Boletín
UNAM-DGCS-923
Ciudad
Universitaria
BUSCAN CIENTÍFICOS DE LA UNAM CÁMARAS OCULTAS EN PIRÁMIDE DEL SOL
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Obtendrán una especie de radiografía de su
interior, con la instalación de un detector de rayos cósmicos con seis cámaras
multialámbricas
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La investigación está a cargo de académicos de los institutos de
Física y de Investigaciones Antropológicas
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El director del IF, Arturo Menchaca, y el
investigador Ernesto Belmont, dijeron que se indaga sobre posibles huecos para
determinar la utilidad que tuvo esta pirámide
Científicos de la UNAM
desarrollan un experimento en la Pirámide del Sol, en Teotihuacán, para obtener
una especie de radiografía en su interior en busca de entierros ceremoniales y
cámaras ocultas, mediante la instalación de tecnología sofisticada como un
detector de rayos cósmicos y seis cámaras multialámbricas.
El equipo de la Universidad
Nacional incluye a estudiantes y miembros de los institutos de Investigaciones
Antropológicas y de Física: el director de éste último, Arturo Menchaca Rocha,
y los académicos Linda Manzanilla, Ernesto Belmont Moreno y Arnulfo Martínez,
Rubén Álfaro y Andrés Sandoval, entre otros.
En conferencia de prensa,
Arturo Menchaca y Ernesto Belmont Moreno precisaron que una vez que los rayos
cósmicos atraviesen la Pirámide del Sol, los físicos universitarios realizarán
un mapeo de la cantidad de muones en función de su dirección. Si llegan más de
estas partículas en alguna trayectoria quiere decir que posiblemente hay un
hueco.
Subrayaron que el arreglo
experimental que se utilizará en la Pirámide del Sol, es simple y de bajo
costo. Se emplearán dos tipos de detectores estructurados en un aparato: uno,
que identifica a los muones y discriminan la radiación ambiental, llamados
centelladores, y dos, seis cámaras multialámbricas para determinar la
trayectoria de los muones.
En su interior tiene alambres
paralelos más delgados que un cabello humano, con 25 micras de espesor y miden
un metro de largo por cada uno y hay 200 en una dirección y otra cantidad similar
en otra, abundaron.
Como el laboratorio ya está
montado, destacaron, los centelladores han tomado medidas de calibración en la
Pirámide. Estimaron que el experimento en este vestigio es capaz de detectar
huecos con una altura mínima de 75 centímetros, luego de un año de mediciones.
Aclararon que encontrar un
hueco en esta montaña de tierra se podrá tratar, por ejemplo, de un simple
asentamiento geológico.
Luego, comentaron que se
desconoce qué finalidad tuvo la construcción de Teotihuacán. Se ha reforzado la
hipótesis de que, a diferencia de la Pirámide de la Luna, la del Sol fue
concebida sin edificaciones intermedias. La falta de estructura interna ha
dejado a los arqueólogos sin pistas para guiar futuros trabajos de excavación.
Recordaron que desde
principios del siglo pasado se realizaron varios trabajos arqueológicos sin
encontrar nada. En los años 70 se descubrió que por debajo de la Pirámide del
Sol hay un túnel de ocho metros que sale de la base y llega al principio de la
escalera. Esto es, termina cerca del eje de simetría.
Hace 40 años el físico y
Premio Nobel, Luis Álvarez, instaló en la pirámide egipcia de Giza, Kefrén, un
detector de muones para sacar una especie de radiografía.
Resultó fundamental, dijo, que
en 2002 arqueólogos descubrieron que la Pirámide de la Luna tenía una
estructura interna, donde había entierros. Se cree que ambas construcciones
fueron con el propósito de inhumar a personas importantes.
Explicaron que los rayos
cósmicos son partículas que emiten las estrellas a lo largo y en especial al
final de su vida. Viajan por el universo y las que llegan a la Tierra son de
alta energía.
Así, abundaron, cuando chocan
con las partículas que componen la atmósfera de la Tierra producen reacciones
nucleares, cuyos residuos son las partículas llamadas muones. Estos tienen
carga eléctrica similar a los electrones, pero más pesada e inestable y con una
vida media de apenas una millonésima de segundo.
Los muones atmosféricos,
especificaron, son producto de la interacción de una radiación conocida como
rayos cósmicos con la atmósfera terrestre.
La penetrabilidad de esos
muones es tal que una fracción de su flujo es detectable aún a kilómetros bajo tierra. Por tratarse
de partículas con carga eléctrica, la atenuación de su flujo está relacionada
con la cantidad de materia. Los atmosféricos han sido utilizados en diversas
aplicaciones prácticas como la minería y la vulcanología, expresaron.
De esta forma, precisaron, se
puede realizar una relación entre la cantidad de muones y de material que
atraviesan, como en el caso de una radiografía.
Arturo Menchaca previó que
también puede ocurrir que la estructura arqueológica que tal vez guarda la
pirámide no corresponda a un hueco sino a una tumba rellena de tierra, como
sucedió en la de la Luna.
De esta forma, manifestó, la
falta de estereoscopía inherente a un solo punto de observación, obligaría a
desplazar la posición del detector a lo largo del túnel y repetir las medidas
para una mejor ubicación tridimensional.
Los especialistas detallaron
que la técnica de localización de cavidades por atenuación de muones se basa en
que estas partículas van perdiendo energía al cruzar un material de modo que
los más lentos no logran pasar. Esto, permite establecer una relación entre el
flujo residual de muones y el espesor de materia atravesado.
El titular del IF destacó los
dos retos que presenta el experimento mexicano: la forma externa de la Pirámide
del Sol es más compleja y difícil de simular que la de Kefrén. La densidad
interna también tiene asociada una mayor incertidumbre que en el caso egipcio,
donde el material de construcción es mejor conocido y probablemente está
distribuido de manera más uniforme.
Luego de dos años de trabajo,
informó, ya se obtuvieron los permisos y apoyos económicos por medio millón de
dólares; se diseñaron los dos tipos de detectores; se adquirieron los módulos
de electrónica; se construyeron, probaron e instalaron in situ las dos placas
centelladoras.
Asimismo, agregó, se construyó
y probó la primera cámara multialámbrica y están en elaboración de otras cinco.
Además, existe ya un hábitat adecuado en el túnel de la pirámide que es seguro,
electrificado y con baja humedad.
En la actualidad, indicó, se
encuentran en el proceso de instalar una conexión inalámbrica de transmisión de
datos y control telemétrico. En términos porcentuales se ha avanzado un 80 por
ciento de la etapa previa al inicio de las medidas y el 20 restante deberá
concluir en los próximos meses para iniciar medidas durante un año.
Una vez que inicie la
medición, se guardará en dos computadoras, una ubicada dentro y otra a la
entrada del túnel. Parte de la información se enviará en tiempo real vía
celular al Instituto de Física, en Ciudad Universitaria, y la otra se recabará
cada semana, concluyó.
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Ernesto Belmont y Arturo Menchaca forman parte del equipo de la UNAM que desarrolla un experimento en la Pirámide del Sol, para obtener una especie de radiografía en su interior, en busca de entierros ceremoniales y cámaras ocultas.
FOTO 02
Croquis del túnel que se encuentra en la Pirámide del Sol en Teotihuacán.
FOTO 03
Investigadores de la UNAM buscan cámaras
ocultas y entierros ceremoniales en la Pirámide del Sol en Teotihuacán,
mediante sofisticados métodos científicos.