Boletín UNAM-DGCS-778
Ciudad Universitaria
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AVENTAJA BUSH EN
LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES DE EU, PROYECTA EL CISAN
·
Florida vuelve a ser el estado decisivo,
luego de la crisis de legitimidad ocurrida en los comicios de 2000, advirtió el
director del CISAN, José Luis Valdés Ugalde
·
Investigadores de ese Centro resaltaron que
en esta campaña los contendientes olvidaron a México y América Latina
·
Rosio Vargas, Leonardo Curzio, Elaine
Levine, Mónica Gambrill, César Pérez Espinosa y Raúl Benítez opinaron sobre los
comicios norteamericanos del próximo 2 de noviembre
El presidente de Estados
Unidos, George W. Bush, aventaja a su rival demócrata en la histórica y cerrada
elección del próximo 2 de noviembre, revelan las proyecciones y encuestas del
Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM.
De acuerdo con datos
proporcionados por esa entidad, los votos electorales para cada candidato –sin
contabilizar Florida– son 258 para John Kerry y 253 para el actual mandatario.
El primero tendría una ventaja de cinco unidades.
No obstante, se pronostica el
triunfo del republicano en Florida –igual que en el 2000– lo que le permitiría
sumar 280 sufragios. Si su rival llegase a revertir las tendencias, lo haría
con 285 votos.
Para México y el mundo, John
F. Kerry representa una postura multilateral y de mayor tolerancia en temas
como intervención en Irak, lucha contra el terrorismo, libre comercio,
migración y política energética, coincidieron análisis de expertos
universitarios.
El director del CISAN, José
Luis Valdés Ugalde, y los investigadores de ese Centro: Rosio Vargas, Leonardo
Curzio, Elaine Levine, Mónica Gambrill, César Pérez Espinosa y Raúl Benítez
resaltaron que en esta campaña los contendientes dejaron prácticamente en el olvido
a nuestro país y América Latina.
Los comicios –donde también se elegirán diputados federales, un tercio de los
integrantes del Senado y gobernadores– serán un parteaguas en la
historia estadounidense, dada la polaridad social, la crisis nacional derivada
de los atentados del 11 de septiembre y el anquilosado sistema electoral,
explicó Valdés Ugalde.
Al analizar el posible comportamiento del
electorado, el funcionario aseveró que a pesar del triunfo del demócrata en los
tres debates televisivos, el actual mandatario mantiene simpatías por su imagen
de sheriff y liderazgo fuerte.
“Pareciera que votarán con miedo, pues George
W. Bush ha sido enfático al advertir que si su contrario fuese electo, Estados
Unidos estaría más expuesto y
desprotegido ante un acto terrorista, lo cual es una afirmación inusual entre
la clase política”, advirtió.
Así, abundó, las mujeres, un tradicional sector
liberal, hoy se inclinan por el Partido Republicano, convencidas de que el
presidente es el líder que en los próximos cuatro años defenderá al país de las
amenazas internacionales.
Por su parte, los jóvenes de entre 18 y 24 años
–proclives también a los demócratas– se acercan a las posturas conservadoras,
como el promedio de la población blanca, mientras que el voto afroamericano lo
disputan ambas facciones; situación distinta con los hispanos, quienes
mantienen su tendencia antirrepublicana, detalló.
Valdés Ugalde aclaró que ninguno de los dos
variará su política hacia México y América Latina, aunque el ex senador ha
manifestado su intención de resolver los rubros de Irak, terrorismo y reforma
de las Naciones Unidas; además de dar mayor flexibilidad al tema migratorio.
Expuso que de los 51 estados que conforman la
Unión Americana, Florida, Pennsylvania y Ohio definirán la contienda. Sin
embargo, en el primero será decisiva, dada su identificación republicana y los
27 votos electorales que representa en el Colegio Electoral y la crisis de
legitimidad ahí ocurrida en las elecciones presidenciales del 2000. De presentarse
anomalías de nuevo, añadió, se reforzará la discusión sobre la reforma del
sistema comicial a partir de la división gradual de esa nación.
