Boletín UNAM-DGCS-519
Ciudad Universitaria
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final del boletín
USAR
CÉLULAS TRONCALES, GRAN FUTURO PARA ENFERMEDADES SIN CURA
·
Podrían ser la solución para padecimientos
como diabetes, mal de Parkinson o Alzheimer, aseguró Ricardo Tapia,
investigador emérito del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM
·
La clonación terapéutica originaría tejidos
pancreáticos, del corazón o hígado, así como neuronas
· Como el material provendría del mismo individuo, no habría problemas de rechazo, señaló
Desarrollar células troncales in vitro para producir
tejidos humanos y aplicarlos en padecimientos caracterizados por la destrucción
de este elemento morfológico, puede ser la solución futura de enfermedades aún
sin tratamiento efectivo, como la diabetes, mal de Parkinson o Alzheimer,
afirmó Ricardo Tapia, investigador emérito del Instituto de Fisiología Celular
(IFC) de la UNAM.
La manipulación con células humanas abre nuevas
posibilidades a la ciencia para atender distintos males, añadió el experto,
como implementar tratamientos, novedosos procedimientos quirúrgicos y
trasplantes de órganos, con excepción del cerebro, que nos da nuestra
personalidad, conciencia, sentimientos y emociones.
Pero se enfrentan problemas éticos. Por ejemplo,
dijo, se pueden clonar células pluripotenciales, que pueden derivar en
distintos órganos o tejidos. “La gran discusión es si es válido usar óvulos
fecundados por fertilización in vitro para investigación y, en un futuro, para
tratamiento de enfermedades”, mencionó Tapia.
Luego, aclaró que hay que distinguir la clonación
terapéutica de la reproductiva. Al principio son iguales; de un óvulo se extrae
el material genético, ubicado en el núcleo. El ADN se consigue de otra célula
“donadora” que puede ser adulta.
Así se hizo con Dolly, además de gatos, vacas y
conejos. Lo interesante es que a partir de una célula adulta, de glándula
mamaria en el caso de la famosa oveja, se dio lugar a un organismo completo.
Esa célula se “des–diferencia”, sentenció.
El consenso universal es que la clonación
reproductiva en humanos no debe hacerse. Todavía falta mucho por conocer de
esta técnica y hay riesgos de que el producto sea deficiente en muchos
aspectos, expuso.
Por
el contrario, aseguró, la clonación terapéutica pretende desarrollar las
células troncales para diferenciarlas in vitro y producir tejidos para
aplicarlas o transplantarlas a enfermos con padecimientos que se caracterizan
por la destrucción celular.
Se usarían células adultas del propio paciente, lo
cual implicaría grandes ventajas. La clonación podría dar origen a células
pancreáticas, del corazón o del hígado, a neuronas, etcétera. Como el material
provendría del mismo individuo, no habría problemas de rechazo.
Otra de sus aplicaciones sería en el mal de
Parkinson, producto de la muerte de neuronas en la base del cerebro,
productoras de la dopamina. Cuando desaparecen, la corteza cerebral ya no puede
activar lo suficiente a las células que siguen, por eso se presenta rigidez y
temblor en el cuerpo, adelantó.
Ante
este padecimiento, prosiguió, “la idea es generar células troncales,
diferenciarlas en cultivo y crear neuroblastos; luego trasplantarlos en la zona
donde hacen falta. Sería la posible cura de la enfermedad”.
En el caso de la diabetes, “el tratamiento real sería
introducir células a la glándula capaces de producir insulina. Hablaríamos de
un remedio efectivo, no de remedios sustitutivos”, precisó.
También los pacientes que padecen Alzheimer, que
destruye lo más humano que tenemos: la memoria, inteligencia y capacidad de
asociar ideas; el cáncer, el mal de Huntington, las quemaduras y otros males
donde se registra muerte celular, se verían beneficiados. Las posibilidades de
tratamientos más efectivos son prometedoras, refirió,
El objetivo de las ciencias biológicas
experimentales, reiteró, es conocer mejor el funcionamiento de nuestro
organismo, así como saber qué sucede cuando hay padecimientos y la mejor forma
de prevenirlos y tratarlos.
Puntualizó que para ello se pueden hacer, y así
ocurre, estudios en humanos. Se trata de la llamada investigación clínica. Para
ella hay una serie de reglas internacionales, como el Código de Nuremberg, la
declaración de Helsinki y, en México, la Ley General de Salud.
Los reglamentos incluyen el “consentimiento
informado”, que consiste en explicar al enfermo de qué trata el análisis que se
le va a realizar y, luego, conseguir su autorización, concluyó.
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Foto 01
Ricardo Tapia, investigador emérito
del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, aseveró que desarrollar células
troncales es el gran futuro para enfermedades sin un tratamiento efectivo.
Foto 02
La diabetes, mal de Parkinson o
Alzheimer entre otras, podrán ser tratadas con la manipulación de células
humanas, señaló Ricardo Tapia, investigador emérito del IFC de la UNAM.