Boletín UNAM-DGCS-155
Ciudad Universitaria
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FOCOS ROJOS EN EL
SECTOR RURAL ANTE LA APERTURA DEL TLC
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Más de la mitad de la población del campo
vive en pobreza, afirmó en la UNAM el consultor de la CEPAL Andrés Rosenzweig
·
Fernando Rello Espinosa de la FE, señaló que
se debe avanzar hacia un orden comercial más justo, mientras se desarrolla una
estrategia de fomento productivo nacional
·
Se realizó en esta entidad el Seminario La
apertura del TLCAN en el 2008 y el futuro de los pequeños productores agrícolas
en México
En
el sector rural existen “focos rojos” por el Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLCAN) ante la apertura total de productos como el maíz y
frijol, al estimarse que 51 por ciento de la población del campo –integrada por
23 millones de mexicanos– vive en pobreza, mientras que 32 por ciento de los
jornaleros carece de remuneración y algunos no rebasan los dos salarios
mínimos, afirmaron especialistas universitarios.
Al
participar en Seminario “La apertura del TLCAN en el 2008 y el futuro de los
pequeños productores agrícolas en México”, organizado por la Facultad de
Economía (FE) de la UNAM, el experto Andrés Rosenzweig indicó que las cifras de
miseria en este ramo son intolerables, por lo que el pequeño y mediano productor
requiere una política de fomento y promoción de bienestar social.
Recordó
que desde el 2000 todos los grupos agroalimentarios fueron liberados, a
excepción del maíz, frijol, así como leche en polvo y jugo de naranja, los
cuales quedarán a expensas de las fuerzas del libre mercado entre nuestro país,
Canadá y Estados Unidos a partir de 2008.
El
también consultor externo de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL)
en México precisó que la población rural constituye 25 por ciento en la
república. Sin embargo, en su mayor parte son trabajadores y jornaleros, no
productores, y entre estos últimos predomina el minifundio para autoconsumo.
El
experto recordó que a partir de la firma del TLCAN ha sido sobresaliente el
desempeño exportador, pues las ventas foráneas crecieron 10 por ciento cada
año, y las importaciones a 6 por ciento. Pese a ello, opinó, las políticas
públicas entre 1994 y 2005 “no han sido consistentes”.
Desde
su óptica, la globalización es ineludible, pero el Estado no debe permitir ganadores
ni perdedores. Así, planteó, la protección de frontera debe sustituirse por
subsidios. Se trata, explicó, de un neoproteccionismo, donde se eliminan los
aranceles pero se compensen con apoyo para que las transacciones sean
equilibradas.
Por
su parte, el profesor e investigador de la FE, Fernando Rello Espinosa, señaló
que la política agrícola mexicana debe actuar tanto en el plano internacional como el interno. En el primer
ámbito se debe avanzar hacia un orden comercial más justo, mientras se desarrolla
una estrategia de fomento productivo nacional, pues si el gobierno se concentra
en lo local, mientras el contexto global continúa desfavorable, es posible no alcanzar resultados positivos.
Así,
afirmó, la renegociación del acuerdo no resolvería problemas ante las reglas de
la Organización Mundial de Comercio, por lo que es indispensable un cambio
integral en el orbe.
Dicha
transformación, abundó, implicaría negociar reducciones sustantivas de los
niveles de salvaguarda a los productores de los países ricos, así como
aumentarlas en las naciones en riesgo de dependencia alimentaria severa (es
decir, que más de 50 por ciento del
consumo nacional se cubra con importaciones) pueda aplicar aranceles.
Aseveró
que los efectos del Tratado que Libre Comercio sobre la agricultura son
funestos porque disminuyen los precios, salarios y han propiciado un mercado de
trabajo poco dinámico.
Rello
Espinosa precisó que el grupo de productores de maíz que se dedican al
monocultivo es el que va a recibir el mayor
impacto de esta alianza, sobre todo por los efectos de la caída de
valor.
Ellos,
abundó, podrían verse forzados a cambiar de cultivo o a realizar actividades
diferentes, por lo que en ellos es necesario enfocar los esfuerzos
gubernamentales. Representan 40 por ciento de los campesinos de Michoacán; 28
de Sinaloa, y 43 de los veracruzanos.
Por
último, el secretario general de la FE, Antonio Ibarra Romero, señaló que el
tema de la apertura total del TLCAN es crucial para el futuro de la sociedad
rural mexicana. Concluyó que la libertad de entendimiento, opinión y generación
de alternativas para el país, es uno de los grandes activos sociales de esta
entidad universitaria.
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FOTO 01
Antonio Ibarra
Romero, secretario general de la FE de la UNAM, señaló que el tema de la
apertura total del TLCAN es crucial para el futuro de la sociedad rural
mexicana.
FOTO 02
El profesor e
investigador de la FE de la UNAM, Fernando Rello Espinosa, señaló que la
política agrícola mexicana debe actuar tanto en el plano internacional como el interno.
FOTO 03
El experto Andrés
Rosenzweig dijo en la UNAM que las cifras de miseria en el campo son
intolerables, por lo que el pequeño y mediano productor requiere una política
de fomento y promoción de bienestar social.
FOTO 04
Asistentes al
Seminario “La apertura del TLCAN en el 2008 y el futuro de los pequeños
productores agrícolas en México”, organizado por la Facultad de Economía de la
UNAM.