De acuerdo con estudios realizados en el CISAN,
el proceso de selección en la Unión Americana comienza casi un año antes de los
comicios para elegir al Ejecutivo, tiempo en el que cada partido define a su
candidato oficial.
La designación se lleva a cabo por medio de caucuses
(reuniones o asambleas informales de activistas locales, quienes discuten sus
preferencias y deciden directamente) y votaciones primarias en todas las
entidades, conforme un orden dispuesto por tradición, que asigna delegados a
los candidatos según los resultados de cada contienda.
En total son 4 mil 322 delegados demócratas y 2
mil 509 republicanos (la cifra varía ligeramente cada cuatro años). Al final,
el aspirante de cada fuerza debe reunir a la mayoría de los delegados (por lo
menos 2 mil 161 entre los demócratas y
mil 255 en los republicanos) y ser postulado durante la Conferencia Nacional de
su partido.
La elección del presidente se realiza de modo
indirecto y lo efectúan los grandes electores (538 en total) que integran el
Colegio Electoral, conformado por representantes de cada estado, que
corresponden al número de miembros del
Congreso.
Los estados con más sufragios son California
(55), Nueva York (31), Texas (34), Florida (27), Pennsylvania (21), Illinois
(21), Ohio (20), Michigan (17), Georgia
(15) y Nueva Jersey (15). Para ser declarado jefe del Ejecutivo, el
candidato debe obtener al menos 270 votos electorales; cuando ello no sucede,
el proceso recae en la Cámara de Representantes o en la Suprema Corte de
Justicia.
De acuerdo con las proyecciones del CISAN,
basadas en diversas encuestas, John Kerry aventaja al actual mandatario en los
siguientes estados y proporción: California (55-40 por ciento); Nueva York
(51-31); Pennsylvania (49-47); Illinois (52-39); y Michigan (49-43). En tanto,
el republicano aventaja en Georgia (49-32 por ciento) y Texas (55-38).
Según la normatividad, cuando los precandidatos
estén en campaña, tienen derecho a 45 millones de dólares de fondos públicos,
que deberán declinar en caso de obtener financiamiento privado. No obstante, la
mayoría prefiere recaudar capitales privados, mediante estrategias para evadir
los requisitos federales que limitan las contribuciones y los desembolsos
políticos, lo que ha causado grandes controversias.
Al respecto, el secretario Académico del CISAN,
César Pérez Espinosa, reveló que la tendencia electoral de los últimos diez
años es a favor del Partido Republicano, sobre todo en la Cámara de
Representantes, aunque por las características de la contienda y la lucha
cerrada por tres estados, que bien
pueden ser ganados por los conservadores, pueden llevar a que el Partido
Demócrata no sólo pierda ese espacio, sino el Senado, por un margen mayor a las
anteriores jornadas.
De acuerdo con investigaciones del CISAN,
las primeras votaciones por sufragio registradas en Estados Unidos datan de la
época de las 13 colonias, cuando en 1619 escogieron a los miembros de la Cámara
de Diputados en Virginia. Desde entonces, esa práctica se difundió y cada
ocasión representaba un gran acontecimiento popular. Los procedimientos variaban desde el voto oral,
manos alzadas, uso de urnas y hasta utilización de granos de trigo o alubias.
A partir de la independencia, la elección de
George Washington y el establecimiento de la Constitución en 1789, se consolidó
un sistema formal. Se estableció el Colegio Electoral y la práctica de selección indirecta del Ejecutivo mediante
delegados, pero fue hasta 1920 cuando las mujeres pudieron sufragar –los
afroamericanos adquirieron ese derecho en los estados del norte en 1870 y en el
sur hasta 1960–; otras minorías ganaron
gradualmente ese privilegio.
El sistema bipartidista surgió a mediados del
siglo XX, cuando el Partido Demócrata, antes Antifederalista, y el Republicano
se consolidaron. Desde entonces han existido terceros (principalmente
estatales), que desempeñan un papel menor en el Congreso y ninguno de sus
candidatos ha conseguido la primera magistratura.
En su oportunidad, la
investigadora Elaine Levine advirtió que ambos candidatos están a favor del
mayor endurecimiento en la frontera con México para frenar el flujo de
migrantes, mientras que un acuerdo en la materia se ve lejano.
