boletín UNAM-DGCS-857
Ciudad Universitaria
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final del boletín
DEBEN LOS
MEXICANOS ASPIRAR A TRANSFORMACIONES EN EL ÁMBITO ECONÓMICO
·
Afirmó José Luis Calva, integrante del Instituto de Investigaciones
Económicas de la UNAM
·
Participó en el Seminario Internacional sobre Liberalización Financiera
y Comercial y sus Implicaciones para las Políticas de Desarrollo: Experiencias
de la India y México
·
Planteó una política de financiamiento del desarrollo sustentada en el
ahorro interno y no en la dependencia del exterior, así como finanzas públicas
para el crecimiento, lo que implica una reforma tributaria progresiva
La economía mexicana vive una nueva etapa de
desaceleración, por lo que en el 2006 los mexicanos deben aspirar a
transformaciones profundas en este
ámbito, ante el fracaso “rotundo” del actual modelo económico, afirmó José Luis
Calva, integrante del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, quien
señaló que los cambios sí han sido posibles en otras naciones.
Al participar en el Seminario Internacional
sobre Liberalización Financiera y Comercial y sus Implicaciones para las
Políticas de Desarrollo: Experiencias de la India y México, el especialista
señaló que prestigiadas encuestas revelan que 84 por ciento de los mexicanos
percibe una mala marcha de la economía nacional.
La población, expuso, está enterada a través de
la academia que sí hay opciones, que hay
países que progresan en el planeta, con estrategias alternas y que se
deben aplicar medidas diversas, que han sido ya trabajadas en instituciones de
educación superior.
Indicó que desde las aulas universitarias
existen propuestas integrales de política económica con un nuevo pensamiento
latinoamericano, que habla de la viabilidad de planteamientos novedosos para la
región. No se trata de regresar a esquemas como el colapsado en 1982, “pero
tampoco de empeñarse y aferrarse a mantener este modelo económico que ha
fracasado rotundamente”, debido a que sigue de manera ortodoxa los lineamientos
del “Consenso de Washington”.
La transformación financiera delineada por el
experto incluyó la instrumentación de una línea cambiaria que mantenga la
competitividad de la planta productiva mexicana y el crecimiento sostenido.
También, una táctica exterior pragmática, “para protegernos en aquello donde no
podemos competir y abrirnos en áreas donde sí podemos hacerlo”.
Planteó una política de financiamiento del
desarrollo sustentada en el ahorro interno y no en la dependencia del exterior,
así como finanzas públicas para el crecimiento, lo que implica una reforma
tributaria progresiva, basada en el aumento de impuestos a los sectores económicos más poderosos, que permita
ampliar hasta en 10 puntos porcentuales
la recaudación.
Asimismo, añadió, homologar paulatinamente
nuestro sistema fiscal al de Estados Unidos y Canadá, ya que en esos países,
además del Impuesto Sobre la Renta federal, hay uno estatal sobre el ingreso.
Otro aspecto importante, mencionó, es un manejo
monetario que atienda no nada más la
inflación, sino el crecimiento y el empleo, así como decididas formas de
fomento agropecuario e industrial, con
énfasis especial en las empresas de alta tecnología y en particular las
del conocimiento.
También,
dijo, una estrategia incluyente de los mexicanos en el desarrollo, lo
que implica un sistema educativo de ciencia e innovación, vinculado a la
política industrial y agropecuaria para lograr un avance más acelerado, con el
consecuente bienestar social.
El economista aseveró que de no darse esta
modificación, el país continuará en el estancamiento, condenado al letargo, a
la migración de trabajadores hacia
Estados Unidos, a que no existan oportunidades de empleo.
Asimismo, recordó que México tuvo un
comportamiento negativo del Producto Interno Bruto (PIB) en el segundo
trimestre del 2005, con respecto al primer periodo de este año. Sin embargo, en
su inicio se pronosticaba un crecimiento por arriba del 4 por ciento del PIB
por la mayoría de los analistas; en la actualidad, dichas expectativas se han
ajustado abajo de tres, incluso algunas de ellas oscilan en alrededor del 2.5
por ciento.
Detalló que la economía mexicana, en términos
de producto nacional por persona, está estancada, mientras que en ese mismo
lapso el PIB per cápita en China es siete veces mayor del que había al
principiar los ochenta, y el de Corea del Sur es casi cuatro veces mayor en ese
mismo momento.
Por último, recalcó que la India no ha
formulado una estrategia de liberación comercial unilateral y abrupta, y
mantiene altas barreras de protección, aplica una política de regulación
financiera moderada, de fomento industrial
y agropecuario y, en suma, modelos activos de desarrollo, con una
inducción especial de las áreas de alta tecnología, concluyó.
En este Seminario Internacional también
intervinieron Chandrasekhar y Jayati Ghosh, con “Las tendencias macroeconómicas
centrales del periodo posterior a la liberación financiera en India”; y
Guadalupe Mántey y Noemí Levy, con “Impacto de la liberalización financiera en
el desempeño económico y en la capacidad para impulsar el desarrollo en
México”.
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FOTO 1
Aspecto del
Seminario Internacional sobre Liberalización Financiera y Comercial y sus
Implicaciones para las Políticas de Desarrollo: Experiencias de la India y
México, en la UNAM.
FOTO 2.
José Luis Calva,
integrante del IIEc de la UNAM, planteó una política de financiamiento del
desarrollo sustentada en el ahorro interno y no en la dependencia del exterior.