Boletín UNAM-DGCS-833
Antigua Escuela de Medicina
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El Consejo universitario aprobó su creación
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Formará posgraduados en la materia, capaces
de generar conocimientos originales e innovadores para intervenir en problemas
sociales, y ejercer la docencia
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También admitió el informe de la Comisión
Especial del Consejo Universitario para el Congreso Universitario (CECU)
El pleno del Consejo Universitario (CU) aprobó la
creación del Programa de Maestría en Trabajo Social, a fin de formar
posgraduados en la materia con una amplia y sólida preparación, capaces de
generar conocimientos originales e innovadores para intervenir en problemas de
carácter social, así como ejercer la docencia de alto nivel e iniciarlos en la
investigación.
En sesión ordinaria, también admitió el informe de la
Comisión Especial del Consejo Universitario para el Congreso Universitario
(CECU).
El Programa de Maestría en Trabajo Social surge del
convencimiento de que el estudio de lo comunitario requiere de un abordaje diverso,
donde el conocimiento, al tiempo que incorpora una tendencia a ser diseminado
en forma universal, se convierte en una estrategia clave para el desarrollo.
Se inscribe dentro de un proyecto conjunto entre la
Escuela Nacional de Trabajo Social (ENTS), las facultades de Estudios
Superiores (FES) Zaragoza y de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS), y los
centros de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades
(CEIICH) y el Regional de Investigaciones Multidisciplinarias y, como organismo
invitado, el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco
Suárez. Todas con espacios para su impartición.
La situación, se precisa, abre nuevas necesidades,
desafíos y demandas, oportunidades en las que surge uno de los grandes retos de
las ciencias sociales: brindar eficaces respuestas a los problemas sociales de
la realidad nacional, determinados por una variedad de factores cuya naturaleza
y características se encuentran en constante cambio.
El programa se presenta como tarea de renovación del
sistema educativo de posgrado, de manera que al tiempo del crecimiento
cuantitativo experimentado en los últimos años se incida en su mejora
cualitativa.
Recupera lo hasta ahora avanzado y profundiza en las
nuevas tendencias de las ciencias sociales y, en particular, del trabajo social
en el entendido de delinear cuadros profesionales capaces de generar
conocimiento aplicable a una realidad concreta, es decir, con un sentido
profesionalizante sin olvidar el carácter científico.
Su estructura curricular contempla contenidos específicos
en función del estado actual disciplinario: propicia la interacción sistemática
entre las entidades académicas participantes; vincula la docencia con la
investigación; construye un entorno académico ordenado, creativo, estructurado
y sujeto a la flexibilidad, y potencia nuevas articulaciones.
Con este orden académico se atienden todos los niveles de
abstracción y análisis: el de las teorías formales y sustantivas, el
metodológico, el de los instrumentos de análisis articulándolos en el proceso
de investigación para que el alumno desarrolle su proyecto de tesis y obtener
el grado de maestro.
Se sustenta en un sistema tutoral; permite incorporar en
forma permanente nuevas líneas de análisis, y se impulsará la creación y
consolidación de grupos y redes de trabajo.
Los egresados podrán integrarse a instituciones de
carácter público o privado, nacionales e internacionales, así como generar
espacios propios de ocupación, donde podrán prestar asesoría especializada respecto
a alguno de los campos de conocimiento que integran este modelo.
El Programa permitirá, entre otros aspectos: formar
recursos humanos de alta calidad; desarrollar capital intelectual capaz de
identificar y resolver problemas; liderar y gestionar proyectos sociales;
establecer nuevas y eficaces formas de abordar la problemática social;
responder a las necesidades de progreso social; estudiar cuestiones de interés
nacional; establecer un nuevo esquema de generación de saberes; crear y recrear
interpretaciones y soluciones a los conflictos comunes, y generar y asimilar,
distribuir y redistribuir el conocimiento.
Para su puesta en marcha se organizaron tres campos:
trabajo social, salud y desarrollo humano. Entre las líneas de investigación
destacan: dinámica familiar, trabajo social comunitario, problemática y
bienestar social, seguridad pública, salud comunitaria, adicciones, salud
pública, calidad en los servicios de salud, epidemiología y sociedad, género y
derechos reproductivos, sociomedicina, pobreza y exclusión social, desarrollo
regional, estudios urbanos y rurales, género, ecología y justicia social y
políticas públicas en el desarrollo humano.
El perfil del egresado será la especialización de los
contenidos temáticos sobre los que descansa la estructura del plan de estudios;
las habilidades que se refieren al saber hacer y los valores que se generarán
en el estudiante. La finalidad es forjar cuadros profesionales de alto nivel.
También tendrá conocimientos en elementos
teórico–conceptuales sobre el trabajo social, la salud y el desarrollo humano;
fundamentos metodológicos para proponer soluciones a problemas sociales, y
metodología de investigación para el estudio y la generación de alternativas,
entre otros.
El plan de estudios cuenta con un total de 84 créditos;
tendrá una duración de cuatro semestres para los alumnos de tiempo completo;
por cada semestre se cursarán 21 créditos; los ejes de formación son:
teórico–metodológico, de investigación y problemas y práctica de intervención.
Los requisitos para los aspirantes son: poseer título de
licenciatura en el Área de las Ciencias Sociales o de la Salud o de cualquier
otra licenciatura que sea académicamente suficiente; presentar un anteproyecto
de investigación sobre alguna línea comprendida en los campos afines; obtener
el dictamen aprobatorio de suficiencia académica, contar con un promedio mínimo
de 8 y constancia actualizada de comprensión de lectura del idioma inglés.
La Maestría en Trabajo social cuenta con un padrón de 94 profesores,
de los cuales 41 son doctores y 53 maestros.
En tanto, la CECU subrayó en su informe que la reforma
del Estatuto del Personal Académico (EPA) es fundamental para la vida académica
de la Universidad.
Hizo un recuento de las medidas que se pusieron en
práctica para la integración del Claustro Académico, una vez publicada la
Convocatoria General para la Reforma del EPA –el 18 de agosto pasado–, donde se
definieron las reglas para la elección correspondiente.
Se registraron 294 candidatos, 89 profesores de carrera,
tres de asignatura, 53 investigadores de los subsistemas de la Investigación
Científica y de Humanidades, y 69 técnicos académicos. Antes se elaboró el
padrón de electores y, luego, se organizaron cuatro talleres de capacitación
para los comicios en la modalidad electrónica, donde fueron preparadas 173
personas.
La Comisión autorizó y supervisó la instalación y
funcionamiento de un Centro Telefónico de Atención que operó del 4 al 6 de
octubre, día de del proceso, por medio de un número gratuito y de 15 líneas
telefónicas. Recibió un total de 900 llamadas.
La jornada se desarrolló en calma. Por figuras académicas
participaron 52.5 por ciento de los profesores de carrera, 26.2 de asignatura,
58.5 técnicos académicos, y 51.4 por ciento de investigadores.
La calificación de los resultados estuvo a cargo de la
Comisión Especial del Consejo Universitario responsable de la Vigilancia y el
dictamen de las elecciones.
De los cuatro empates registrados, la CECU ha definido
los mecanismos de definición. También eligió a los cinco integrantes de esa
Comisión que participarán en el Claustro: Francisco Casanova Álvarez, Bruno
Luna Gómez, José Narro Robles, Armando Javier Padilla Olivares y Luis Torres
Monroy.
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FOTO 1
El director de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM, Carlos Arteaga Basurto, durante su participación en el pleno del Consejo Universitario, que aprobó la creación del Programa de Maestría en Trabajo Social.