Boletín UNAM-DGCS-531
Ciudad Universitaria
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Pies de foto al
final del boletín
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Delawere, Maryland y Virginia, son los
nuevos puntos de concentración de mexicanos
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Ana María Aragonés, de la FES Acatlán, dijo
que en los últimos años Veracruz y Chiapas se han convertido en dos de las
entidades con mayor éxodo de habitantes a EU
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Las remesas son la segunda fuente de
ingresos para el país, con alrededor de 13 mil millones de dólares al año
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Si las comisiones por los envíos de dinero
al país no fueran tan elevadas, crecerían entre el 20 y 25 por ciento
En
los últimos años el triángulo conformado por los estados norteamericanos de
Delaware, Maryland y Virginia se ha convertido en uno de los principales
destinos de los nuevos flujos migratorios de mexicanos hacia Estados Unidos,
aseguró Ana María Aragonés Castañer, de la Facultad de Estudios Superiores
(FES) Acatlán.
La
docente de esa unidad multidisciplinaria de la UNAM reconoció que si bien
entidades como California, Illinois, Texas y Nueva York continúan como
principales puntos de llegada, Georgia, Minessota y la península de Delmarva
han cobrado importancia, pues a esos puntos han arribado importantes
contingentes de connacionales.
La
incorporación de estos nuevos sitios se debe, por un lado, a que ciertas
industrias que antes se localizaban en centros urbanos de difícil acceso para
los indocumentados se han trasladado a zonas rurales, con mano de obra barata y
donde hay menos problemas de sindicalización, lo que les permite ser más
competitivas en el ámbito mundial, añadió.
La
historiadora refirió que las leyes antiinmigrantes también han fomentado este
fenómeno, pues provocaron el cierre de los lugares tradicionales de paso por la
presencia de la patrulla fronteriza y el refuerzo de las medidas de seguridad.
Ahora los migrantes se trasladan por rutas más peligrosas, como el desierto.
Dijo
que en años recientes se ha dado un fenómeno poco usual: la expulsión de
pobladores de estados como Veracruz y Chiapas. En el primer caso, “era una
entidad que no presentaba esa situación. Impresiona el número de gente que se
va al vecino país del norte”.
Los
chiapanecos también abandonan su territorio, aunque prácticamente ya no hay
entidad que no participe en los flujos migratorios, expresó.
Aragonés
Castañer informó que las remesas continúan siendo la segunda fuente de ingresos
para la economía mexicana, sólo detrás del petróleo, con alrededor de 13 mil
millones de dólares al año.
En
conjunto, América Latina percibe unos 30 mil millones de dólares al año
provenientes de la Unión Americana, y México es el principal receptor. Naciones
centroamericanas como Guatemala y El Salvador también son de primordial
importancia; de hecho, este último no podría vivir sin esos recursos.
Explicó que en la medida como el migrante tiene más
tiempo en Estados Unidos, se reduce el porcentaje de envíos a su país de
origen, porque empieza a trasladar a la familia.
La
académica reconoció que uno de los problemas importantes con las remesas es el
porcentaje que cobran las agencias. Sin su participación los montos se
incrementarían de 20 a 25 por ciento, y así convertirse en la primera fuente de
ingresos para la república.
Tampoco llegan al sector productivo. Su destino
principal es el consumo en un 75 por ciento; no se invierte porque la gente
come de ellas. El resto es para comprar animales, ahorrar o instalar un
negocio.
Aragonés
Castañer explicó que Norteamérica participa de forma decidida en la
globalización, con productos agroindustriales de exportación importantes, que
requieren fuerza de trabajo.
Por
desgracia, las condiciones laborales se han degradado y reducido los salarios,
con el fin de competir en el mundo. Lo mismo ha sucedido con la agricultura
estadounidense.
“México expulsa a sus habitantes para que Estados
Unidos pueda ser competitivo y debamos comprar todas sus mercancías. Se pensaba
que el TLC sería la estrategia para detener estos flujos, pero ha afectado al
campo y muchas pequeñas y medianas industrias han desaparecido”, denunció.
Ana María Aragonés explicó que México ha desarrollado
una cultura de la migración. “La gente no se va de su tierra a menos que tenga
necesidad de irse; hay que darle oportunidades para que se quede. Es triste
llegar a un país del que no se conoce su lengua”.
Enfatizó
que sólo si se ofrecen puestos de trabajo suficientes, en condiciones
correctas, este fenómeno se revertirá; de lo contrario, la gente se seguirá
yendo de manera irrefrenable.
La
académica apuntó que en todas las industrias y lugares de la Unión Americana
hay emigrados, no sólo mexicanos. Son fundamentales para su economía; si
decidieran parar labores por una semana, EU se paralizaría. Sin embargo, es una
medida que no se lograría por la heterogeneidad de los indocumentados. “No se
ha llegado a tal grado de organización”, reconoció.
Insistió en
que los atentados del 11 de septiembre de 2001 parecían querer limitar o
disminuir la migración, pero no lo hicieron. Ni las estrategias del gobierno
estadounidense en relación con el terrorismo han podido frenarla, concluyó.
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Foto 01
La historiadora
Ana María Aragonés dijo que si bien California, Illinois, Texas y Nueva York
siguen como principales destinos de los migrantes nacionales, Georgia,
Minesota, Delaware, Maryland y Virginia han cobrado importancia en años
recientes.
Foto 03
Las leyes
antiinmigrantes han provocado que los lugares tradicionales de paso se hayan
cerrado por la presencia de la patrulla fronteriza y el refuerzo de las medidas
de seguridad, reconoció Ana María Aragonés, de la FES Acatlán de la UNAM.