Boletín
UNAM-DGCS-1066
Ciudad Universitaria
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CREAN EN LA UNAM FÁRMACO
CONTRA LA ARTRITIS Y MÉTODO DE DIAGNÓSTICO PARA CÁNCER PROSTÁTICO
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Manuel Soriano
García, del Instituto de Química, informó que se busca que el amaranto genere
selenio, útil como antiinflamatorio
·
También crea compuestos
específicos para almacenarse en esa glándula masculina, y determinar si hay un
crecimiento celular desordenado
Científicos universitarios encabezados por
Manuel Soriano García, del Instituto de Química de la UNAM, buscan que las
plantas de amaranto generen selenio, un elemento químico cuya deficiencia en el
organismo produce desórdenes en el sistema óseo; además, posee un efecto
antiinflamatorio útil en el tratamiento de enfermedades como la artritis reumatoide.
Además, el mismo investigador, pionero en México del establecimiento de la cristalografía de moléculas pequeñas, y en determinar la estructura tridimensional de una proteína en estado sólido cristalino en América Latina, también desarrolla un método de diagnóstico para cáncer de próstata.
El especialista aclaró que aunque en altas
cantidades el selenio es tóxico, se busca incorporarlo en un producto natural
empleado en la cocina mexicana, que no origine ningún daño o efecto colateral
por su uso.
En las pruebas realizadas en animales y
voluntarios con afectación en manos y rodillas, los resultados en la aplicación
directa del compuesto han sido satisfactorios, aseguró. Se trata de un agente
terapéutico y quimiopreventivo relacionado con padecimientos como cáncer,
diabetes y Alzheimer, además de que es antibacteriano y fungicida.
De ese modo, en su laboratorio del Departamento de Bioquímica de esa entidad, se hace el diseño racional de fármacos con base en organoselenidos, es decir, expuso, compuestos orgánicos que contienen selenio como parte integral de su molécula.
El también investigador nacional recordó que esta búsqueda surgió de una necesidad personal. “Hace alrededor de tres años empecé con problemas de artritis, mis dedos se comenzaban a deformar. Encontré que el selenio y el oro se usan para su tratamiento, aunque no se sabe cómo actúan”.
El médico le recetó un remedio simple, similar a la aspirina. “Pensé qué pasaría si le incluía selenio, si tendría un doble efecto”. Así se comenzó la síntesis de los primeros compuestos, si se toma en cuenta cuáles podrían ser llevados de mejor manera en el torrente sanguíneo hasta el sitio requerido por la proteína de “transporte”, la albúmina, añadió.
La ingestión diaria de ese elemento en los alimentos, refirió, debe ser mínima para no causar daños y, al mismo tiempo, ser útil para ciertas proteínas, es decir, entre 50 y 80 microgramos, detalló.
Los primeros productos obtenidos por los universitarios fueron probados en ratas, donde se confirmó su poderoso efecto antinflamatorio. “Eso motivó a desarrollar nuevos compuestos, con un estudio mucho más detallado, y la mejor prueba era aplicarlos directamente donde dolía”, refirió.
Empero, aclaró, para obtener un fármaco comercializable, se requieren estudios largos y complejos que incluyen pruebas con animales para determinar afectaciones en cada órgano; y luego, clínicos en humanos. Es decir, de seis a ocho años, además de dinero e infraestructura. De ahí que se decidiera a buscarlo de forma natural.
El selenio proviene del amaranto mediante la modificación de enzimas. En lugar de darle azufre se le provee de selenio, el cual se incorpora a su estructura. Luego se extraen las proteínas que ya contienen ese elemento y son las que se utilizan, explicó.
El también
creador de la leche, queso y yogur de amaranto, señaló que se desconocen las
características de este agente antinflamatorio. No se sabe cómo funciona, pero
sí que participa en enzimas que son poderosos antioxidantes, como las
glutation-peroxidasas, deiodinasas, tioredoxina reductasa y selenoproteínas.
Posiblemente,
opinó, intervenga al evitar que la articulación se inflame; de esa forma el
sistema se repara, porque la artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune,
o sea, donde el cuerpo mismo se “ataca”, pues destruye las interacciones entre
los ligamentos y el hueso se vuelve poroso. Debido a las fricciones se registra
inflamación y el paciente evita mover la parte que duele.
Hasta
ahora, en pacientes de diferentes edades –algunos de ellos, médicos– los
resultados del compuesto organoselenido a partir del amaranto son visibles y el
dolor desaparece, por lo que será patentado. Hoy, el científico trabaja en
hacerlo más soluble para que pueda penetrar mejor y directamente donde se
requiere.
Sobre
el diagnóstico para cáncer de próstata, aplicó la cristalografía de proteínas y
modelado molecular. En farmacología se modifica un compuesto activo al azar
para determinar si su actividad mejora. Por el contrario, su equipo va a los
sitios receptores (por lo general, proteínas y enzimas) y ve cómo “encajan” en
el sitio adecuado con métodos computacionales.
“El conocimiento de la relación entre la estructura molecular y la actividad biológica ha permitido cambios significativos en los métodos empleados en la investigación y desarrollo de nuevos fármacos”. Una vez hallado el compuesto líder, agregó el ganador de los premios nacionales de Química y de Ciencia y Tecnología de Alimentos, se sintetiza y prueba su actividad farmacológica.
Manuel Soriano expresó que el cáncer de próstata surge cuando las células del tejido glandular presentan un crecimiento anormal, situación transmitida a las células hijas y manifestada por una reducción en el control de su ampliación y en la función celular.
Las
hormonas masculinas juegan un papel fundamental en ese y otros desórdenes
prostáticos. Si hay un desbalance de testosterona se forma la enzima causante
de tal padecimiento y de la pérdida de pelo en los varones, enfatizó.
“Uno
de los principales objetivos del laboratorio –sostuvo– es el desarrollo de
fármacos cuya acción sea selectiva. Se han creado nuevos antiandrógenos de alta
afinidad mediante el empleo de las técnicas de modelado molecular que permitan
identificar las cavidades o sitios de acoplamiento del medicamento”.
Es decir, son compuestos específicos suministrados por vía intravenosa, transportados por liposomas y proteínas del plasma y almacenados dentro de la próstata. Son activados por luz de baja energía con el empleo de un láser. El efecto fotodinámico se registra en un instrumento especial para determinar si hay un crecimiento celular desordenado, concluyó.
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FOTO 01.
Manuel Soriano García, del Instituto de Química de la
UNAM, busca que la planta de amaranto
contenga selenio, de forma que sea un producto natural.
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El investigador de la UNAM Manuel Soriano García desarrolló un método de diagnóstico para cáncer de próstata, basado en cristalografía de proteínas y modelado molecular.