06:00 hrs.  10 de Marzo  de 2005

 

Boletín UNAM-DGCS-190

Ciudad Universitaria

 

Pies de fotos al final del boletín

 

POLÍTICO Y DE APLICACIÓN, EL PROBLEMA DE LOS DERECHOS HUMANOS

 

·        El defensor público argentino Mario Luis Coriolano, dijo en la UNAM que esta situación no se debe acrecentar con desconfianza, indolencia y escepticismo

·        Se clausuró el Seminario “Lucha contra la Tortura”, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de esta casa de estudios

 

El problema de los derechos humanos no es de fundamentos o definiciones, sino político y de aplicación, y no se debe acrecentar con desconfianza, indolencia y escepticismo, subrayó en la UNAM el director del Banco de Datos contra la Tortura de Argentina, Mario Luis Coriolano.

 

Durante la clausura del Seminario Lucha contra la Tortura –realizado en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ)–, a cargo del embajador adjunto de la Embajada de la Gran Bretaña en México, Vija Rangarajan, y el secretario académico de esa entidad universitaria, José María Serna de la Garza, señaló que es clara la necesidad de reforzar sus conceptos de independencia y poder.

 

Dentro del paradigma internacional de los derechos humanos y su doble impacto, indicó, la independencia judicial de los siglos XVIII y XIX se mantiene y fortalece, así como la no interferencia de los otros poderes.

 

A partir de la segunda mitad del siglo XX, abundó, la figura del juez independiente e imparcial es requisito en la Convención Americana y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Este último agregado se refiere a su autonomía en casos concretos: debe ser neutral, sin ningún interés comprometido.

 

El defensor público puntualizó que se deben aprovechar las reformas judiciales para fortalecer las defensas débiles y, en algunos casos, las inexistentes. Pero, resaltó, una de las reglas básicas es la transparencia.

 

Por su parte, en el auditorio Héctor Fix–Zamudio del IIJ, el asesor de la Defensoría del Pueblo de Colombia, Jheison Torres, planteó que la historia del poder en la humanidad, que define las reglas constitucionales, es la invención permanente de mecanismos para controlar la actuación de policías, juzgadores, políticos y masas, entre otros.

 

La fórmula, expuso, es el fortalecimiento de controles y del Estado de derecho; el equilibrio de los agentes o sujetos en desventaja. Para ello, hay muchas maneras de hacerlo, no sólo las reformas legales; una de ellas, dijo, es mediante el diálogo entre instituciones.

 

Otro aspecto que consideró fundamental fue la educación, pero no sólo académica sino para la prevención de la violación de los derechos humanos y, en especial, la tortura. Para esto, manifestó la necesidad de que se logre la visibilización y sensibilización de los problemas, así como tener un espacio de creatividad en la mencionada formación.

 

A su vez, el fiscal y dirigente del Programa de Capacidades contra la Tortura de Brasil, Luciano Mariz Maja, expresó su esperanza de poder enseñar a los humanos a mejorarse, pues la enseñanza y valores en este sentido significa vivir la palabra.

 

Comentó que es necesario compartir experiencias, dividir el miedo, multiplicar el coraje, valorar las conquistas, marcos normativos y luchar para implementarlos.

 

 

 

Asimismo, refirió, se debe reconocer que una decisión justa es resultado de un proceso en las mismas condiciones, lo que muestra que el esfuerzo de cada parte es para ser equitativos, no justicieros. ”Manos solidarias –destacó– serán la solución para las manos desesperadas”.

 

En su oportunidad, la coordinadora de la Maestría en Derecho Internacional en Derechos Humanos de la Universidad Essex, Inglaterra, Clara Sandoval, identificó la existencia de una ideología que se ha sedimentado mediante el tiempo acerca de qué es el derecho y cómo debe operar.

 

A través de los siglos, definió, se han generado diversos conceptos como el de la justicia, los cuales se traducen en la manera como se trabaja a diario en esta disciplina, por medio de los diferentes roles que desempeñan los especialistas en el área, ya sea funcionarios públicos, abogados o profesores.

 

En la actualidad, apuntó, existe un pensamiento dominante y una crisis institucional en el sistema de justicia no sólo de México sino de Colombia, Perú, Brasil o Argentina, entre otros.

 

La postura que sostiene al sistema, concretó, debe empezar a transformarse, lo cual lleva tiempo. Por ello, invitó a los abogados a convertirse en operadores jurídicos; no como meros objetos del sistema bajo premisas aprendidas sin analizar ni cuestionar. Por ello, pidió inquirir estas visiones y categorías con los que trabajan para ofrecer un servicio mejor y con convicciones, concluyó.

 

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FOTO 01

 

Mario Luis Coriolano, director del Banco de Datos contra la Tortura de Argentina, subrayó en la UNAM que el problema de los derechos humanos no es de fundamentos o definiciones, sino político y de aplicación.

 

FOTO 02

 

La clausura del Seminario Lucha contra la Tortura –realizado en el Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ)–, estuvo a cargo del embajador adjunto de la Embajada de la Gran Bretaña en México, Vija Rangarajan, y el secretario académico de esa entidad universitaria, José María Serna de la Garza.