Boletín
UNAM-DGCS-1073
Ciudad Universitaria
Pie de fotos al final del boletín
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Señaló Edna
Naranjo García, investigadora del Instituto de Biología de la UNAM
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La curadora de la
Colección Nacional de Moluscos de esta casa de estudios dijo que no se sabe
exactamente cuántas variedades continentales existen en nuestro país
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Se ha calculado
que hay mil 500 especies terrestres y de agua dulce. Además, detalló, hay pocos
especialistas en el ramo
Sólo se conoce alrededor de 10 por ciento de
las especies de moluscos que posee México, el segundo grupo de animales más
diverso después de los artrópodos, señaló Edna Naranjo García, investigadora
del Instituto de Biología (IB) de la UNAM.
La
también curadora de la Colección Nacional de Moluscos de esta casa de estudios,
dijo que no se sabe exactamente cuántas variedades continentales existen en la
República Mexicana, porque se han estudiado poco.
Las
especies marinas se conocen bien; los de ríos y lagos y de tierra mucho menos,
debido a que habitan escondidos en su medio ambiente. Se ha calculado que
existen mil 500 especies de moluscos continentales, es decir terrestres y de
agua dulce. Además, detalló, hay pocos especialistas en el ramo.
Explicó
que son invertebrados, de cuerpo blando, que pueden tener concha o no, los
cuales han llamado la atención de los seres humanos desde épocas remotas por su
forma, belleza y tamaño de sus ejemplares.
Los
moluscos, precisó, son de mucha importancia. Por un lado, han sido fuente de
alimento para el hombre desde la prehistoria. Incluso, en la actualidad se
piensa que pueden serlo aún más en el futuro, cuando falten otros recursos.
Casi
a diario, expuso, se emplean sin estar conscientes de ello. Muchos hogares
tienen ceniceros o jaboneras de concha. También, se les ha aprovechado, como
elementos decorativos del cuerpo, pues se usan para realizar objetos
ornamentales, como aretes y collares; en el vestido, como botones; calzado y
cabello.
Asimismo,
añadió, como adornos para muebles, en forma de incrustaciones, y otros objetos;
algunos como vasijas, como las conchas trompeta. Se han empleado en pinturas
religiosas, para enfatizar principalmente el halo de los santos.
En
el pasado, aseguró Naranjo García, las conchas molidas se utilizaron como
fuente de calcio para la nixtamalización del maíz, y aún se trituran para
mejorar el contenido nutricional del alimento para mascotas. También su baba o
saliva se destina para cremas antiarrugas y contra celulitis; la concha nácar
para disminuir las cicatrices y aclarar la piel. De este modo, “si se busca se
encontrarán muchas cuestiones con las que están relacionados”.
No obstante, reveló, algunos son transmisores
de enfermedades para el ser humano y los animales, tanto silvestres como domésticos;
los hay que forman plagas: como las babosas en los jardines, y otros de agua
dulce, que llegan a crecer en grandes cantidades en las tuberías de ciertas
industrias, como las termoeléctricas, hasta bloquear el paso del fluido que
debería correr normalmente por ellas.
En
el ámbito mundial se calcula que hay alrededor de cien mil especies de
moluscos, y se descubren nuevas en los continentes y las grandes profundidades
del océano, adelantó.
Sobre la Colección Nacional de Moluscos,
informó que está formada por el acervo localizado en el IB de la UNAM en Ciudad
Universitaria y en la Estación de Biología Chamela, Jalisco. En la actualidad,
cuenta con cinco mil lotes, dos mil de los cuales están ya catalogados; cada
uno tiene de uno a varios ejemplares de una misma especie.
Cabe
señalar que además de asignarles un número de registro, entre otros datos se
anota la localidad de procedencia del organismo, la fecha de recolección, el
nombre científico de la especie y el de la familia a la que pertenece, refirió.
Se tienen representados casi la totalidad de
los estados de la Federación, excepto Aguascalientes, además de algunos
ejemplares de 17 países (México, Alemania, Belice, Brasil, Cuba, Chile,
Guatemala, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón, Kenia,
Panamá, Suiza y Sudáfrica). Son 158 las familias de moluscos caracterizados: 94
de marinos, 52 de terrestres y 12 dulceacuícolas.
Los
ejemplares pueden ser conchas u organismos completos, con partes blandas,
también llamadas “en espíritu”, los cuales son preservados en alcohol. Además,
expresó, para algunos se preparan laminillas permanentes, una forma de
conservar estructuras anatómicas, importantes para su estudio y determinación a
nivel de especie.
Existe
también la colección comprobante, que contiene los ejemplares provenientes de
proyectos particulares o que en la actualidad se llevan a cabo. Éstos se
mantienen sin número de catálogo hasta que concluya el estudio. También está la
colección de sobretiros, en número indeterminado, organizada en un orden de
fichas bibliográficas. Esta colección contiene separatas o copias,
principalmente enfocados a la sistemática y biogeografía, abundó.
El objetivo y el reto de esta Colección es
que sirva para conocer y conservar los tesoros de México, así como para que las
personas que quieran estudiarlos tengan referencias que les sirvan de base para
sus análisis, insistió la especialista.
“Es un campo abierto para la investigación:
los moluscos son especies índices que nos señalan edades y climas pasados;
tenemos unos cerca de las grandes nieves y otros que viven en los desiertos”,
concluyó.
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FOTO 01
Sólo se conoce alrededor de 10 por
ciento de las especies de moluscos de nuestro país, aseguró Edna Naranjo
García, investigadora del Instituto de Biología de la UNAM.
FOTO 02.
Los moluscos se han estudiado poco en México, afirmó Edna Naranjo García, Investigadora del Instituto de Biología y curadora de la Colección Nacional de Moluscos de la UNAM.