Boletín UNAM-DGCS-654
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Traductora de Anne Fagot-Largeault |
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final de boletín
SE GENERALIZA ACEPTACIÓN PARA INVESTIGAR CÉLULAS EMBRIONARIAS HUMANAS
·
A
favor de la exploración fundamental porque ésta nos dará grandes conocimientos
sobre el desarrollo humano, indicó en la UNAM Anne Fagot-Largeault, del Collège
de France
·
Hoy
en día, la opinión se orienta hacia el hecho de emplear embriones congelados en
la investigación y la terapéutica, destacó
·
Dictó
la Conferencia magistral Controversias sobre células troncales, efectuada en el
marco del Coloquio Internacional Dilemas de Bioética
La tendencia general hoy en
día es aceptar la investigación sobre las células embrionarias humanas, aunque
ello se realice con todas las reservas médicas y la prudencia que se tiene
cuando se dan esperanzas médicas, afirmó en la UNAM Anne Fagot-Largeault,
académica del Collège de France.
No obstante, esta
aceptación es a favor de la exploración fundamental porque ésta nos dará
grandes conocimientos sobre el desarrollo humano, aunque las aplicaciones terapéuticas
no sean tan efectivas como actualmente lo podemos imaginar, subrayó al dictar
la conferencia magistral Controversias sobre células troncales, efectuada en el
marco del Coloquio Internacional Dilemas de Bioética.
Al hablar sobre las
posturas que plantean desarrollos científicos como la reproducción in vitro y
la clonación, la especialista en filosofía de la ciencia indicó: “O bien la
bioética respeta la investigación científica y acepta el proyecto de la ciencia
de adquirir conocimientos exactos sobre el ser humano, o asume que no tiene
ninguna unión particular con esa actividad, y considera que la ciencia es una
ideología como cualquier otra”.
De ser así, el papel de la
bioética tendría que volverse a pensar, porque podría también ser una ideología
igual a cualquier otra, es decir, un lugar de lucha de influencias entre los
poderes, enfatizó en el Aula Magna del Instituto de Investigaciones Filológicas
de la UNAM.
Al hablar de la
reproducción in vitro, Fagot-Largeault señaló que hoy en día, la opinión del
público en los países en los cuales existen muchos embriones en los
congeladores, se orienta hacia el hecho de emplearlos en la investigación y la
terapéutica.
En este ámbito, dijo,
tenemos un dilema claro, el cual ha sido planteado de manera pertinente por los
comités de ética internacionales. Se puede aceptar que células humanas de
embriones pueden ser utilizadas para la investigación y que de éstas se derivan
diferentes cepas, las cuales podrían llegar a ser diferenciadas para, por ejemplo,
curar personas con enfermedades de la médula espinal.
Pero también se podría
rechazar que las células sean tomadas de los embriones humanos supernumerados y
entonces se prohibiría y con ello se privaría de tratamientos que podrían
disminuir su sufrimiento y darles una mejor calidad de vida a personas
diabéticas, con lesiones del sistema nervioso o enfermedades neuromusculares o
degenerativas, precisó.
Destacó que en esta
cuestión existe una contradicción entre dos principios de la bioética: “el de
respeto a la autonomía del ser humano que dice que no debemos de
instrumentalizar una persona, y el de beneficencia, que busca mejorar la vida
de las personas enfermas y darles buenos tratamientos”.
Al referirse a la
clonación, consideró: “No es deseable que nuestra especie escoja este modo de
reproducción. Se habla de utilizarlo en algunos casos particulares para la
procreación asistida, pero por otra parte, su posibilidad con vistas
terapéuticas en la especie humana ha sido demostrada en acciones contra diabetes
juvenil, lesiones de la médula espinal y las deficiencias inmunitarias
genéticas”.
De aquí, abundó, surge otro
dilema: o bien se conserva la prohibición de la clonación humana y también se
refuerza por razones éticas con el riesgo de no encontrar soluciones
terapéuticas; o se quita esta imposibilidad para realizar investigaciones con
miras curativas, y ver en qué medida esta opción es moralmente aceptada.
Los partidarios de su no
empleo se basan principalmente en dos argumentos: la célula clonada es un
embrión concreto, lo cual para la investigación y la terapéutica quiere decir
instrumentable.
Por otra parte, piensan que
si se autoriza la creación de un embrión con fines curativos, inevitablemente
se pasaría a la clonación, concluyó.
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FOTO 1.
La tendencia actual es aceptar con
reservas la investigación sobre las células embrionarias humanas, afirmó en la
UNAM Anne Fagot-Largeault, del Collège de France.
FOTO 2
Público asistente a la conferencia magistral Controversias sobre células troncales, durante el Coloquio Internacional Dilemas de Bioética, efectuado en el IIFl de la UNAM.