Pese a ello, John Kerry ha
planteado la regularización de los indocumentados; mientras la actual
administración, una movilidad temporal de trabajadores. Sin embargo, el
tema no es urgente para ninguno y su
aplicación dependerá de los sucesos mundiales, apuntó.
Respecto al sufragio de la
población latina en estas elecciones, la experta subrayó que alrededor de 16
millones son votantes potenciales, aunque se calcula que aproximadamente siete
millones lo harán efectivo. Este grupo poblacional, informó, representa el 20 por ciento de los votantes en Texas;
17 en California, y 13 en Florida.
Reveló que, de acuerdo con el
último censo, la población de Estados
Unidos aumentó 9.5 millones del 2000 al 2003, siendo la de origen hispano la de
mayor crecimiento, al pasar de 35.3 millones a 39.9; es decir, alrededor de 4.5
millones más de personas. Ese segmento se constituyó como la minoría más grande
al representar el 12.5 por ciento del total estadounidense, cercano a los 291
millones. Aunque las cifras varían de acuerdo con las fuentes, ahí radican
cerca de 26 millones de personas de origen mexicano.
Por su parte, la coordinadora
del Área de Estudios de la Integración del CISAN, Mónica Gambrill, consideró
que con la reelección de George W. Bush, el Tratado de Libre Comercio de
América del Norte (TLCAN) se diluiría en el contexto de la globalización, con
un porcentaje cada vez menor del mercado estadounidense para México y la expansión de
relaciones comerciales con naciones como China.
Posiblemente, la visión del
demócrata en esta materia sería positiva para nuestro país, pues profundizaría
la actividad económica. Ello, porque pretenden restringir futuros acuerdos
comerciales entre la Unión Americana y otros países en desarrollo, opinó.
Sin embargo, el director del
CISAN, José Luis Valdés Ugalde resaltó las
posturas proteccionistas de John Kerry con respecto al TLCAN, derivadas
de la posición ideológica de su candidato a la vicepresidencia, John Edwards,
quien ve en ese acuerdo una amenaza al empleo en Norteamérica.
La idea de revisar el Tratado
para recuperar la potencia empleadora
de Estados Unidos es dañina para su futuro y para los intereses mexicanos,
precisó el director del Centro.
Al referirse al tema de la
seguridad, el investigador del CISAN y profesor de posgrado de la Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Leonardo Curzio, indicó que Bush
tiene la certeza de que existe una franja importante de votantes que lo
considera un aval para preservar la estabilidad. Por eso ha dicho que es un
presidente de guerra y ha llevado estos rubros al debate electoral.
En tanto, Kerry, que se sabe
más débil ante la opinión pública en esta materia, ha aceptado abordar el tema.
Sostiene que es posible desplegar una estrategia más comprensiva y efectiva
para ganar la guerra contra el terrorismo, asentó.
El especialista recalcó que
los republicanos utilizan políticamente el miedo y los demócratas los acusan de
llegar a un modus vivendi en donde, si bien el territorio estadounidense no ha
vuelto a ser tocado, la amenaza sigue presente y se usa como elemento
movilizador. Queda claro, aseguró, que conviene a los intereses político–electorales
del gobierno actual mantener vivo este tema y no desplegar una estrategia
decidida para combatirlo y derrotarlo.
La propuesta demócrata es
trabajar con otros países en vez de sembrar desconfianza y resentimiento entre
los aliados. La garantía de preservar
los intereses vitales de Norteamérica debe forjar un amplio respaldo de la
comunidad internacional, detalló Leonardo Curzio.
Otro objetivo, aseveró, es
evitar que el principal elemento de la estrategia descanse en el poder militar.
Busca renovar alianzas, mejorar la aplicación de la ley, perseguir a quienes
lavan dinero para apoyar de manera directa o indirecta a los terroristas, pero
sobre todo, desarrollar inteligencia para tomar decisiones.
En cuanto a la guerra, George
W. Bush ha reconocido que no tiene un plan de salida y ese ha sido uno de los
asuntos de mayor debate electoral, pues “no estuvo bien planteada. Es la
expresión más acabada del unilateralismo e hipotecó a otros países a compartir
gastos y riesgos”, recordó.
