Boletín UNAM-DGCS-746
Ciudad Universitaria
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FORTALECERÁ A LA AUTONOMÍA UNA POLÍTICA QUE GARANTICE RECURSOS A LA EDUCACIÓN
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El secretario general de la UNAM, Enrique del
Val, clausuró las Jornadas de la Autonomía
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Participaron en este acto los directores: Ambrosio Velasco, de la FFyL; Ramón
Peralta, de la FC; Fernando Serrano, de la FD; Gerardo Ferrando, de la FI; y
José Narro, de la FM
Ante el peligro que representa para el país la
reducción de los recursos destinados a educación superior, ciencia y
tecnología, directores de facultades de la UNAM coincidieron en la necesidad de
impulsar una política de Estado de largo alcance en esta materia, como una
forma de fortalecer la autonomía universitaria.
Al clausurar las Jornadas de la Autonomía, el
secretario general de la UNAM, Enrique del Val, afirmó que un pueblo que no
recrea su pasado, no tiene futuro. Por ello, se rinde homenaje no sólo a
quienes en 1929 consiguieron este rango para la Universidad Nacional, sino a
aquellos que durante estos años la han defendido.
Sostuvo que la Universidad ha demostrado ser
digna de ella. “Hemos hecho buen uso de esa característica. Esperamos seguir
evolucionando para garantizar a todos los universitarios seguir siendo la mejor
institución de educación superior de México”.
En la mesa redonda “Presente y futuro de la
Autonomía Universitaria”, Ambrosio Velasco, director de las Facultad de
Filosofía y Letras (FFyL), consideró que el ejercicio de la autonomía requiere
de los medios necesarios, sobre todo de los financieros. Por ello, es
indispensable el establecimiento cabal de una política de Estado en materia de
educación, investigación y desarrollo tecnológico.
Subrayó que el cumplimiento de sus obligaciones
sociales, no puede depender de la arbitrariedad ni de presupuestos más
disminuidos. Ello le afectaría gravemente.
Si bien la UNAM celebra su autonomía con
justicia, añadió, ha sido una lucha que inició en los comienzos mismos de esta
universidad hace más de 400 años. Una batalla que los universitarios tenemos
que seguir dando en el seno de la sociedad civil, para mantener nuestra
libertad frente al Estado y ante cualquier fuerza externa que la amenace.
Al respecto, Ramón Peralta, director de la
Facultad de Ciencias, aseveró que esta casa de estudios, como espejo y
termómetro de la actividad e inquietudes nacionales, no podría haber sostenido
su carácter crítico ni su innegable papel en la educación, sin su autonomía.
“Esta institución ha sido un laboratorio de
prueba para las ideas, una oportunidad de anticipar soluciones a problemas que
sólo desde la Universidad pueden ser anticipados. Esta figura ha provisto los
elementos para estimular la imaginación, el trabajo creativo y la búsqueda de
respuestas”, especificó.
Por su parte, Fernando Serrano Migallón,
director de la Facultad de Derecho, subrayó que hoy, como en el futuro, esta
figura debe oponerse a los grupos que pretenden influir en la Universidad a
través de mecanismos como el otorgamiento de recursos adicionales, o la
promoción y defensa de intereses de los partidos políticos.
Ningún otro proyecto dentro de la vida nacional
ha perdurado con tanta energía ni ha provisto de frutos tan generosos como la
Universidad. Por ello, uno de los retos más importantes en los próximos años es
su fortalecimiento como proyecto cultural, social y educativo.
Consideró que hoy es para la UNAM lo mismo que
la libertad es para los individuos. Una universidad esclava no es universidad,
como un hombre privado de libertades no puede ser dueño de su albedrío y de su
destino.
En su oportunidad, Gerardo Ferrando Bravo,
director de la Facultad de Ingeniería, sostuvo en el auditorio “Raúl Fournier”
de la Facultad de Medicina (FM), que el financiamiento a las universidades
públicas ha venido disminuyendo en términos reales desde 1994. Ello ha
ocasionado que la Universidad se vea obligada a distraer esfuerzos en busca de
que se le otorguen los recursos estatales que le corresponden para cumplir con
su trascendental misión.
“Es preocupante que en los últimos años se
hayan enviado a la Cámara de Diputados, proyectos de presupuesto de egresos de
la Federación, con asignaciones insuficientes para el sistema público de
educación superior y el desarrollo científico y tecnológico del país”, aseveró.
Por ello, aseguró, es urgente establecer reglas
claras para garantizar este financiamiento. Esta situación no puede
prolongarse, la Universidad debe responder afirmando su autonomía y
consolidando su excelencia educativa. Es menester impulsar una política de
Estado de largo aliento que exprese la convicción, decisión y compromiso de
todos los sectores involucrados en esa tarea.
A su vez, el director de la FM, José Narro
Robles, opinó que la incertidumbre presupuestal, que obliga a que cada año se
tengan que emprender nuevas negociaciones, limita la autonomía. Por ello, se
debe asegurar una política de Estado para el financiamiento de la educación
superior. Cuando se cuente con ella y se transforme en ley se habrá dado un
paso importante.
Comentó que esta casa de estudios es una gran
universidad. En efecto, tiene problemas, pero la autonomía no es uno de ellos;
por el contrario, es fuente de creatividad y soluciones. “Así como es difícil
concebir completo a México sin su Universidad Nacional, sin su autonomía la
institución, antes incompleta, hoy estaría mutilada”, advirtió.
Ha servido para resolver problemas, no para
crearlos; le ha permitido avanzar y nunca se ha usado para retroceder; ha sido
un dique para la ambición malsana y los intereses particulares, así como un
antídoto para la ignorancia y la cerrazón, concluyó.
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Foto 01
El secretario
general de la Universidad Nacional, Enrique del Val, clausuró las Jornadas de
la Autonomía. Le acompañan Gerardo
Ferrando y Ramón Peralta, titulares de las facultades de Ingeniería y Ciencias,
respectivamente.
Foto 02
Ambrosio Velasco,
Fernando Serrano, José Narro y Enrique del Val, funcionarios de la UNAM,
hablaron sobre el presente y futuro de la autonomía universitaria.
Foto 03
El secretario general y directores de diversas facultades de la UNAM se pronunciaron por definir una política de Estado que garantice el financiamiento a la educación superior, la ciencia y la tecnología.