Boletín UNAM-DGCS-415
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al
final del boletín
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Busca promover la incorporación del
hidrógeno como vector energético importante y lograr la transición hacia una
economía basada en combustibles limpios y sustentables
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Gerardo Ferrando, director de la Facultad de
Ingeniería, junto con los integrantes del Consejo Consultivo de la Red,
participó en la toma de protesta del consejo directivo 2005-2007
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El aumento en la demanda de energía ha
motivado la búsqueda de fuentes alternas: Salvador Landeros, presidente del
Consejo Directivo
Para promover en México la
incorporación del hidrógeno como vector energético importante y lograr la
transición hacia una economía basada en combustibles limpios y sustentables, en
la UNAM se constituyó la Red Nacional de Hidrógeno (RNH2) como sociedad civil.
Con ella se busca iniciar y
consolidar proyectos de desarrollo tecnológico y de demostración mediante
estudios científicos y técnicos, con la colaboración del empresariado nacional
y la academia; así como incentivar el uso de nuevas concepciones, principios e
innovaciones basados en este elemento químico, para su uso industrial en
México.
En la Torre de Ingeniería de
la Universidad Nacional, los integrantes del Consejo Consultivo de la Red: José
Luis Fernández Zayas, Juan Mata Sandoval, Juan Luis Eibenschutz, Pablo Mulás
del Pozo y Gerardo Ferrando Bravo, director de la Facultad de Ingeniería (FI),
tomaron protesta al primer Consejo Directivo (2005-2007) de dicha sociedad.
En su calidad de miembro del
Consejo Consultivo de la RNH2, Ferrando Bravo comentó que la UNAM –una de sus
principales promotoras, junto con la Academia de Ingeniería–, ante la escasez
de recursos en el país, promueve la investigación científica y tecnológica en
ese campo, mediante bolsas financieras para distintas orientaciones.
Una de ellas fue para las
escuelas y facultades. Ahí hubo una convocatoria para presentar, entre varias
entidades, proyectos de gran impacto. Así, las facultades de Ingeniería y Ciencias
se inspiraron en lo que en algún momento se planteó como la villa del hidrógeno
y se propuso un plan para aprovechar todas las aplicaciones, usos y
posibilidades de generación de energía.
Ferrando Bravo subrayó que se
deberán utilizar capacidades, compartirlas, pues con el conocimiento obtenido
se avanzará en beneficio del país, en este caso, en su concreción.
Reveló que mientras en Estados
Unidos, Canadá, Japón y la Unión Europea desde hace años se realizan esfuerzos
para liberarse de los hidrocarburos como principal fuente energética, en México
no se le ha dado la importancia debida.
En la Red participan 31
instituciones educativas e instancias del sector público y privado, como:
Facultad de Ingeniería, Programa Universitario de Energía, y los centros de
Investigaciones en Materiales Avanzados y de Investigación en Energía, de la
UNAM, y el Instituto Politécnico Nacional.
Asimismo, Comisión Federal de
Electricidad, Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Grupo Carso, IMP,
Sociedad Nuclear Mexicana, Academia de Ingeniería, Instituto Mexicano del
Transporte, Luz y Fuerza del Centro, Pemex, UAM, Total Energy H2 y Secretaría
de Energía, entre otras.
Al asumir la presidencia del
Consejo, Salvador Landeros Ayala, secretario de Posgrado e Investigación en la
FI, aseguró que el aumento en la demanda de energía, aunado al excesivo uso de
los combustibles fósiles y las consecuencias ambientales que originan, han
motivado la búsqueda de fuentes alternas.
Indicó que el hidrógeno es un
energético intermedio al no encontrarse libre en la naturaleza; requiere de un
proceso de generación con equipos especiales y materia prima. Su empleo tiene
múltiples ventajas, es capaz de sustituir al petróleo y sus derivados en
diferentes aplicaciones; además, no contamina el medio ambiente, es abundante y
renovable.
Landeros Ayala advirtió que la
producción de hidrocarburo en México y el mundo está a punto de alcanzar su
punto máximo, después del cual comenzará a disminuir, por lo que es necesario
tomar medidas para garantizar el abasto.
Para hacer del hidrógeno una
fuente de energía limpia, segura y confiable se requiere investigación y
desarrollo de infraestructura, añadió. En su generación, almacenamiento,
distribución, conversión y uso hay retos por superar para lograr una alta
eficiencia técnica y económica que facilite la transición hacia el mismo.
Insistió en que aún cuando con
adelantos aplicables en forma masiva en el mediano y largo plazos, es
importante practicar la cultura de visión de futuro a fin de reducir el rezago
en este campo y estar preparados para intervenir en la transición mundial.
Dadas las condiciones y
circunstancias de México, abundó, en donde son escasas las inversiones para
crear grandes centros, laboratorios o institutos, es imperativo sumar esfuerzos
y crear consorcios o redes de investigación como la RNH2. Es un punto
estratégico para fortalecer el progreso científico nacional.
Planteó que durante su gestión
terminarán el documento guía del Plan Nacional de Hidrógeno e iniciarán otros
proyectos. Se explora la factibilidad de importar celdas para dotar de energía
eléctrica a un laboratorio de la FI y para el calentamiento de la Alberca de
CU.
Además, señaló, se pretende
que en dos autobuses de transporte interno se incluyan elementos que lo
utilicen. Son eléctricos con baterías de plomo ácido, a los cuales se harán las
modificaciones necesarias para convertirlos.
El consejo directivo de la
RNH2 quedó integrada por: Salvador Landeros Ayala, presidente; Kenneth S. Smith
Jacobo, vicepresidente; Andrónico González Ocampo, secretario; Juan Luis
Francois Lacouture, tesorero; Petro Matabuena Cascajares, prosecretario, y Omar
Solorza Feria, protesorero. También se integraron los comités de Admisión,
Vinculación con la Industria y el Extranjero, de Finanzas y Técnico.
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PIES DE FOTO
FOTO 01.
José Luis
Fernández, Gerardo Ferrando Bravo y Salvador Landeros Ayala, durante la
constitución en la UNAM de la Red Nacional de Hidrógeno como sociedad civil.
FOTO 02
Para promover en México la incorporación del hidrógeno como vector energético, se constituyó en la UNAM la Red Nacional de Hidrógeno como sociedad civil.