Boletín UNAM-DGCS-356
Ciudad
Universitaria
![]() |
![]() |
![]() |
![]() |
Pies de foto al
final del boletín
INAUGURAN EN LA BIBLIOTECA NACIONAL LA EXPOSICIÓN ENTRE LIBROS Y MATRACES
·
Exhibe obras antiguas de la literatura
química de los siglos XVI al XIX; junto con fotografías de la primera escuela
del ramo en México e instrumentos de la época
·
Los textos que se muestran pertenecen al
acervo del Fondo Reservado de la BN y son testimonio de la riqueza
bibliográfica de nuestro país, señaló su director, Vicente Quirarte
·
El director del IQ, Raymundo Cea, aseguró que
esta actividad responde a la necesidad de un mayor acercamiento entre ciencias
y humanidades
·
La comunidad universitaria y el público en
general podrán observar los textos hasta el 25 de mayo, de 9 a 20 horas
La Biblioteca Nacional (BN) y
el Instituto de Química (IQ) de la UNAM inauguraron la muestra Entre libros y
Matraces, donde se exhiben obras
antiguas de la literatura química de los siglos XVI, XVII, XVIII, XIX y parte
del XX.
Asimismo, se presentan
fotografías de la primera escuela de ese ramo en México e instrumentos y
aparatos de la época, prestados por la Fundación “Roberto Medellín”.
Los textos, que se podrán
observar hasta el 25 de mayo por la comunidad universitaria y el público en
general, pertenecientes al acervo del Fondo Reservado de la BN, son una clara
muestra de los avances y logros de la humanidad a través del tiempo y, a la
vez, testimonio de la riqueza bibliográfica de nuestro país, señaló el director
de la Biblioteca, Vicente Quirarte.
Revelan, agregó, los
principios y bases de esta disciplina; descubrimientos de algunos de los
elementos de la tabla periódica y su nomenclatura en diferentes épocas. Hablan
también de las propiedades medicinales de plantas y minerales, así como muchas
otras aportaciones científicas, al dar a conocer la evolución del saber químico
que tuvo lugar durante los siglos pasados.
“Personajes de gran
importancia para la cultura mexicana –como Andrés Manuel del Río, descubridor
del vanadio (1801) y autor del primer libro de mineralogía en América (1795), y
el destacado científico Leopoldo Río de la Loza, químico farmacéutico, en cuya Introducción
al estudio de la Química (1848) plasma sus conocimientos sobre química orgánica
y la determinación de las sales– son presentados en esta muestra”.
Se incluyen, por supuesto,
obras de Lavoisier, pionero de la química moderna, y de Boyle, entre otras,
indicó Vicente Quirarte, quien explicó que, de acuerdo con la Enciclopedia
Británica, esta disciplina científica se refiere a las propiedades internas de
las sustancias; a sus transformaciones, desarrollo y control para obtener fines
específicos.
Dentro de esta definición
general, consideró, se encuentra una similitud con las humanidades, que tienen
una naturaleza semejante. La historia y la literatura se valen también de
elementos para exponer los comportamientos de seres, objetos y sucesos.
Entre libros y matraces
muestra, precisamente, esa relación entre letras y química, y a ello, informo,
se dedicará una mesa redonda en la clausura de la exposición.
A su vez, el director del
Instituto de Química, Raymundo Cea, señaló que esta actividad no es una
curiosidad museográfica. Es intentar dar luz a este campo a través del
conocimiento de los libros que han sustentado el saber. Otro aspecto es
reconocer, mediante estos elementos, quiénes somos y de dónde provenimos.
Pretende también, agregó, dar
respuesta a la urgente necesidad que existe en la Universidad y el país, de que
haya un acercamiento real y profundo entre ciencias y humanidades. “No es
posible que continuemos en la creencia que son campos diferentes”.
Historia y filosofía son y
deben continuar siendo motor del quehacer de un científico de la química,
física o astronomía. Sin un conocimiento profundo del devenir de la ciencia, de
su país y una concepción reflexiva, simplemente este quehacer se convertiría en
una colección de datos intrascendentes y disconexos. Ni la nación ni la
humanidad pueden compilar cifras sin ningún sentido, subrayó Raymundo Cea.
El científico universitario
llamó a que esta exposición sea el inicio de un conjunto infinito de
vinculaciones entre los institutos de humanidades de la Universidad y el
Colegio de México (COLMEX), para que los especialistas nos humanicemos más y
los humanistas comprendan el mundo físico que, esencialmente, la química les ha
dado.
Durante la inauguración de la
exposición, cuyo horario será de 9 a 20 horas, el presidente del COLMEX, Andrés
Lira, se refirió a la relación del IQ con esta institución en sus orígenes y
explicó el curso de este Instituto en su catálogo histórico.
Es, dijo, un claro vínculo
filial. Una unión que debía consolidarse en beneficio de las dos entidades,
particularmente un camino en donde se pueden hacer grandes aportaciones. Esta
celebración abre un ejemplo de esa posibilidad y aquí está la muestra. Espero
que sea el inicio de un nexo sistemático, concluyó
-o0o-
FOTO 01
Raymundo Cea,
Andres Lira y Vicente Quirarte inauguraron en la Biblioteca Nacional la muestra
Entre libros y Matraces, donde se exhiben obras de la literatura química de los
siglos XVI al XIX.
FOTO 02
En la Biblioteca
Nacional se exhiben antiguos instrumentos y aparatos para hacer química, como
parte de la muestra Entre libros y Matraces, coordinada por el Instituto de
Química de la UNAM y la propia BN.
FOTO 03.
Asistentes a la
muestra Entre libros y Matraces, organizada por el Instituto de Química de la
UNAM y la Biblioteca Nacional, donde se muestran antiguos textos sobre esta
disciplina, así como instrumentos y aparatos históricos.