Boletín UNAM-DGCS-548
Ciudad Universitaria
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MEJORAN EL TRABAJO QUIRÚRGICO LOS SISTEMAS COMPUTARIZADOS
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Además, pueden mejorar significativamente la
realización y el entrenamiento de diferentes procedimientos, dijo Fernando
Arámbula Cosío, del CCADET de la UNAM
Los sistemas computarizados
utilizados en operaciones pueden mejorar significativamente la realización y el
entrenamiento de diferentes procedimientos quirúrgicos, esto a pesar del
escepticismo y duda que aún tienen los cirujanos del país.
Así lo indicó Fernando Arámbula Cosío, investigador del
Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET) de la UNAM,
quien añadió que los retos de estas innovaciones son mostrar beneficios
significativos para el paciente o los profesionales y justificar los gastos que
representan.
Entre sus ventajas, comentó,
está proporcionar periodos más cortos y efectivos de entrenamiento para los
estudiantes; mejorar en la exactitud de los procesos; eficientar los tiempos de
cirugía y permitir nivelar la calidad en la realización del trabajo de los
especialistas.
Sus principales limitaciones,
advirtió, son los costos y la mayor complejidad de los protocolos quirúrgicos,
“porque el médico debe ajustarse al aparato cuando antes operaba directamente”,
aseguró Arámbula Cosío en el Auditorio de este Centro.
El objetivo principal de estos
sistemas, informó Arámbula Cosío, es proporcionar a los facultativos diferentes
niveles de apoyo durante la planeación y realización de las intervenciones.
Los medios que se utilizan son
las mediciones sobre imágenes, sistemas de monitoreo o posicionamiento
tridimensional, las técnicas de visión y gráficos digitales, así como las
referidas a los mecanizados, señaló durante la conferencia Cirugía asistida por
computadora en el Laboratorio de Imágenes y Visión del CCADET.
Las etapas para hacer cortes
con ayuda de equipo de cómputo o de un robot constan de varios pasos: se mide
el órgano del paciente para conocer su geometría mediante una tomografía,
resonancia magnética o ultrasonido, entre otros métodos; se le construye un
modelo tridimensional; se planea la cirugía; se hace el registro
transoperatorio y se ejecuta el plan quirúrgico de forma asistida.
La diferencia básica de esta
cirugía con ayuda computacional y la robótica médica es que, en la primera, se
usa un seguidor óptico o magnético o un brazo mecánico pasivo. En ella el
galeno opera casi igual que siempre, pero apoyado en el prototipo creado, “él
controla todos los movimientos”. En la segunda, se emplean mecanismos
motorizados programables.
En el primer caso, indicó, hay
varias modalidades: la guiada por imágenes (que auxilia al médico durante la realización
de una operación) y los simuladores (que lo apoya en su formación). En la otra
opción, el dispositivo puede ser activo (hacen cortes de tejido) o pasivo (sólo
posicionan la herramienta); hay también una versión híbrida, donde el
profesional manipula el instrumento quirúrgico pero los motores limitan sus
movimientos en áreas seguras, de acuerdo con las mediciones realizadas del
enfermo.
El también profesor del
Posgrado en Ciencia e Ingeniería de la computación de la UNAM, agregó que
cualquiera que se dedique a construir aparatos operatorios debe garantizar que
no lastimará al paciente ni al personal de la sala de operaciones.
Arámbula Cosío añadió que en su laboratorio un residente
puede practicar las horas que quiera una operación en diferentes modelos de
próstatas, por ejemplo, pues se puede recurrir a una biblioteca donde se
encuentren los tomados de ultrasonidos de diferentes pacientes. Otro punto
importante es que se puede simular la cauterización de hemorragias.
Esta nueva técnica, recalcó, tiene la ventaja de que no
requiere la presencia del paciente, es un tipo de cirugía mínimamente invasiva.
La desventaja es que cambia la manera como opera el cirujano, es decir,
necesita nuevas habilidades y el entrenamiento en ellas puede ser difícil y
laborioso.
El experto adelantó, además,
sobre otros temas de investigación en esta área que pueden ser fructíferos son
el desarrollo de modelos computacionales rápidos y exactos del comportamiento
del tejido blando (para entrenamiento o monitoreo de cirugías), de nuevos
sensores para imágenes médicas y mecanismos para cirugía robótica, así como la
construcción transoperatoria del modelo de un órgano.
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PIES DE FOTO
Foto 01
Fernando Arámbula
Cosío, investigador del CCADET de la UNAM, aseguró que hay escepticismo y duda
ante los sistemas computarizados para
las cirugías, pese a sus ventajas.
Foto 02
Los sistemas computarizados utilizados en operaciones quirúrgicas pueden mejorar significativamente la realización y el entrenamiento de diferentes procedimientos, aseguran investigadores universitarios.