Boletín UNAM-DGCS-299
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ESTUDIAN UNIVERSITARIOS SÍNDROME DE MUERTE SÚBITA DEL LACTANTE
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En México uno de cada mil niños que nacen
vivos perece por esta causa, indicó Jorge Vázquez Herrera, profesor de la
Facultad de Medicina
· Un menor sano tiene cuatro veces más posibilidades de morir por SMSL, si su madre fuma, aseveró
Una mala posición al dormir,
almohadas, cunas o cobertores inadecuados, presencia de fumadores, fiebre
continua, exceso de ropa o estar en una habitación calurosa, entre otros
factores, puede llevar a los niños a fallecer por el Síndrome de la Muerte
Súbita del Lactante (SMSL), afirmó Jorge Vázquez Herrera, profesor de la
Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
En México uno de cada mil
niños que nacen vivos perece por esta causa. Se ha observado que 60 por ciento
de estos menores son varones y el resto mujeres; es decir, por cada tres niños
muertos hay dos niñas. Sin embargo, no es un problema de salud pública, porque
los casos son aislados, aseveró el pediatra.
El SMSL, precisó, puede definirse como la
expiración repentina de un lactante aparentemente sano. Casi 85 por ciento de
fallecimientos por el síndrome sobreviene de uno a seis meses de vida; no
obstante, esto no quiere decir que de después de esta etapa ya no haya riesgo,
pues hasta el año todavía se presenta, aunque esta cifra disminuye hasta 15 por
ciento.
Existe consenso en que la
principal causa es acostar al bebé boca abajo, porque en la mayoría de los
casos, sobreviene mientras duerme, por lo cual también se le llama “muerte de
cuna”. Se habla de SMSL cuando sufre de
ahogo o apnea –suspensión más o menos larga de la respiración–, y no es capaz
de activar espontáneamente algún mecanismo para evitarlo, aclaró.
En este caso, dijo, se debe
descartar el hecho de que el niño haya sido asfixiado por causas específicas o
por algún tipo de enfermedad infecciosa o pulmonar.
Existen muchos factores de riesgo, pero
sin duda uno el más importante es el biofisiológico. “Se sabe que al nacer
nuestros receptores de bióxido de carbono aumentan; de hecho, el organismo
produce por metabolismo celular cantidades exageradas de este compuesto, pero
ante este fenómeno reaccionamos mediante la aspiración de oxígeno”, comentó.
Ellos se encuentran en núcleos
respiratorios ubicados en la médula espinal, pero en algunos infantes no están
lo suficientemente maduros o son demasiado pequeños, y precisamente estos
sujetos no presentan una respuesta ante una descarga del bióxido, subrayó.
Aún no existe una respuesta específica
para este fenómeno, pero se cree que el aumento del gas puede incrementarse
cuando los menores usan almohadas altas o demasiado blandas; si son cubiertos
totalmente por sus cobijas o se encuentran en lugares poco ventilados y donde
hay fumadores, aseguró.
Reveló que un menor sano tiene cuatro
veces más posibilidades de morir por SMSL si su madre fuma; si también lo hace
el padre la probabilidad se eleva a seis. “El humo del cigarro actúa como
productor de monóxido de carbono y, por lo tanto, es considerado un factor
desencadenante”.
Existen además, diversas causas que
pueden llevar a un desenlace fatal en los lactantes. Por ejemplo, si duerme
junto con sus progenitores o en cunas no adecuadas a su talla aumenta dicha
probabilidad, porque puede ahogarse con sus propios cobertores, puntualizó.
Un niño prematuro o con bajo
peso al nacer tiene mayor posibilidad de morir por su estado; además, mientras
más pequeño sea, el peligro de dormirlo boca abajo es mayor porque se puede
asfixiar con su almohada.
Asimismo, abundó, se ha visto que son
susceptibles quienes duermen mucho, despiertan apenas para alimentarse y no lo
hacen por la vía del seno materno, sino con leches artificiales. Otros
desencadenantes son fiebre continua, exceso de ropa o estar en una habitación
calurosa, pues hay disminución de oxígeno.
El pelo de las pieles de animales que en
ocasiones se ponen sobre las cunas también puede generar dificultades para
respirar, indicó. La raza es otro factor de riesgo, pues se ha visto que los
niños negros y sajones son quienes más sufren de SMSL, mientras quienes menos
incidencia presentan son los latinos.
Las madres menores de 20 años,
solteras o que tuvieron poco o nulo control prenatal, pueden tener vástagos que
presenten este síndrome. En el primer caso puede ser la inexperiencia y en el
segundo porque no pueden dedicarles cuidados, comentó.
Como ya se mencionó, la
posición al dormir puede ser determinante, por ello se recomienda acostar al
infante preferentemente de lado. Si bien dormirlo boca arriba disminuye las
probabilidades, ello aumenta el riesgo de sufrir broncoaspiración por reflujo o
vómito que lleve a la sofocación.
Ante esta situación, el especialista
recomendó el uso de almohadas planas; llevar un control prenatal mínimo tres o
cuatro veces durante el embarazo, independientemente de la edad o tipo de mamá,
así como una visita mensual al pediatra.
Afortunadamente, destacó,
México se encuentra dentro de los países que en 1989 firmaron el Tratado de
Innocentim, con el cual se comprometió a que la mayoría de sus hospitales
atendieran de manera especial a madres e infantes desde el periodo prenatal.
También, precisó, se recomienda dormir a
los hijos pegados a los pies de la cama, para que no tengan la posibilidad de
resbalarse y ser cubiertos por sus cobijas.
Además, se cree que el uso del chupón es
recomendable si se considera como un medio para que el niño mantenga la boca
abierta y si le falta la respiración por la nariz puede hacerlo por vía oral,
aunque esto no está probado, concluyó.
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PIES DE FOTO
Foto 1
Cerca de 60 por ciento de los
menores que fallecen por Síndrome de Muerte Súbita son varones, indicó Jorge
Vázquez, profesor de la Facultad de Medicina de la UNAM.
Foto 2
Casi 85 por ciento de fallecimientos
por el Síndrome de Muerte Súbita en Lactantes sobrevienen entre uno y seis
meses de edad, subrayó el especialista universitario Jorge Vázquez.