Boletín UNAM-DGCS-524
Ciudad Universitaria
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final del boletín
BUSCAN EN NANOTECNOLOGÍA ALTERNATIVAS PARA COMBATIR LA CONTAMINACIÓN
·
En el Instituto de Física de la UNAM se
crean estructuras y dispositivos minúsculos con nuevas propiedades
·
Aseguraron los doctores Luis Antonio Pérez
López e Ignacio Garzón, pertenecientes al IF y a la REGINA
· Es indispensable que México obtenga nuevos componentes y productos útiles para la electrónica, química, farmacéutica, cosmética, aeronáutica y del vestido, entre muchas otras
Investigadores
del Instituto de Física (IF) de la UNAM experimentan con elementos nanométricos
para obtener materiales más fuertes que el acero y para construir catalizadores
que combatan la contaminación en las ciudades, aseguraron los doctores Luis Antonio
Pérez López e Ignacio Garzón, integrantes del Instituto de Física (IF) de la
UNAM y de la Red de Grupos de Investigación en Nanociencias (REGINA).
Por ello,
calificaron de indispensable la incorporación de México a esta revolución, para
implementar nuevos componentes y productos en industrias como la electrónica,
química, farmacéutica, cosmética, aeronáutica y del vestido, entre muchas
otras.
Señalaron que en
Estados Unidos el presupuesto gubernamental destinado a esta rama pasará de 462
millones en el año 2000, a casi mil millones de dólares en el 2007. En cambio,
revelaron, “en nuestro país no hay apoyos gubernamentales ni iniciativas
equivalentes, acordes con nuestra realidad".
Una de sus
principales aplicaciones se da en el combate a la contaminación. Los
convertidores catalíticos más eficientes para los autos, por ejemplo, se
fabrican a partir de nanopartículas metálicas. Su función colaboraría a reducir
la presencia de monóxido de carbono, producto de la quema de combustible, al
transformarlo en gases inocuos, explicó Ignacio Garzón.
Todo ello
requiere la participación decidida de las empresas y la disminución de costos
de los nuevos productos para asegurar la inserción de México a esta nueva
revolución industrial, indicó Pérez López. No obstante, Ignacio Garzón
reconoció que no hay una tradición de las compañías nacionales para hacer uso
del conocimiento científico generado en las instituciones académicas.
Potencialmente,
con esta técnica todos los materiales podrían mejorar su composición. En
teoría, podría elegirse un elemento de la tabla periódica y analizar el
comportamiento de un conjunto de sus átomos; se esperaría que sus atributos
fuesen diferentes a los de la escala
normal. El campo de investigación es enorme, recalcó Luis Antonio Pérez.
Recordó que un
nanómetro equivale a la mil millonésima parte de un metro, y las nanociencias
estudian el comportamiento de la materia en esa escala. En tanto, la
nanotecnología controla o manipula componentes de ese tamaño, así como la
creación de estructuras y dispositivos con propiedades y funciones inéditas,
útiles para posibles innovaciones.
Dijo que los
fulerenos y nanotubos de carbono tienen particularidades notables en estas
dimensiones, pues presentan alta conductividad térmica y electrónica, así como
mayor resistencia mecánica, por encima, incluso, de los metales más fuertes,
como el acero. “Sus características los hacen prometedores para usos
comerciales”, abundó.
Lo mismo ocurre
con el oro. Es un mineral “noble” porque químicamente no reacciona con casi
nada, no se oxida ni reduce. En contraste, cuando tiene pocos átomos se vuelve
activo, con propiedades catalíticas, útiles en la industria química. Se sabe,
indicó, “que el mejor tamaño para ésta última aplicación es de entre cuatro y
cinco nanómetros”.
Ignacio Garzón
recordó que, a pesar de que desde hace siglos los químicos han trabajado con
materiales nanoestructurados, como el dióxido de titanio, el negro de carbón o
el sílice ahumado, no fue sino hasta mediados de los ochenta cuando surgió el
término “nano” (del griego “enano”), luego del descubrimiento de los fulerenos,
estructuras formadas por 60 átomos de carbono, y de los nanotubos de carbono en
1991.
Descubrir sus
nuevas posibilidades fue posible gracias al desarrollo de herramientas químicas
y físicas para controlar la materia en esa escala, expuso Luis Antonio Pérez.
Ejemplo de eso son la síntesis de materiales, microscopías de tunelaje, de
barrido y electrónica, espectroscopias ópticas y los aceleradores de partículas
para implantar iones.
Desde hace varios
años, añadió el doctor Garzón, en el IF hay investigadores dedicados a la
síntesis o fabricación de estos nuevos componentes, y a su caracterización
mediante una variedad de técnicas experimentales. O bien, a la predicción teórico-computacional
de sus atributos y aplicaciones, finalizó.
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Foto 01
Luis Antonio Pérez López e Ignacio Garzón, del
Instituto de Física, aseguraron que la nanotecnología representa una revolución
industrial por el modo como se obtienen nuevos materiales y productos.
Foto 02
Investigadores universitarios experimentan con
elementos nanométricos para obtener materiales más fuertes que el acero y para
construir catalizadores que combatan a la contaminación de las ciudades,
informó Ignacio Garzón, del Instituto de Física.
Foto 03
El físico Luis Antonio Pérez explicó que la
nanotecnología es la manipulación de la materia en escala de nanómetros,
equivalente a la mil millonésima parte de un metro.