Boletín
UNAM-DGCS-884
Ciudad Universitaria
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VITAL PARA LA
DEMOCRATIZACIÓN, LA INDUSTRIALIZACIÓN DE LA CULTURA Y LA COMUNICACIÓN
·
Por la expansión del conocimiento a niveles y
cantidades de población como no había existido en la historia, aseguró en la
UNAM Enrique Bustamante, de la Universidad Complutense de Madrid
·
Explicó que la insistencia de que este
desarrollo ha perjudicado a la cultura es una carga que viene del pasado
·
El especialista propuso trabajar en forma
integral y sistemática en políticas culturales e industriales en materia
audiovisual
El proceso de
industrialización cultural y de la comunicación tiene un haber importante en la
democratización, en la expansión del conocimiento a niveles y cantidades de
población como no había existido en la historia de la humanidad, afirmó en la
UNAM el académico de la Universidad de la Complutense de Madrid, Enrique
Bustamante.
Sin embargo, sostuvo,
este desarrollo no se ha hecho sin desequilibrios y exclusiones, con la
repetición y a veces el incremento de las desigualdades sociales y económicas.
Pero debe reconocerse que se produjo un salto que no puede ser desdeñado.
Al participar en el
Seminario Comunicación y Cultura en la Era Digital, impartido en el aula Leopoldo
Zea de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), el experto explicó
que la insistencia de que la industrialización ha perjudicado a la cultura es
una carga que viene del pasado, del pensamiento filosófico europeo, y es
necesario superarlo.
Destacó que, por
lo menos desde la investigación, se deben reconciliar ambos términos para
constatar que la generación de conocimiento se hizo un negocio. Pero las
industrias culturales no son iguales al resto. Lo son en la conversión en
plusvalía y en la búsqueda de beneficios, pero no desde el punto de vista de su
especificidad, en capacidad de transmisión de contenidos simbólicos, y, por lo
tanto, de su valor democrático, de cohesión y redistribución social.
El economista y
sociólogo resaltó que en los últimos años se han difuminado las fronteras
tradicionales entre los campos de la cultura, educación y comunicación masiva.
Empero, es imposible pensar a ésta última sólo como plataforma del saber. En
todos sus campos es un lugar de creatividad; tampoco pensar la enseñanza como
un aparato separado de los procedimientos de difusión.
Más adelante, Enrique Bustamante llamó “killer
formats” a los formatos de reallity, a la telebasura que mata creatividad y
pluralismo. Ese elemento subordina al resto de la programación y al conjunto de
cadenas en torno a esquemas, crea lanzamientos multimedia conectados con
revistas, discos, Internet y videojuegos, los cuales plantean el futuro de la
cultura de la comunicación en una visión globalizadora compleja.
El Estado, precisó,
colabora de forma creciente en la mercantilización de los saberes, y deja los
espacios públicos cada vez más pequeños, más comercializados y con menos
capacidad para contrarrestar las peores derivaciones del mercado. Por ello,
sugirió diseñar una política capaz de vincular la cultura con la comunicación y
la educación, en planos fundamentales: las redes, mediante el resquebrajamiento
del modelo de acceso individual, por uno colectivo, gratuito y de relación.
Asimismo, con
lineamientos de apoyo sistemático a los contenidos, al restaurar el concepto de
servicio público; otra, de formación masiva con contenidos colectivos
culturales y comunicativos; y, finalmente, arguyó, mediante la generación de
creadores.
En su exposición
sobre “El audiovisual euroamericano en la era digital”, el académico propuso
trabajar en forma integral y sistemática en políticas culturales e industriales
en materia audiovisual, porque la primera en forma individual no vale nada.
En cuanto a la
necesidad de tomar decisiones integrales, el sociólogo detalló que ya no son
posibles sólo modelos de cine, televisión o video. Se requieren esquemas que
contemplen el conjunto de los medios y la sinergia entre éstos y las diferentes
industrias culturales y en el campo audiovisual.
También consideró
necesario el trabajo entre el audiovisual clásico y el multimedia del futuro,
como los videojuegos, tema vital para el futuro en la educación, comunicación,
diversión y cualquier conflicto al que se le quiera aplicar. El problema es que
lo lúdico es “despreciado por los gobiernos, sin ayudas ni programas”, e
incluso ha habido debate por la violencia o sexo que transmite.
El especialista
subrayó que otra lección se refiere a las políticas nacionales, las cuales “son
suicidas, porque consiguen encerrar las estrategias públicas y privadas en unos
mercados y fronteras que no dan para alimentar un gran audiovisual para el
futuro”. En materia digital la televisión de este tipo, de pago y abierta,
significará canales con menores audiencias y, por tanto, para segmentos cada
vez más pequeños de población.
Enrique Bustamante
señaló que es cada vez más difícil rentabilizar y amortizar un programa para un
canal de esa índole, porque los espectadores son cada vez menos. Tan sólo en
Estados Unidos hay canales temáticos para cinco mil personas. Televisión
digital significa internacionalización. De manera que quien no consiga vender
su producto en muchos países tampoco tendrá la posibilidad de amortizar ni
siquiera los costos.
México y España,
concluyó, son naciones insuficientes. O se trabaja “de una forma de cooperación
sistemática y no filantrópica, de supervivencia, o nuestro audiovisual no
tendrá posibilidad de salvación en el cine, la televisión ni en ningún campo”.
Entonces, debe prepararse la transición a las redes digitales.
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FOTO 01.
El académico Enrique Bustamante
aseveró en la UNAM que la industrialización cultural y de la comunicación ha
expandido el conocimiento a niveles de
población como nunca en la historia.
FOTO 02
Enrique Bustamante, profesor de la
Universidad Complutense de Madrid, España, participó en el Seminario
Comunicación y Cultura en la Era Digital, en la FCPyS de la UNAM.