Boletín UNAM-DGCS-450
Ciudad Universitaria
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LA AUSTERIDAD EN
AMÉRICA LATINA REPERCUTE DIRECTAMENTE EN EL FINANCIAMIENTO EDUCATIVO
·
Señaló Axel Didriksson, director del CESU de
la UNAM, al dictar la conferencia Implications for Education and Researchers
·
Pablo Kreimer, de la FLACSO Argentina, dijo
que la investigación en la universidad se ve afectada por diversas tensiones
·
Aumenta la demanda de educación superior en
todos los países del mundo: Janet Knight, catedrática de la Universidad de
Toronto
·
En América Latina sigue vigente un modelo
educativo de internacionalización convencional, señaló la investigadora Sylvie
Didou
·
Participaron en el seminario Movilidad
académica en un ambiente comercial: cuestiones, oportunidades y riesgos,
organizado por la UNESCO y el CESU
Durante las últimas décadas la
implantación severa de medidas de austeridad y de reconversión del Estado en
materia de financiamiento de la educación en América Latina ha comprometido
seriamente los niveles de acceso, calidad y equidad de ese servicio, señaló
Axel Didriksson, director del Centro de Estudios sobre la Universidad (CESU) de
la UNAM.
Al dictar la conferencia
Implications for Education and Researchers, en el marco del seminario Movilidad
académica en un ambiente comercial: cuestiones, oportunidades y riesgos,
organizado por la UNESCO y la entidad a su cargo, destacó que la pobreza afecta
a más del 50 por ciento de la población en la mayoría de las naciones de esa
región, con algunas excepciones, como Argentina, Costa Rica, Chile y Uruguay.
Con estas condiciones, añadió,
la matrícula total de educación superior de los 19 países de América Latina y
El Caribe fue de poco más de siete millones 400 mil estudiantes, de los cuales
68 por ciento se localizaba en universidades de carácter público.
Dijo que a pesar de las
demandas, los recursos con los que cuentan las universidades no son los
adecuados. En América Latina y El Caribe la proporción destinada al gasto en
educación superior es menor a 0.9 por ciento del Producto Interno Bruto a lo
largo del periodo considerado, con excepción de Costa Rica y Venezuela, que
destinan poco más de uno por ciento.
Otro dato agregó Axel
Didriksson: el promedio del gasto por alumno en países de la Organización para
la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es de siete mil 400 dólares
por año, aproximadamente, lo cual representa seis veces más que en los países
de América Latina.
A su vez, Pablo Kreimer, de la
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) Argentina, al dictar la
conferencia Relevancia social de conocimiento en América Latina: de la
internacionalización “liberal” a la división internacional del trabajo
científico, dijo que la investigación en la universidad –porque es allí y en
otros centros públicos asociados a ella donde se produce la mayor parte del
conocimiento científico en Latinoamérica– se ve afectada por siete tensiones.
La primera de ellas es la
clásica entre visibilidad internacional y aplicaciones del conocimiento a
necesidades locales. Esta fue la razón, en el pasado, del establecimiento de fuertes
relaciones de “integración subordinada”. La segunda es el margen de negociación
de los investigadores locales, que luego de los procesos de concentración de
recursos se estrechó, dando lugar a verdaderas “subcontrataciones”, producto de
una nueva “división internacional del trabajo científico”.
En tercer lugar está el hecho
de que las instituciones universitarias de América Latina no cuentan, en líneas
generales, con instrumentos de política en donde se registre esta modalidad, de
modo que tienden a generar una reproducción ampliada de los mecanismos
descritos.
El cuarto sitio lo ocupan las
evaluaciones, en términos de relevancia social se limitan a un análisis formal,
en vez de calificar los procedimientos que posibilitarían una utilización efectiva
de los conocimientos. El quinto, el desplazamiento de las migraciones
científicas hacia los postdoctorados, con una fuerte alimentación de incentivos
y recursos por parte de los países más desarrollados, tiende a intensificar la
hiper especialización y, al mismo tiempo, genera incentivos para la fuga de
cerebros.
La sexta tensión se percibe
como una ausencia de las políticas de migración, en donde las evaluaciones se
realizan más por indicadores de calidad de los centros “huésped” que por la
relevancia de los planes de trabajo propuestos y la utilidad futura en el
ámbito local de los periodos de entrenamiento en el extranjero.
