Boletín UNAM-DGCS-571
Ciudad Universitaria
Pies de fotos al
final del boletín
·
Aseguró Alma Laura Moncada Marín, del CEIICH, al revelar que no se da
cuenta del proceso de generación del conocimiento
·
La investigadora Elke Köppen Prubmann habló de la inclusión de color en
las imágenes científicas en revistas especializadas
La información publicada sobre ciencia no
contribuye a acrecentar la cultura científica de la población ni a promover el
interés por la investigación, su comprensión y una actitud crítica hacia ella,
señaló Alma Laura Moncada Marín, del Centro de Investigaciones
Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH) de la UNAM.
Al dictar la conferencia La difusión de la
ciencia en México a través de los periódicos de circulación nacional, dentro de
la mesa Política científica y difusión de la ciencia, aseveró que por lo
general, los trabajos editados no dan cuenta del proceso de generación del
conocimiento.
Añadió que de acuerdo con un análisis de
contenidos publicados durante septiembre de 2001 en 10 medios, sólo un tercio
informó de las teorías y metodologías propias de esta actividad y 69 por ciento
no definió los tecnicismos que se incluyeron.
Destacó que éstos se incluyen sobre todo en las
secciones de sociedad y miscelánea con 230 notas, seguidas de las secciones de
ciencia con 228, cultura con 56 y salud con 50.
Su contenido provino en un 47 por ciento de
organizaciones extranjeras, 26 del gobierno, 17 de instituciones de educación
superior, ocho del sector privado no lucrativo y dos por ciento de las
empresas. Se comprueba una vez más que la mayor aportación difundida proviene
de Estados Unidos, con el 49 por ciento; Europa con el 33.5; América Latina el
6.7; Asia, 5.3; Canadá, 2.5; África, 0.7, y Oceanía con 0.4 por ciento.
A su vez, Elke Köppen
Prubmann, del CEIICH, habló sobre ¿Quién le pone color a los fractales? Color e
imágenes científicas en la era digital. No hace mucho tiempo atrás, dijo, era un
elemento visual ausente en las placas incluidas en las revistas especializadas.
National Geographyc publicó su edición a todo
color en 1948, mientras en Science y Nature aparece inicialmente en las
portadas y en la publicidad pagada, pero es hasta principios de los ochenta
cuando se insertan las primeras ilustraciones en los artículos científicos; la
mayoría modelos de estructuras moleculares.
Aunque esas placas viven en una estrecha
relación con las posibilidades tecnológicas, postergar su inclusión no obedece
sólo al adelanto disponible y a los elevados costos. Hay que recordar que por
mucho tiempo fue considerado frívolo para hacer ciencia: se reservaban para
divulgación o fines didácticos, mientras que para las publicaciones serias
estaba el blanco y negro.
Hoy, sin embargo, es un aspecto importante de
las representaciones visuales de este quehacer y juega un papel en la creciente
esteticidad de las imágenes. Se usa como un acompañante para etiquetar y
expresar mediciones o valores numéricos, por ejemplo. Aunque representa una
variable gráfica, entre otras –pues no es indispensable para diferenciar formas
o conocer el mundo en áreas científico-técnicas–, su uso ha aumentado pues
incluye más información que utilizan otros elementos gráficos.
Sin duda, aseveró, las gráficas en blanco y
negro pueden ser impactantes, pero su contraparte es expresiva y evoca
emociones. Pero, advirtió, hay que tener cuidado: no hay que olvidar que
el contexto influye en su percepción y existen personas daltónicas. Se pueden
provocar asociaciones no deseadas o equivocadas, o distraer.
--000--
PIES DE FOTO
FOTO 01
Elke Köppen Prubmann, del CEIICH de la UNAM, habló
sobre ¿Quién le pone color a los fractales? Color e imágenes científicas en la
era digital, un elemento visual en las revistas especializadas.
FOTO 02
Alma Laura
Moncada Marín, del CEIICH de la UNAM, señaló que la información publicada sobre
ciencia no contribuye a acrecentar la cultura científica de la población.