06:00 hrs.  19 de Noviembre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-934

Ciudad Universitaria

 

 

Pies de foto al final del boletín

 

CONTINÚAN AÚN CONTROVERSIAS POR MEDICINA REPRODUCTIVA

 

·        Como aborto, anticoncepción de emergencia, fecundación asistida y transferencia nuclear a células madre, señaló en la UNAM el especialista Gregorio Pérez Palacios

·        El director del Instituto Nacional de Perinatología participó en el Simposio Internacional Bioética, salud y justicia social

·        La OMS estima que se practican anualmente poco más de 50 millones de abortos en el mundo; 20 millones en condiciones inseguras

 

El aborto, anticoncepción de emergencia, fecundación asistida y transferencia nuclear a las células madre –las cuales tienen capacidad de formar todos los tipos celulares de un organismo–, continúan como temas controvertidos en el campo de la medicina reproductiva al inicio del presente milenio, consideró en la UNAM el especialista Gregorio Pérez Palacios.

 

Al participar en el Simposio Internacional Bioética, salud y justicia social, el director del Instituto Nacional de Perinatología Isidro Espinosa de los Reyes afirmó que persisten los debates sobre la utilidad de estas técnicas, a pesar de que la segunda mitad del siglo XX fue testigo de una aceptación universal de la capacidad de la ciencia y tecnología para incursionar en la regulación de la fertilidad.

 

Las polémicas, dijo, provienen de imprecisiones, no sólo respecto a cuándo se origina la vida o la individualidad ontológica del ser, sino en qué momento inicia el embarazo. Se acepta que la fecundación ocurre cuando el espermatozoide penetra en el óvulo, después hay un periodo en donde el huevo inicia la división celular hasta la fase de blastocisto, cuando se implanta; esto es sinónimo de concepción, ahí inicia realmente la preñez.

 

Pérez Palacios destacó que el aborto constituye un desafío a todos los sistemas nacionales de salud pública, particularmente en países en donde no está adecuadamente legislado. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que se practican anualmente poco más de 50 millones de interrupciones del embarazo alrededor del planeta, y de ellos, 20 millones se realizan en condiciones inseguras.

 

En México constituye la tercera causa de mortalidad materna, y hay un problema de subregistro. Se calcula, de acuerdo con el Consejo Nacional de Población, que cada año ocurren 200 mil abortos. Otras estimaciones indican que son poco más de 500 mil, informó.

 

En nuestro país, esta actividad es considerada un delito del fuero común, por lo tanto es punible. No obstante, aclaró, no se considera así en caso de violación o estupro, cuando es imprudencial, pone en riesgo la vida de la mujer o existen malformaciones congénitas o genéticas en el producto, e incluso por razones socioeconómicas. En algunas entidades varía en qué casos se castiga y en cuáles no. Asimismo, destacó, la legislación mexicana no indica los periodos límite cuando no está en contra de la ley.

 

En el caso del consenso internacional, recalcó el funcionario, los gobiernos deben promover su prevención, pero bajo ninguna circunstancia debe considerarse como un método de planificación familiar; además, el proceso legislativo debe hacerlo cada país acorde a su soberanía; pero en aquellas circunstancias permitidas, los sistemas de salubridad deben dotar de información y servicios con calidad y seguridad, además de consejería y atenciones posteriores.

 

De esta forma, se precisan acciones en capacitación del personal, equipamiento, instalación de comités de ética y, desde luego, elaboración de lineamientos técnicos para cada una de las atenuantes, introducción e investigación de estrategias contemporáneas. “Es lamentable –consideró–, que en nuestro país no se tengan registrados medicamentos importantes en este campo, como las antiprogestinas”.

 

El aborto a libre demanda, agregó, es sólo permitido en algunos países, la mayor parte del mundo industrializado. Por lo tanto, en naciones como la nuestra deberá continuar el debate en espacios académicos y de la sociedad civil, para lograr reformas legislativas.

 

Sobre la anticoncepción postcoito o de emergencia, Pérez Palacios expresó que ha habido avances legales. La Secretaría de Salud logró en 2004 su inclusión en la Norma Oficial Mexicana, y en julio pasado en el cuadro básico de medicamentos del sector público. Sin embargo, aún no es un tema acabado. El Código Civil señala que el derecho le asiste al individuo desde que es concebido, y el Penal define al aborto como muerte del producto de la concepción en cualquier momento de la preñez.

 

De la reproducción asistida comentó que ha sido vertiginoso su avance en este campo, que inició en 1978 con el nacimiento del primer bebé de probeta. Esta tecnología tiene algunos problemas, pues no hay consenso en los procedimientos diagnósticos, lo que lleva a una falta de propuestas efectivas, y evaluación incompleta de las parejas.

 

En relación con sus principales controversias, resaltó que se dan respecto a la fertilización in vitro, técnicas de micromanipulación, diagnóstico genético, preimplantación, maternidad subrogada, criopreservación de pre-embriones y su destino final, y otros aspectos como selección de sexo y congelación de los gametos.

 

En cuanto a la transferencia nuclear a células estaminales, que nos pone en la antesala de la medicina regenerativa, concluyó que abre una ventana de oportunidad, pues ya se han realizado experimentos en diversas universidades.

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FOTO 1

El aborto, anticoncepción de emergencia, fecundación asistida y transferencia nuclear a las células madre, son temas controvertidos en medicina reproductiva, señalaron especialistas en la UNAM.

 

FOTO 2.

El especialista Gregorio Pérez Palacios destacó en la UNAM que el aborto constituye un desafío a todos los sistemas nacionales de salud pública, particularmente en donde no está adecuadamente legislado.