Finalmente, está la relativa
falta de instrumentos de conformación de nexos regionales de
integración/colaboración entre instituciones latinoamericanas. A menudo, las
relaciones entre diversos grupos de la región “se ve mediatizada por la
participación de redes coordinadas desde Estados Unidos o Europa”.
En su oportunidad, Jane
Knight, académica de la Universidad de Toronto, Canadá, afirmó que la demanda
de educación superior, especialmente de cursos relacionados con profesiones y
modalidades no tradicionales de enseñanza, aumenta en la mayoría de los países
del mundo.
Esto se debe al crecimiento de
la economía del conocimiento, el paso al aprendizaje durante toda la vida y los
cambios demográficos, sostuvo al dictar la conferencia The World of Academic
Mobility.
A pesar de este incremento,
indicó, la capacidad del sector público para satisfacer dicha demanda está en
tela de juicio debido a limitaciones presupuestarias, el papel cambiante del
gobierno y al énfasis mayor en la economía del mercado y la privatización.
En este contexto han surgido
nuevos tipos de proveedores como las universidades corporativas, las
instituciones con ánimo de lucro y las compañías de medios de comunicación, los
cuales ofrecen sus servicios educativos más allá de las fronteras nacionales,
para satisfacer la necesidad en otros países, subrayó en el auditorio de la
Unidad Bibliográfica de la UNAM.
Bajo este escenario de
importación y exportación de servicios educativos, es necesario que existan
marcos de referencia para licencias, acreditación, reconocimiento de
calificaciones y aseguramiento de la calidad, aseveró.
Asimismo, consideró, es
preciso prestar atención al impacto que tiene la liberalización del comercio.
“Se debe hacer un esfuerzo para perfilar los beneficios e importancia de la
internacionalización sin fines lucrativos y para destinar recursos a la
aplicación y conservación de la dimensión internacional de la docencia, la
investigación y el servicio”.
Por su parte, Sylvie Didou,
investigadora del CINVESTAV, dictó la conferencia Academic Mobility in LAC,
donde señaló que como respuesta a iniciativas integracionales, en América
Latina, durante la década de los noventa se presentó un proceso, hasta ahora
vigente, de internacionalización convencional.
Aunque en la región surgieron
muchos programas aún se carece de sustentos para llevarlos a cabo. A diferencia
de Asia, aquí no se cuentan con cifras o datos confiables para afirmar cuántos
son y a quiénes han beneficiado, subrayó.
Esta situación ha llevado a
dar mayor énfasis, por lo menos discursivo, sino es que también en lo político,
en la internacionalización, pero
también a la exaltación de algunas conductas perversas, como la sobre
evaluación del factor global en la carrera académica, reveló.
Respecto del proceso de
internacionalización comercial en el ámbito educativo en esa zona, dijo que éste
se ha caracterizado por una explosión de la oferta a distancia, lo cual “es
importante en la medida en que las universidades empiezan a explotar ese
mercado”.
Asimismo, se ha distinguido
por la multiplicación de alianzas para poder superar las ofertas educativas de
otras instituciones de educación superior, abundó.
No obstante, un aspecto
importante son las restricciones a los proveedores de estos servicios,
impuestas por universidades como la de Brasil y México, los cuales se han visto
en la necesidad de actuar en función de sus propias previsiones y normas
jurídicas, puntualizó.
Por ello, sería conveniente
unificar criterios en cuanto a la regulación de ofertantes, porque hasta la
fecha pocos países de Latinoamérica han hecho intentos por establecer normas
específicas, concluyó.
-oOo-
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1
La demanda de educación superior aumentó en la mayoría
de los países del mundo, afirmó Jane Knight, de la Universidad de Toronto, en
el seminario “Movilidad académica en un ambiente comercial: cuestiones, oportunidades
y riesgos”, organizado por la UNESCO y la UNAM.
Foto
2
La investigadora Sylvie Didou dictó la conferencia
Academic Mobility in LAC en el seminario “Movilidad académica en un ambiente
comercial: cuestiones, oportunidades y riesgos”, organizado por la UNESCO y la
UNAM.