Boletín UNAM-DGCS-674
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al final del boletín
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Luis Díaz Müller, del IIJ de la UNAM, dijo
que estamos lejos del Estado social de derecho, y las transiciones a la
democracia o no han sido tal o se han agotado
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La aceptación de tesis y posiciones han dado a la
UNAM el adjetivo de respetuosa del derecho a la libre manifestación de las
ideas, Rosa María Álvarez de Lara
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No es posible una auténtica democracia sin
justicia social, pero tampoco una verdadera justicia social sin democracia:
Carlos de la Torre, integrante del mismo instituto
Pareciera que América Latina
se encuentra en un callejón sin salida ni destino en la actualidad. Así lo
demuestra la caída de los ritmos de crecimiento y el incremento de la pobreza,
como señala en sus informes la Comisión Económica para América Latina (CEPAL),
aseguró Luis Díaz Müller, del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de
la UNAM.
Al participar en la
inauguración de las III Jornadas sobre globalización y derechos humanos. El
mito del desarrollo y las transiciones a la democracia, reconoció que en la
región “estamos lejos del Estado social de derecho, y las transiciones a la
democracia o no han sido tal o se han agotado”.
Dijo que “tras el fin de la
Guerra Fría y el equilibrio del terror, se tenía la esperanza de una nueva era
para la humanidad, que tuviera como centro principal al hombre como sujeto de
todo”. Pero no fue así, después de la caída del Muro de Berlín, presenciamos
con incertidumbre cómo el mundo se sumergía en la ciénaga de una de las crisis
más profundas de su historia”.
En el auditorio “Héctor
Fix-Zamudio” del IIJ, sostuvo que no fueron suficientes Auschwitz ni los demás
campos de concentración, el tribunal de Nuremberg ni la creación de la Corte
Penal Internacional. El mundo, como un barco a la deriva, se complicó la vida
en una compleja trama de conflictos desiguales, de intereses contradictorios en
la oscura caverna de la globalización”.
Díaz Müller explicó que la
mundialización consistió y consiste en un conjunto de interdependencias,
complejas y transversales. El mercado, la “Macdolarización” del orbe, la
revolución de las comunicaciones y tecnologías.
Consideró necesario enriquecer
el pensamiento del siglo que inicia en torno a temas como la justicia social,
derechos humanos, Estado de derecho, transiciones, desafíos del neoliberalismo,
modelos políticos y sociales, y retos del medio ambiente.
Se pronunció por escuchar con
atención y debatir con altura. “Lo contrario no es más que la mediocridad de
los avaros. Concentremos la atención en que la Universidad tiene como misión
insoslayable: la educación ética para la vida misma”.
Durante la reunión, Rosa María
Álvarez de Lara, también del IIJ, opinó que la globalización es un tema tan
atractivo como común; no obstante, todavía no ha sido analizado de manera
suficiente.
Indicó que al hablar de este
tema los grandes rubros que se deben analizar son: avances tecnológicos en
comunicaciones, quiebra económica y financiera de la mayoría de los Estados
modernos y la entrada de China al mercado de capital, acordes con el estudio
que se debe hacer sobre la mundialización.
En este desconcierto de lucha,
entre la verticalidad y la democracia parece haber indicios del fortalecimiento
del Estado de derecho, por lo menos de la relación entre soberanía y derechos
humanos, de ahí la importancia que cobra el análisis de la transición como una
realidad, expresó.
Recordó que la sensatez y el
equilibrio en las discusiones, el encuentro y la aceptación de tesis y posiciones,
han dado a la UNAM el adjetivo de respetuosa del derecho a la libertad de
expresión y a la libre manifestación de
las ideas.
Pero también la han calificado
como la fuente del desarrollo de nuevas posiciones y de mecanismos en el alcance
de la libertad y dignidad, binomio básico en la globalización, en la
transición, pero sobre todo en la democracia, abundó.
En la primera ponencia, Carlos
de la Torre, del mismo Instituto, aseveró que hoy no es posible una auténtica
democracia sin justicia social, pero tampoco una verdadera justicia social sin
democracia.
Refirió que hasta hace 25 años
los grandes retos para la consolidación de este régimen en América Latina eran:
transición de regímenes militares a gobiernos de civiles, elecciones libres y
transparentes, lucha por las libertades ciudadanas, fortalecimiento de un
sistema de partidos políticos, plural y equitativo, y reformas jurídicas para
alcanzar una división y equilibrio de los poderes, así como la pacificación de
los grupos guerrilleros.
Por fortuna tras más de tres
décadas de lucha y sacrificio de muchos latinoamericanos, la población de casi
toda la región vive hoy bajo administraciones más o menos democráticas. “Pese a
las particularidades de cada proceso, por primera vez en su historia, la esta
zona, por lo menos en su dimensión estrictamente electoral, vive bajo
estructuras participativas”, aseguró.
Hoy día el derecho al voto es
reconocido sin restricciones, se logró que el 89.3 por ciento de los habitantes
con derecho al sufragio estén registrados en los padrones electorales de cada
país, reveló.
Más allá de la desconfianza
que los latinos sienten hacia la democracia, para hacer realidad los derechos
civiles y políticos plasmados en las constituciones y en los tratados internacionales,
el “talón de Aquiles” de su consolidación en AL lo constituye el rezago que hoy
viven los derechos sociales y se refleja directamente en la situación económica
y social en las naciones que la conforman, finalizó.
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Foto 01
La caída en el
ritmo de crecimiento y el aumento de la pobreza en Latinoamérica parecerían
llevar a la región a un callejón sin salida, aseguró Luis Díaz Müller (a la
derecha), del IIJ de la UNAM. A su lado Carlos de la Torre.
Foto 02
Al participar en
las III Jornadas sobre globalización y derechos humanos. El mito del desarrollo
y las transiciones a la democracia, Rosa María Alvarez de Lara, del IIJ, opinó
que la globalización no ha sido analizada de manera suficiente.