06:00 hrs.  28 de Diciembre de 2005

 

 

Boletín UNAM-DGCS-1064

Ciudad Universitaria

 

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GENERARÍA SERIOS RIESGOS SOCIALES Y ECONÓMICOS, INSTALACIÓN DE CASINOS

 

·        Indicó Aída Valero Chávez, de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM

·        Provocaría vicios, ocio, prostitución, alcoholismo, drogadicción, creación de riqueza a partir de la especulación, familias destruidas y delincuencia común, aseguró

·        Por lo general están vinculados a lavado de dinero o venta de drogas; las entidades o municipios donde tendrían un mayor riesgo de incrementar su criminalidad, advirtió

 

Aída Valero Chávez, adscrita a la Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS), considera que instalar casinos en México generaría vicios, ocio, prostitución, alcoholismo, drogadicción, creación de riqueza a partir de la especulación, familias destruidas y delincuencia común, entre otros serios riesgos sociales y económicos.

 

La coordinadora del Laboratorio de Investigación Sociomédica de esa entidad de la UNAM, dijo que ese giro por lo general está vinculado al lavado de dinero o venta de drogas, de tal suerte que la entidad o municipio donde podrían ejercer sus actividades tendría un mayor riesgo de incrementar su criminalidad. 

 

Sus apologistas argumentan la fuerte entrada de capitales y la creación de fuentes de trabajo, pero olvidan que son los dueños de estos negocios quienes obtienen los beneficios. Si bien son empresarios que impulsarán el crecimiento del turismo internacional, cabría analizar qué tanto del flujo obtenido se invertiría en el bienestar del municipio o de las delegaciones, cuestionó.

 

Los casinos no son negocios fáciles, ni tienen carácter únicamente de índole recreativa, pues el juego con apuesta pasa a formar parte de la vida de la comunidad donde se instalan y tienen repercusiones en la forma de vida de la  gente, señaló la investigadora nacional.

 

En una muestra recabada en la Delegación Coyoacán, la especialista encontró un ambiente propicio para que el juego agrave conflictos sociales. De dos mil familias, 28 por ciento tenían problemas de alcoholismo o con alguna otra adicción; en más de 40 por ciento hubo violencia física, emocional y verbal. Por lo general, los niños tienen el riesgo de caer en situación de calle por desavenencias económicas o familiares.

 

Este estudio se hizo en zonas consideradas de alta marginalidad, con un programa de becas para niños en riesgo. Por ello, no es adecuado establecer casas de juego o casinos, explicó.

 

El impacto en la familia es serio. Hay desintegración, pérdida de bienes materiales, porque los jugadores son personas enfermas cuyos rasgos les hacen llegar al fondo de una ludopatía, y son capaces de apostar lo que sea, reconoció la profesora Valero Chávez.

 

Todos los juegos de azar que lastimen la salud del hombre, su equilibrio nuclear, la ética comunitaria, y fomenten la delincuencia e inseguridad, ameritan repudio por razones de salud mental, higiene social y económica, expuso.

 

La trabajadora social detalló que la instalación de casinos acrecentaría los problemas delictivos, porque no se pude estar seguro de que habrá una vigilancia estricta sobre lo que se apuesta y quienes ingresan a estos lugares, porque los permisos pueden ser obtenidos a través de influencias.

 

Eso afecta la calidad de vida. Este concepto no sólo está relacionado con los mínimos de bienestar, salud, alimentación y vivienda, sino que busca evitar un clima de inseguridad. Se rompe el tejido colectivo y los espacios públicos, afirmó Aida Valero Chávez.

 

Esta situación, reveló, lleva a vivir con daños al equilibrio mental y físico: estrés, depresión, angustia, insomnio, palpitaciones; la  inseguridad se deja sentir no sólo en sus víctimas tangibles, sino en quienes las observan y sienten temor.

 

Tiene que ver no sólo con la violación de la ley, sino que se genera un ambiente poco adecuado para el desarrollo de la familia, apuntó. En un lugar con casinos el entorno social y urbano dependerá del tipo de éstos, del número de servicios complementarios y de la infraestructura.

 

También de aquellos controles o beneficios que otorgue a la comunidad o región donde se asienten, de las medidas preventivas para los jugadores patológicos, y en general de cómo se haga el planteamiento para contrarrestar los impactos ambientales, concluyó.

 

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FOTO 01

Aída Valero Chávez, investigadora de la UNAM, reconoció que la instalación de casinos acrecentaría problemas sociales, porque no se podría asegurar una vigilancia estricta sobre lo que se apuesta.

 

FOTO 02.

Aída Valero Chávez, de la ENTS de la UNAM, señaló que la instalación de casinos en México generaría prostitución, crímenes y delincuencia común.