Leonardo Curzio resaltó que el
conflicto bélico “ha sido el pantano donde el mandatario se ha sumido y
representa uno de los asuntos que podrían doblar la votación”. Tal es su
repercusión, agregó, que el repunte de John Kerry en los debates se debió a la
forma como expuso los errores, abusos y corrupción del actual presidente.
Así, la opinión pública se dio
cuenta que no hubo armas de destrucción masiva ni vínculos de Sadam Husein con
Al Qaeda; tampoco una agresión que legitimara la defensa de los Estados Unidos.
Así, se percibe como una intervención injusta, costosa e ineficaz, consideró.
El investigador Raúl Benítez
señaló que de resultar reelecto, buscará el apoyo de Naciones Unidas para
legitimar la invasión a Irak, donde la Unión Americana lleva gastados más de
250 mil millones de dólares. Es uno de los conflictos más caros de su historia,
pues mantener tropas es caro, al igual que los contratos de reconstrucción. Por
otro lado, las políticas antiterroristas al interior se fortalecerán en lo
relativo a control de fronteras, migrantes, aeropuertos; asimismo, se
exacerbará el debate sobre las reformas a la inteligencia.
La especialista en temas
energéticos y coordinadora del área de Estudios de la Globalidad, Rosio Vargas,
advirtió que no hay diferencia entre ambos aspirantes en la estrategia
hegemónica, donde el petróleo juega un papel fundamental.
Aseveró que demócratas y
republicanos no sólo continuarán con esta tendencia, sino que incursionarán en
zonas potenciales de África Occidental, Mar Caspio y América Latina, lo que
podría derivar en conflictos entre países tercermundistas y desarrollados.
Explicó que estructuralmente,
Estados Unidos depende para su consumo en un 62 por ciento de crudo del
exterior. Mantiene sus reservas por razones de seguridad gracias a las
importaciones de países de Latinoamérica y
Medio Oriente, entre otros. Ello porque sus acumulados y producción
propia sufrieron un agotamiento desde los setenta. Para el 2025 la dependencia
podría ser de 70 al 75 por ciento.
De esta forma, asegura su
supervivencia a futuro, lo que se traducirá en aumentos y volatilidad de
precios del hidrocarburo y gas natural, con una tendencia inflacionaria hacia
otro tipo de bienes energéticos, sentenció.
En promedio, añadió, los
productores –sin contar a la Organización de Países Exportadores de Petróleo–
se acercarán en el 2010 al límite máximo de extracción. Estas consideraciones
se toman en cuenta en la política petrolera internacional de Estados Unidos.
Expresó que México llegará al
punto pico entre 2006 y 2008, mientras que en el Medio Oriente –que tiene el 65
por ciento de las reservas mundiales– lo tocará en 2025. En el mundo se
complican cada vez más los hallazgos, aunque la demanda no disminuye. Tan sólo
Norteamérica consume 20 millones de
barriles diarios.
En enero de 2005 alguno de los
dos contendientes asumirá la presidencia de la nación más poderosa del mundo:
el actual presidente, George W. Bush, hijo de un ex presidente y ex gobernador
de Texas, de 57 años, metodista, o John F. Kerry, condecorado en la guerra de
Vietnam, senador desde 1985, con 60 años y católico.
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PIES DE FOTO
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José Luis Valdés
Ugalde, director del CISAN de la UNAM, señaló que el estado de Florida será
decisivo, para George W Bush y John Kerry, en las elecciones presidenciales de
Estados Unidos.
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Leonardo Curzio
se refirió al tema de seguridad, terrorismo y guerra en Irak.
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Raúl Benítez
advirtió que la invasión a Irak ha sido uno de los conflictos más caros de la
historia.
César Pérez
Espinosa, secretario Académico del CISAN, hizo un análisis del proceso
electoral de Estados Unidos.
FOTO 05
Rosio Vargas
aseveró que para demócratas y republicanos el petróleo juega un papel
fundamental en la estrategia de Estados Unidos.
FOTO 06
Elaine Levine
pronosticó un endurecimiento de Estados Unidos para frenar la migración en la
frontera con México.