Boletín UNAM-DGCS-603
Ciudad Universitaria
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DEBE MÉXICO
IMPULSAR LA PEQUEÑA Y MEDIANA INDUSTRIA
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En
caso contrario, dejaría de fluir la inversión extranjera, aseveró la
investigadora del CISAN, Elizabeth Gutiérrez Romero
·
Es
indispensable apoyar sistemas de innovación en este rubro y lograr una mejor
capacitación de trabajadores, consideró
·
Participó
en el Diplomado “Estados Unidos, México y Canadá. Una Dimensión Internacional y
Regional”
México necesita impulsar
políticas de desarrollo para la pequeña y mediana industria y de innovación
tecnológica, porque de lo contrario la inversión extranjera podría dejar de
fluir, advirtió Elizabeth Gutiérrez Romero, del Centro de Investigaciones sobre
América del Norte (CISAN) de la UNAM.
Al participar en el
Diplomado “Estados Unidos, México y Canadá. Una Dimensión Internacional y
Regional”, expuso que el país es un gran exportador de productos de baja, media
y alta tecnología, por lo que es indispensable apoyar sistemas de innovación en
este rubro y lograr una mejor capacitación de trabajadores, pues la competencia
reside cada vez más en estos elementos.
En la Casa de las
Humanidades, insistió en la necesidad de una estrategia estatal para impulsar
las cadenas productivas y la empresa, pues en estos ámbitos la nación se
encuentra en una situación de desventaja. Aclaró que existe gran dependencia
del extranjero para realizar ventas al exterior, ya que las firmas exportadoras
provienen de la Inversión Extranjera Directa (IED).
La especialista precisó que
del total del ingreso que fluye en el país, el foráneo representa el 16 por
ciento, alrededor del 3 por ciento del Producto Interno Bruto, siendo el
restante nacional y estatal.
Informó que en lo que va
del año se tienen contabilizados 12 mil 281 millones de dólares de IED,
mientras que se registró un promedio de 16 mil millones de dólares durante la
década de los años noventa. México, aseveró, ha sido un gran receptor de
inversión extranjera directa y ha figurado en las estrategias de las empresas
transnacionales bien definidas hacia una mayor competitividad.
En este sentido, añadió,
existen tres sectores prioritarios en las exportaciones: productos
electrónicos, basados en alta tecnología; la industria automotriz, con un
desarrollo medio; así como bajo, en vestido y confección.
Sin embargo, el segundo es
el mayor receptor de inversión extranjera directa, por lo que los retos del
país son aumentar los niveles de valor agregado, mayor participación de
empresas mexicanas y fortalecer las cadenas de proveedores.
Ejemplificó que hacia 1980,
se fabricaban 319 mil motores, y seis años después, la producción creció a un
millón 500 mil, de los cuales gran parte se destinaron a las ventas al exterior. En el caso de
vehículos, en 1985 había 400 mil producidos, cifra que se elevó para el año
2000 a un millón 900 mil automotores, detalló.
Por último, concluyó que
durante el Porfiriato se pensó en que el desarrollo debía basarse en la
inversión extranjera, visión que concuerda con los administradores del modelo
mexicano definido en los ochenta, quienes vieron en este flujo de capital la
columna del financiamiento para este propósito.
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FOTO 1
Elizabeth
Gutiérrez Romero, del CISAN de la UNAM, advirtió que México necesita impulsar
políticas de desarrollo para la pequeña y mediana industria y de innovación
tecnológica.
FOTO 2
Amplia participación se registró durante el Diplomado “Estados Unidos, México y Canadá. Una Dimensión Internacional y Regional”, donde participó la investigadora Elizabeth Gutiérrez Romero.