Boletín UNAM-DGCS-718
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Pies de foto al final del boletín
LAGUNAS JURÍDICAS PROPICIAN EL INCREMENTO DEL SECUESTRO EN MÉXICO
·
René Jiménez, del Instituto de
Investigaciones Sociales, dijo que el año pasado se cometieron en nuestro país
mil 200 de esos ilícitos con alto impacto
·
La sociedad ha comenzado a tener casos
abominables, como el secuestro, que es la indignidad total: Carlos Perea, de la
Universidad Nacional de Colombia
·
María Elena Morera, presidenta de México
Unido contra la Delincuencia, afirmó que la participación ciudadana es la única
forma de cambiar al país
Las lagunas jurídicas, el
manejo de penas mínimas, el incremento en el consumo de drogas, la complicidad
de los cuerpos policiacos y el fracaso en la prevención y combate de delitos
del fuero común han propiciado el incremento del secuestro en nuestro país en
los últimos, años, aseguró René Jiménez Ornelas, del Instituto de
Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.
Subrayó que delitos del fuero
común, como robo a transeúntes, de vehículos y asaltos bancarios, han provocado
que los responsables escalen a otros más redituables como el plagio, que ha
florecido y se comete con mayor frecuencia y violencia.
Al participar en la mesa “El
secuestro en las relaciones sociales de México”, el coordinador de la Unidad de
Análisis sobre Violencia Social del
propio Instituto indicó que según cifras oficiales, en el 2003 se cometieron en
nuestro país mil 200 secuestros de alto impacto, es decir, cuando la víctima es
asesinada, mutilada o se paga como rescate cifras elevadas.
Sin embargo, en 2004 los
delincuentes se enfocan a otro tipo de sujetos, optan por su apariencia: que
porte un traje, reloj o auto de buena calidad, independientemente de si ello es
sinónimo de una situación económica elevada.
Ello provoca que en 48 por
ciento de los secuestros en los que ha intervenido la Procuraduría General de
la República la edad de las víctimas oscile entre 16 y 30 años; 22 por ciento
entre 31 y 44; 12 por ciento de 45 a 60, 10 por ciento de 0 a 15, y 8 por ciento
más de 61.
Además, los sectores más
afectados por las bandas de plagiarios son los estudiantes con el 29 por ciento
de víctimas entre 2001 y 2004, seguidos por los pequeños comerciantes con 23
por ciento.
Comentó que si bien en los
últimos tres años este índice en el país disminuyó de forma drástica, en la
Zona Metropolitana se incrementó 167 por ciento, por lo que los delincuentes
tuvieron que emplear casas de seguridad rentadas en municipios del Estado de
México, involucrando a gente que actuó de buena fe.
Respecto a las lagunas
jurídicas en la materia, Jiménez Ornelas recordó que hasta fines del año pasado
el secuestro exprés no era considerado legalmente como tal sino como robo
calificado; es decir, el responsable tenía la posibilidad de no ingresar a la
cárcel.
Asimismo, las entidades
federativas no les dan el mismo trato, sino penas máximas y mínimas variables.
Por ello, es indispensable homologar los códigos penales en los estados y
quitar los obstáculos que impidan el combate
a este delito. El manejo de las infracciones menores también permite cierta
impunidad, que le da al infractor la alternativa de quedar libre.
Insistió en que el hecho de no
tener una acción integral por parte de la inteligencia policiaca permite que
quienes no son detenidos integren sus propias bandas y células con mayor lujo
de violencia y de acción premeditada.
En la industria del secuestro
participan familiares y conocidos de las víctimas, e incluso policías en
activo. La colaboración de estos últimos no sólo es como informantes o
protectores, sino en la ejecución del delito.
Por su parte, Carlos Perea
Restrepo, de la Universidad Nacional de Colombia, comentó que la sociedad
contemporánea está inmersa en el crimen; hay un consenso en torno a este
problema como el más sentido, urgente y que mayores preocupaciones le genera.
Incluso, algunas encuestas mundiales revelan que la población está más alarmada
que sobre desempleo y pobreza.
“Hoy no hay proyecto de
sociedad que no pase necesariamente por intentar eliminar la delincuencia. Los
políticos y las campañas electorales hacen referencia a ello”.
La colectividad ha comenzado a
tener situaciones abominables, no sólo el homicidio que ha cobrado nuevas
formas de expresión, sino el secuestro, que es la indignidad total.
En México tiene una presencia
compleja, por un lado se ha incrementado en el norte del país, y por el otro es
impresionante que en los últimos 20 años 60 por ciento de los municipios
disminuyeron sus índices delictivos.
A su vez, la presidenta de
México Unido contra la Delincuencia, María Elena Morera, afirmó que la
participación ciudadana es la única forma de cambiar nuestro país.
“México Unido ve la lucha
contra el secuestro como algo integral. Estamos en contra de la impunidad
jurídica, por lo que como ciudadanos tenemos que denunciar, así como mejorar
las fuerzas policiacas, el ministerio público y lograr una mejor justicia para
todos”, finalizó.
– o0o –
Foto 1
Carlos Perea, María Elena Morera, Sergio Zermeño y
René Jiménez Ornelas hablaron de “El secuestro en las relaciones sociales de
México”, en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
Foto 2
René Jiménez
Ornelas, del IIS de la UNAM, dijo que delitos del fuero común, como robo a
transeúntes y asaltos bancarios, han provocado que los responsables escalen a
otros más redituables como el plagio.
Foto 3
La presidenta de
México Unido contra la Delincuencia, María Elena Morera, se dijo en contra de
la impunidad jurídica, y llamó a mejorar las fuerzas policiacas y el ministerio
público para combatir el delito.