Boletín UNAM-DGCS-811
Ciudad Universitaria
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La profesora de la Facultad de Ciencias de
la UNAM se hizo acreedora a esta distinción por sus aportaciones para la
coexistencia armoniosa entre el hombre y la naturaleza
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Fue investida por la Universidad de
Ochanomizu de Tokio
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Es un alto reconocimiento que sólo se ha
concedido a tres personas: Sadako Ogata, Alta Comisionada de Naciones Unidas
para los Refugiados; Christiane Nusslein, Premio Nobel 1995 de Psicología y
Medicina; y Keiko Yanagisawa, investigadora en ciencias naturales
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También recibió el Premio Internacional
Cosmos 2004 por su defensa del medio ambiente y la lucha contra la pobreza
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El estímulo monetario del Premio lo donó
para crear un Centro Latinoamericano de Capacitación para la Conservación de la
Biodiversidad, en la Selva Lacandona
Julia Carabias
Lillo, profesora de la Facultad de Ciencias (FC) de la UNAM, fue investida con
el Doctorado “Honoris Causa” de la Universidad de Ochanomizu de Tokio, Japón.
Además, recibió en Osaka el Premio Internacional Cosmos 2004.
La científica fue
distinguida con este grado académico por sus aportaciones para la coexistencia
armoniosa entre el hombre y la naturaleza. En su visita a ese país asiático,
Carabias Lillo impartió diversas conferencias magistrales y, junto con su hija,
fue recibida por el Príncipe Heredero en el Palacio Imperial nipón.
El doctorado
honorario supone un alto reconocimiento, pues sólo se ha concedido a tres
personas: Sadako Ogata, Alta Comisionada de Naciones Unidas para los
Refugiados; Christiane Nusslein, Premio Nobel 1995 de Psicología y Medicina; y
Keiko Yanagisawa, investigadora en ciencias naturales.
Respecto del Premio
Cosmos, la ex secretaria de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca fue
elegida de entre 122 candidatos provenientes de 19 países. Se hizo merecedora a
una medalla que simboliza la Tierra, el universo y la vida, además de un
estímulo por 40 millones de yenes o 3.8 millones de pesos.
La presea se otorgó
en el campo de la defensa del medio ambiente y la lucha contra la pobreza, con
lo que se convierte en la primera latinoamericana en recibir esta distinción.
Explicó que si bien
significa un gran honor recibir este galardón, el apoyo monetario se debe al
trabajo en equipo de muchos compañeros. Por eso decidió donarlo para crear un
Centro Latinoamericano de Capacitación para la Conservación de la
Biodiversidad, que será establecido en la Selva Lacandona.
Tendrá la doble
finalidad de que, además de preparar cuadros para enfrentar los retos
ambientales, en áreas naturales protegidas, ayude a la protección de la reserva
de la Biosfera de Montes Azules. El donativo se utilizará como capital para
conseguir más fondos y llegar a capacitar a 500 líderes en los próximos cinco
años.
Otorgado por la
Fundación Conmemorativa de la Exposición Internacional de Osaka1990, desde 1993
promueve y honra con esta presea, los logros significativos en el campo de
estudios integrales sobre los temas ecológicos con una perspectiva global.
La maestra en
Ciencias y autora de numerosas publicaciones realizó estudios de licenciatura y
posgrado en la FC de la Universidad Nacional. Impartió cursos y dirigido tesis
tanto en su Alma Mater como en diversas instituciones en materia de botánica,
ecología, manejo de recursos, restauración del hábitat y conservación.
Desarrolló activamente trabajo de campo en varias regiones.
En 1982 creó y
ejecutó un programa de investigación aplicado para ayudar a la población
empobrecida a mejorar los niveles de vida, al tiempo de proteger el ambiente en
el estado de Guerrero, uno de los más pobres de México y más deteriorado en su
espacio natural. Trabajó con un equipo de economistas y ecólogos, con un
enfoque multidisciplinario durante cuatro años con resultados exitosos.
Como lo reconoció
el presidente del Comité del Premio Internacional Cosmos, Arito Akima, sus
resultados atrajeron la atención del gobierno mexicano, quien solicitó a la hoy
homenajeada implementar planes que cumplieran con los objetivos de desarrollo y
conservación de los recursos en cuatro entidades del país.
Fue uno de los
miembros de la Comisión que publicó el reporte For Earth Sake durante la
Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo en Río de
Janeiro, Brasil, recordó el funcionario. Además, siempre ha mostrado la visión
latinoamericana en los foros ambientales globales, como el Programa de Naciones
Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
La profesora
universitaria ha considerado siempre estos temas desde la perspectiva de los
países en vías de desarrollo y ha hecho trabajo de campo con un enfoque
integrado. Se encuentra entre las pioneras que han abierto camino en los rubros
académico y prácticos, por la “Coexistencia Armónica de la Naturaleza y la Humanidad”,
para avanzar hacia un mejor futuro para nuestro planeta, reconoció.
Durante la
ceremonia de entrega del galardón, Julia Carabias señaló que las naciones
empobrecidas deben fortalecer sus economías para superar la pobreza, pero sin
repetir los errores de las avanzadas, que generaron un profundo deterioro de su
entorno.
Festejó la
ratificación del Protocolo de Kioto por parte de Rusia. Mencionó que a la vez
que las sociedades industrializadas, con excepción de Estados Unidos, ya se
comprometieron con metas específicas a disminuir las emisiones de gases de
efecto invernadero para evitar el cambio climático en el planeta, es tiempo de
que los Estados emergentes inicien la discusión de cómo contribuir a disminuir
la tasa de crecimiento de emisiones.
Estas discusiones
podrían empezar a darse en la próxima Conferencia de las Partes que se llevará
a cabo en Argentina en diciembre próximo, adelantó.
Asimismo, Carabias
Lillo señaló que, por su parte, los países desarrollados tienen el desafío de
modificar sus hábitos de consumo y producción. Exhortó a Japón a liderar este
esfuerzo, y explicó que así lo considera porque cuenta con una cultura
milenaria arraigada en su pueblo, caracterizado por el respeto a la
naturaleza, lo cual se suma a su alto
nivel educativo.
Además, refirió que
se ha caracterizado por su tecnología de punta, que ahora deberá asumir una
actitud amigable hacia el ambiente. Comentó que los negocios no están
divorciados del desarrollo sustentable ni de la protección del hábitat; ambos
pueden retroalimentarse. Ello llevará a crear patrones diferentes.
Por último, recordó
que los nipones constituyen una de las economías más fuertes con los recursos
suficientes para impulsar las adecuaciones entre sus iguales, que propiciará el
crecimiento en armonía con el entorno, finalizó.
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Julia Carabias Lillo, profesora de la Facultad de Ciencias de la UNAM, fue investida con el Doctorado “Honoris Causa” de la Universidad Ochanomizu de Tokio, Japón. Además, recibió en Osaka el Premio Internacional Cosmos 2004.