Boletín UNAM-DGCS-775
Ciudad Universitaria
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final del boletín
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Si nuestro país no avanza en la edificación
de un sistema representativo sólido, todo lo que hemos construido será necesariamente
precario y perentorio, afirmó el director del IIJ
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Luis Carlos Ugalde, consejero presidente del
IFE, expuso que su legitimidad es vulnerable cuando los gobiernos son
ineficaces o las disputas políticas parecen constantemente irresueltas
· El magistrado presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Eloy Fuentes Cerda, participó también en el Seminario Internacional “El pensamiento jurídico y político de Norberto Bobbio”
En México está
latente el riesgo de desencanto por la democracia. Si en nuestro país “no se
avanza en la edificación de un sistema representativo sólido, si no
fortalecemos a los partidos y al Congreso, si no se da respetabilidad a las
instituciones ni se genera una vocación general de acatamiento de la ley, entonces
todo lo que hemos construido será precario y perentorio”, afirmó Diego Valadés.
El director del Instituto de
Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la UNAM consideró que la inercia democrática
es más inestable que la autoritaria, y cuando se abandona el ejercicio de
nuestros derechos sobrevienen episodios indeseables de recaídas arbitrarias. De
ese modo, todas las sociedades hacen frente al reto de mantener renovado el
pensamiento, actualizadas las entidades,
y de sostener los procesos democráticos.
En la mesa
inaugural del Seminario internacional “El pensamiento jurídico y político de
Norberto Bobbio”, organizado por esa dependencia universitaria, el Instituto
Federal Electoral (IFE), el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación y Siglo XXI Editores, expuso que la democracia electoral llegó a
México después de una larga serie de esfuerzos, acumulados a lo largo de
generaciones.
Sin embargo,
“no hemos procedido todavía a la consolidación de la democracia institucional,
porque no hemos abordado uno de sus elementos clave: el desarrollo del sistema
representativo, es decir, un entramado de partidos y un Congreso funcional”.
Diego Valadés
recordó que según una encuesta realizada por el IIJ, los niveles de confianza
están en uno de los umbrales más bajos que se puedan registrar en una sociedad
moderna: 55 por ciento declaró desconfiar en las demás personas. La percepción
hacia las instituciones no es favorable.
Retomar el
camino del restablecimiento de la confianza requerirá de un gran esfuerzo, el
cual sólo se puede emprender a partir de una revisión seria de las ideas
políticas y jurídicas que contribuyan a encontrar los elementos para consolidar
este régimen, aseveró.
En tanto, Luis Carlos Ugalde,
consejero presidente del IFE, expuso que la legitimidad de la democracia está
en riesgo cuando los gobiernos son
ineficaces o las disputas políticas parecen constantemente irresueltas. Por
eso, requiere de un desarrollo institucional que haga compatible la representación
de la pluralidad con la eficiencia en la gobernación.
La construcción de un régimen democrático no se agota, a
pesar de su importancia, en los procedimientos para elegir gobernantes. Se
necesitan fórmulas para evitar que los intereses diversos se bloqueen entre sí;
aunque, “sin elecciones libres todas las demás libertades quedan en riesgo y el
poder acaba por beneficiar sólo a unos cuantos”.
Como conjunto
de reglas para resolver la competencia por el poder político este sistema es un
asunto central en el pensamiento de Norberto Bobbio. “Ese es el primer paso que
debe mantenerse sólido: el consenso que garantiza un mecanismo claro para tomar
decisiones, los votos como indicador para distribuir la autoridad pública, no
la violencia ni los indicadores de las encuestas”, añadió el consejero.
El régimen
político debe servir para mejorar la convivencia, la calidad de vida y las
oportunidades de las personas, pero no se puede olvidar que antes, la
democracia soluciona la disputa por el poder. En México, aseguró, hoy se
compite a través de los votos y eso debe continuar así.
No obstante,
están ahí las promesas incumplidas. En ese sistema Norberto Bobbio observa
algunas características negativas: de forma cotidiana se presentan fenómenos
como la subordinación de individuos a grupos organizados que luchan por
intereses particulares en detrimento de la representación política general; o
la ingobernabilidad derivada de la incapacidad de las autoridades para procesar
el conflicto y las demandas nacionales.
“Hemos visto
que los resultados son insuficientes. Muchas veces existe, incluso, la
tentación y falso dilema de optar por un régimen autoritario si hipotéticamente
fuese capaz de resolver los problemas económicos. Pero eso es –acotó–, un falso
dilema”.
A su vez, Eloy
Fuentes Cerda, magistrado presidente del Tribunal Electoral del Poder Judicial
de la Federación, refirió que el pensador italiano es uno de los más grandes
filósofos del derecho y la política contemporánea. Fue un profundo conocedor
del siglo XX y ha dejado uno de los legados más fructíferos y esclarecedores de
las luchas y esfuerzos de esta época.
Su obra
respondió a los eventos y procesos más decisivos que definieron la vida
política de la humanidad en los últimos 100 años. Sus trabajos y pensamiento,
recogidos en multiplicidad de publicaciones, permanecerá en el tiempo y espacio
de la cultura jurídico-política universal, orientando a las nuevas generaciones
de politólogos, académicos e investigadores sociales.
El pensador
mantuvo la defensa del diálogo, incluso bajo circunstancias y contextos que no
siempre fueron propicios para el desarrollo democrático. En este sentido, se
debe recordar su integridad e independencia intelectual y su disposición para
razonar con el adversario ideológico, sostuvo.
Por último, José María Castro,
de la editorial Siglo XXI, manifestó que Norberto Bobbio es uno de los autores
esenciales del siglo pasado, cuya vasta reflexión y producción intelectual en
el campo del derecho y la política, se hace patente en una bibliografía cercana
a tres mil títulos entre libros, ensayos, cursos, artículos reseñas y
entrevistas.
Fue un pensador
de la política. Elaboró ideas y discutió problemas. Además, se reconoció como
un profesor. Solía decir: “Para decidir es necesario pensar y para pensar es
condición aprender”, concluyó.
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FOTO 1
José María Castro, Eloy Fuentes, Diego Valadés y Luis Carlos Ugalde
participaron en el Seminario internacional “El pensamiento jurídico y político
de Norberto Bobbio”, organizado por el IIJ de la UNAM, IFE, TEPJF y Siglo XXI
Editores.
FOTO 2
Eloy Fuentes Cerda, magistrado presidente del TEPJF; Diego Valadés,
director del IIJ de la UNAM, y Luis Carlos Ugalde, consejero presidente del
IFE, hablaron sobre el pensador italiano Norberto Bobbio.