Boletín
UNAM-DGCS-920
Ciudad
Universitaria
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Pies de foto al final del boletín
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Jesús Chimal, Angélica Zepeda Rivera y
Gonzalo Acero Galindo, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM,
lo obtuvieron por su trabajo científico
·
En las categorías de Mejor artículo
publicado, Mejor tesis doctoral, y Mejor técnico académico del año,
respectivamente
· Otorgado por el IIBm y Laboratorios Silanes, para estimular la generación de conocimiento de alta calidad
Jesús Chimal, Angélica Zepeda Rivera y Gonzalo Acero
Galindo, del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) de la UNAM,
obtuvieron el Premio Silanes por su trabajo científico, en las categorías de
Mejor artículo publicado, Mejor tesis doctoral, y Mejor técnico académico del
año, respectivamente.
Esta distinción fue instituida
hace seis años por el IIBm y Laboratorios Silanes, para estimular la generación
de conocimiento de alta calidad en esa entidad universitaria.
A decir de Juan Pedro
Laclette, director de ese Instituto, el interés de este consorcio se ha
enfocado hacia la búsqueda continua de la excelencia científica y académica,
pues tiene una clara vocación para invertir en desarrollos tecnológicos.
En el Auditorio “Francisco
Alonso de Florida” destacó que el vínculo entre ambas es muestra de la
excelente relación entre academia e industria. Es un asunto fundamental, porque
tienen diferentes visiones del mundo, y a veces no son necesariamente cercanas.
En este caso se ha dado un
acercamiento en donde hay comprensión, respeto y aprecio mutuo. El trabajo
común no sólo se limita a estos premios, pues los Laboratorios han apoyado una
serie de proyectos de investigación, refirió.
Este año se designó como mejor
artículo publicado al de Jesús Chimal, del Departamento de Biología Celular y
Fisiología, por el trabajo: “Coordination of chondrocyte differentiation and
joint formation by alpha five beta one integrin in the developing appendicular
skeleton”, en la revista Development.
En esta categoría participaron
todos los textos del personal académico de Biomédicas, tanto originales como en
revisión. Se obtuvo la media del índice de impacto de quien cumplían los
requisitos. Fueron evaluados por un jurado externo formado por especialistas de
las facultades de Medicina y de Ciencias, y los institutos de Neurobiología,
Biotecnología, y Fisiología Celular.
Jesús Chimal explicó que el
objetivo de su proyecto fue conocer por qué el cartílago que da origen a las
articulaciones y al hueso, puede tomar la decisión de optar entre un lugar u
otro; en qué momento y cuál es su proceso.
En este caso, añadió, se
advierte que depende de una molécula –la cual ya se había identificado en todas
las células, pero en este caso sobresalió su función en el proceso–, si está
presente irá a la derecha y formará hueso, si ausente a la izquierda y creará
articulaciones.
Indicó que esta investigación
es por completo básica; y si bien tiene implicaciones aplicativas, como la
regeneración cartilaginosa, en este momento no le interesa resaltarlas.
Cada año también se premia a
la mejor tesis doctoral, donde se incluyen todos los trabajos dirigidos por
personal académico del IIBm en 2004. Son evaluados por el mismo jurado, quien
de entre 14 tesis designó como la mejor a la de Angélica Zepeda Rivera, dirigida
por Clorinda Arias Álvarez, del Departamento de Medicina Genómica y Toxicología
Ambiental, que lleva por título “Modificaciones bioquímico-funcionales en la
corteza visual del gato como resultado de una lesión isquémica focal cortical”.
Zepeda Rivera, quien con esta
obra obtuvo el doctorado en Ciencias Biomédicas, señaló que su trabajo versa
sobre la posibilidad de reorganizar las funciones que un individuo pierde al
sufrir un daño que implique la muerte de células (como una caída, embolia,
inflamación o ruptura de vasos sanguíneos). En este caso dicha merma ocurrió en
aquellas que controlan movimiento, visión, o la parte sensorial.
Por ello, uno de los objetivos
fue ver qué sucedía en términos de la reorganización visual, cuando un
individuo sufre lesión en la parte del cerebro que controla este sentido: cómo
se reorganizan las células, y conocer cuáles son los mecanismos anatómicos, qué
hace cada unidad para reconectarse con otras, aclaró.
Además, qué deben realizar a
nivel neuroquímico, es decir, las células se comunican entre sí por medio de
procesos, receptores y neurotransmisores. En términos de estos últimos se
observa una adecuación que puede dar lugar a recuperar actividades.
La galardonada apuntó que este
trabajo también es básico, y si bien se puede llegar a entender su función a
nivel clínico, no es el interés ni el propósito del trabajo.
Por otro lado, para reconocer
la labor de los Técnicos Académicos, en esta ocasión intervinieron cuatro
candidatos y se tomó en cuenta la capacidad, productividad y participación de
Gonzalo Acero Galindo, del grupo de la investigadora Goar Gevorkian, del
Departamento de Inmunología, quien fue el ganador.
El biólogo Acero Galindo
resaltó que esta tarea siempre refleja la del investigador; es su apoyo. En función
del trabajo que él hace se obtienen beneficios, sobre todo en los
agradecimientos, coautorías en artículos, y en la buena relación.
Subrayó que la Universidad no
sólo es investigación, sino formación de estudiantes y divulgación de la
ciencia. Si esto se toma en cuenta, su labor es benéfica en el mismo sentido.
Informó que el Laboratorio de
Inmunología trabaja dos líneas: enfermedad de Alzheimer y VIH. Se hacen
colaboraciones con otros grupos mediante estudios sobre tuberculosis, y como
resultado se tuvo en 2004 una alta productividad, que se benefició con este
Premio.
Por su parte, Juan López de
Silanes, vicepresidente de los Laboratorios, felicitó a los galardonados, a
quienes les reconoció su trabajo y esfuerzo; así como la labor que desempeña el
Instituto, y su impacto en el campo de la investigación.
Mejorar la calidad del trabajo
que se efectúa en el IIBm es el objetivo de esa firma. El que se participe “con
ustedes es una señal de que estamos de acuerdo en que haya una mejor investigación
en México, y que haya mejores científicos”, concluyó.
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FOTO 1
Las académicas de
la UNAM Clarinda Arias y Angélica Zepeda recibieron el Premio Silanes por Mejor
tesis doctoral, como directora y sustentante respectivamente.
FOTO 2.
Juan Pedro Laclette, Angélica
Zepeda, Jesús Chimal, Clarinda Arias, Gonzalo Acero Galindo y Juan López de
Silanes, durante la entrega del Premio Silanes a científicos del IIBm de la
UNAM.
FOTO 3
Jesús Chimal, del
Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, obtuvo el Premio Silanes en
la categoría de Mejor artículo publicado.