Boletín UNAM-DGCS-099
Ciudad
Universitaria
![]() |
![]() |
![]() |
Pies de fotos al
final del boletín
VALORATIVA, LA RAZÓN DE LAS NIÑAS PARA ABANDONAR SUS ESTUDIOS
·
Señaló Medardo Tapia Uribe, responsable de
una investigación realizada en el Centro Regional de Investigaciones
Multidisciplinarias de la UNAM
·
Carlos Arteaga Basurto, director de la ENTS
comentó que la investigación es un área importante para esa entidad
·
Ambos participaron en la inauguración de la
Primera Semana de la Investigación en la Escuela Nacional de Trabajo Social
Más que económica, la razón
por la que abandonan la escuela las niñas mexicanas en primaria y secundaria,
es de índole valorativa, es decir, de apreciación de lo que les es útil, o lo
que para ellas vale la pena, señaló Medardo Tapia Uribe, responsable de una
investigación realizada en el Centro Regional de Investigaciones
Multidisciplinarias de la UNAM.
Lo importante es que “la forma
en que se asume la decisión de continuar estudiando –como responsabilidad
propia o compartida entre las menores y sus papás, o sólo de sus padres– es lo
que distingue y posibilita que las infantes contribuyan a lograrlo”, añadió
durante su participación en la Primera Semana de la Investigación en la Escuela
Nacional de Trabajo Social (ENTS).
Durante la inauguración de
este evento, a cargo de la profesora del Instituto Nacional de Antropología e
Historia, María Elena Morales Anduaga, el director de la ENTS, Carlos Arteaga
Basurto, comentó que la investigación es un área importante para esta entidad,
la cual se debe ligar de forma inmediata con el posgrado para fortalecer los
recursos humanos capacitados.
Nos interesa en esta Semana de
la Investigación, afirmó, difundir entre la comunidad universitaria,
particularmente entre los miembros de esta Escuela los proyectos y productos de
investigación realizados en ella, para motivar a la población escolar y
docente.
En su exposición, Medardo
Tapia Uribe, quien dictó la conferencia Equidad y género en el aula de las
escuelas primarias, confirmó que el problema de la deserción “se concentraba en
entidades federativas con mayor población indígena y que las niñas abandonan la
escuela fundamentalmente entre los 12 y 13 años de edad”.
El Censo de 2000, comentó,
refiere que un 36 por ciento de las infantes entre 10 y 16 años de edad
justificó su salida del colegio por voluntad propia o porque no le gustó
estudiar, cifra superior al 30 por ciento que argumentó haberlo hecho por falta
de dinero o para trabajar. Sólo el 4.2 respondió que tomó la decisión porque
fue obligada. Asimismo, el análisis nacional indica que para ese mismo año
había 87 mil 253 niñas más que varones en ese rango que no recibían
instrucción.
En realidad, señaló Tapia
Uribe, el trabajo revela que las respuestas de las entrevistadas son
indicativas de una valoración personal de su situación, aspiraciones,
condiciones de vida familiar y comunitarias. La forma de asumir la
responsabilidad de seguir asistiendo a la escuela –añadió el investigador– es
parte de su estrategia para enfrentar la pobreza que viven con sus familias,
aunque no les garantiza que puedan continuar formándose.
Sin embargo, en ocasiones las
niñas aceptan que no podrán continuar estudiando o que podrán hacerlo aunque
signifique confrontar la opinión de su padre, agregó.
En el proceso de la defensa de
sus aspiraciones, expresó, influye su desempeño académico. Cuando es
insatisfactorio, en un entorno de pobreza y relaciones familiares difíciles,
contribuye a que las niñas decidan con mayor facilidad dejar los libros.
Este estudio, efectuado de
julio a diciembre del 2004 con financiamiento del Instituto Nacional de las
Mujeres, desprende que también la manera como enfrentan la continuación de sus
estudios –especialmente cuando se encuentran subordinadas a la autoridad de sus
padres y sus condiciones económicas de pobreza– es crucial en la construcción
de su juicio moral, autonomía y responsabilidad.
Las relaciones en el hogar,
con sus amistades y maestros influyen de manera determinante, indicó en el
Auditorio Sánchez Rosado de la Escuela Nacional de Trabajo Social.
Acerca de la metodología de la
investigación, explicó que se hizo en cuatro de las entidades federativas con
la mayor brecha entre infantes de 10 a 16 años que han abandonado los estudios:
Chiapas, Oaxaca, Puebla y Yucatán. Consistió en una comparación de casos. Se
seleccionaron ocho escuelas, cuatro en comunidades indígenas y cuatro urbanas
de la capital en cada estado.
Se aplicó un cuestionario en
cada una de las escuelas, a dos niñas de sexto grado, una de alto y otra de
bajo desempeño académico, según la opinión de la maestra o maestro del grupo.
Se hizo lo mismo con el mentor de sexto grado, así como a la mamá y al papá de
cada una de las pequeñas.
Las entrevistas fueron hechas
a 16 niñas, cuatro por estado y dos por cada colegio y comunidad; a 11
profesores, dos por cada entidad y uno por plantel, con excepción de Yucatán,
donde fueron cinco maestros: tres mentores de escuela indígena y dos de urbana.
Además, se hicieron 14 cuestionarios a madres de familia, un progenitor y un
hermano de las estudiantes analizadas.
-oOo-
FOTO 1
Medardo Tapia
Uribe, del CRIM de la UNAM, señaló que es de índole valorativa la razón por la
que abandonan la escuela las niñas mexicanas en primaria y secundaria.
FOTO 2
Medardo Tapia Uribe y Carlos Arteaga Basurto durante la Primera Semana de la Investigación en la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM.