
gobierno de ese estado, en reconocimiento a su labor sobre la historia y
cultura de la entidad, además del apoyo y defensa de los pueblos indígenas.
El galardón realza, además, sus aportaciones en los rubros del devenir,
literatura y filosofía de las comunidades originarias de México y América.
Como testimonio de admiración y agradecimiento por Chiapas, León
Portilla recordó, en entrevista, algunas de las maravillas de su naturaleza y
de las grandes creaciones culturales que en ella han florecido.
Con
sus más de 70 mil kilómetros, es más grande que las repúblicas de El salvador y
Costa Rica juntas. Es un estado que parece tenerlo todo, consideró. Asomándose,
aunque hasta hoy con timidez, al Océano Pacífico, en sus extensos litorales
–desde la barra de Tonalá, hasta la desembocadura del Suchiate– tiene a su
alcance abundantes recursos del mar.
Premio
Nacional de Ciencias Sociales, León Portilla comentó que recorrer sus sierras
pobladas de bosques de pináceas, encinos, caoba, cedro rojo y parota, es un
placer inmenso por la belleza de sus paisajes exhuberantes de luz y verdor.
“Recuerdo mucho de lo que vi y escuché: intensos contrastes de colores en su
vegetación, cantos de aves y hasta algunos rugidos de felinos.
“En
Chiapas estuve por vez primera en 1954, alojado en la sede del Instituto
Nacional Indigenista, rememoró. El encuentro con su director, el mayista
Alfonso Villa Rojas, fue una experiencia fecunda. Juntos publicamos el libro Tiempo
y realidad en el pensamiento maya, editado por la UNAM”, en el que
incursionaron en la visión del mundo de esa cultura a través de inscripciones y
códices, y también del pensamiento de sus descendientes contemporáneos, como
los tzotziles y tzeltales.
A partir de entonces, explicó el también catedrático de la Facultad de
Filosofía y Letras, “emprendí varios recorridos por tierras chiapanecas que me llevaron
hasta la selva lacandona y las montañas, cosa que ahora ya no podría hacer. He
ido muchas veces y he escrito sobre este maravillosos estado”.
Otro
vínculo fue haber recibido la Medalla “Belisario Domínguez”, otorgada por el
Senado de la República. De verdad, él fue “un héroe, fuera de toda duda.
Ofrendó su vida para tratar que cayera Victoriano Huerta”, indicó Miguel León
Portilla.
Sus
ríos, lagos y grandes presas son parte de sus maravillas. Después tan sólo de
Tabasco, es el estado mexicano que recibe más lluvias. El caudaloso Usumacinta,
“Agua de los monos”, que eso significa su nombre en náhuatl, guarda en sus
riberas impresionantes testimonios de ciudades mayas como la de Yaxchilán, expresó.
El
Grijalva o río grande de Chiapas, con la belleza impresionante del Cañón del
Sumidero, ha hecho posible además, la construcción de las presas más grandes
del país, las de Angostura, Nezahualcóyotl y Chicoasén, que proveen a México de
un elevado porcentaje de su energía eléctrica, añadió.
El
investigador del IIH resaltó también que además de la enorme biodiversidad en
que es prodiga la naturaleza, tiene importantes yacimientos de petróleo, gas
natural y azufre. Sus explotaciones forestales, ganaderas y cultivos de cacao y
café, le han dado merecida fama dentro y fuera de México.
Acerca
de los pobladores y creadores de la cultura en Chiapas, León Portilla detalló
que sus pueblos indígenas fueron de los primeros en hacer notables aportaciones
en el contexto de la civilización mesoamericana. La presencia de los mayas,
dijo, ha permeado la realidad entera en esa zona, donde perdura la presencia,
entre otros, de los choles, lacandones, tzotziles, tzeltales, tojolabales,
mames y kanjobales, entre otros.
Sin
embargo, el catedrático universitario aseguró que existen contrastes
lacerantes. Es el estado que produce mayor cantidad de suministro eléctrico,
pero hay muchas comunidades, no sólo indígenas, donde escasea o que carecen de
electricidad.
Es
uno de los mayores proveedores de hidrocarburos y, sin embargo, no se beneficia
de ello. Tiene más de 200 kilómetros de costas, pero casi no hay pesca. Tiene
recursos forestales enormes, y es potencialmente rico pero contrastante. Tiene
un estrato profundo de herencia maya. Ahí floreció esta cultura desde el
periodo preclásico, concluyó.
Cabe
resaltar que con este galardón también se ha honrado a mexicanos tan ilustres
como Miguel Álvarez del Toro, Rosario Castellanos, Jaime Sabines, Juan
Bañuelos, Manuel Velasco Suárez, Carlos Antonio Castro, Jacinto Arias y Mario
Humberto Ruiz.
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FOTO 01.
Miguel León
Portilla, miembro emérito del Instituto de Investigaciones Históricas de la
UNAM, recibió el Premio Chiapas 2005, por su trabajo sobre la historia y
cultura de las poblaciones indígenas.
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Los pueblos
indígenas de Chiapas fueron de los primeros en hacer notables aportaciones en
el contexto de la civilización mesoamericana, detalló el historiador de la UNAM
Miguel León Portilla.