06:00 hrs. Julio 16 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-507

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

DISEÑAN EN LA FES CUAUTITLÁN ANTIBIÓTICOS Y ANTIHIPERTENSIVOS

 

·        Los compuestos son menos tóxicos que los  comercializados y tienen origen nacional: Enrique Ángeles

·        Con los estudios se producirán estructuras químicas en nuestro país para usarlas como medicamentos

·        Casi en su totalidad, la industria farmacéutica en México se dedica a maquilar los productos del sector, lo que implica importar principios activos

 

Académicos de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán (FESC) trabajan en el diseño de los antibióticos LQM 996 y LQM 919, eficaces en el combate de bacterias y parásitos propios de la falta de higiene, como el Heliobacter pylor, Giardia, amiba y gusanos planos, que ocasionan problemas de salud pública.

 

Se calcula que el 70 por ciento de la población en nuestro país porta esos organismos nocivos, que se manifiestan en diarreas e infecciones graves y, en ocasiones, en complicaciones como gastritis, úlceras digestivas, e incluso, cáncer de estómago.

 

También los especialistas de esa unidad multidisciplinaria de la UNAM: Enrique Ángeles Anguiano, Luisa Martínez Aguilar, Sandra Díaz-Barriga Arceo, María Eugenia Posada, Ana María Velázquez, Alberto Ramírez, Pablo Martínez y Andrés Romero elaboran antihipertensivos de mejor actividad biológica, con menor toxicidad y de manufactura nacional, a través del modelaje molecular, que incluyen la síntesis química y las pruebas correspondientes.

 

 

Hasta el momento, explicó Enrique Ángeles Anguiano, se ha concluido que no alteran el ácido desoxirribonucleico (DNA), no provocan mutaciones y son menos dañinos que los compuestos que actualmente se venden, como el metronidazol, por lo que ambos son viables para producirlos de manera industrial.

 

También se trabaja con otro tipo de sustancias, como anticarcinogénicos e inmunomoduladores y ya se está en proceso de registrarlos, indicó.

 

La investigación sobre los antibióticos –denominados LQM 996 y LQM 919 (por las siglas del Laboratorio de Química Medicinal), de los cuales ya se solicitó la patente– fue financiada por el Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e Innovación Tecnológica (PAPIIT) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). Están por iniciar las pruebas preclínicas de ambos.

 

“Esperamos que en un futuro cercano se pueda contar con alguna molécula originada en nuestro país, para que sea usada en medicamentos”, resaltó el académico de la FESC.

 

Lamentó que casi el 99 por ciento de la industria farmacéutica mexicana se dedique a maquilar productos en el sector, y no exista una cultura de colaboración universidad–industria farmacéutica a mediano y largo plazo para generar nuevas medicinas.

 

Explicó que uno de los propósitos del proyecto es fomentar la generación de grupos de investigación multidisciplinaria en farmacología, toxicología, microbiología, genética, bioquímica, medicina veterinaria y humana; así como en química orgánica, inorgánica y teórica.

 

Hoy las investigaciones se encuentran en la etapa preclínica, con estudios de farmacocinética, para la que se emplea la Electroforesis Capilar (EC), novedosa técnica de separación e identificación.

 

Sus resultados pueden tardar entre cuatro o cinco años. “Ello depende de los recursos económicos con los que cuente el equipo, sobre todo porque son pruebas costosas. Para ello se ha recurrido a apoyos internos y externos”, informó.

Para realizar estos análisis, ha sido importante utilizar modernos equipos computacionales. “Se utiliza una supercomputadora Origin 2000, vía Red UNAM, sobre todo para hacer cálculos de moléculas y de interacciones que requieren mucho tiempo de operación”.

 

Mediante un sofisticado software es posible determinar el lugar donde una enzima o proteína realiza su actividad y se localizan los "huecos moleculares" o "sitios activos", en donde interaccionan los compuestos químicos o fármacos, añadió Ángeles Anguiano.

 

“Este tipo de modelaje, refirió, se realiza de forma cotidiana en empresas farmacéuticas de Europa, Estados Unidos y Canadá; pero en México se cuentan con los dedos de una mano”.

 

El académico universitario explicó que para generar los dos antibióticos comenzaron por modelar 95 mixturas. Luego de los primeros estudios en la computadora quedaron 30, de los cuales se eligió el modelo biológico.

 

Ellos se enviaron a los grupos de investigación que trabajan con Helicobacter pylori, Giardia, amiba, y contra gusanos planos, y sus resultados retroalimentaron el software. Se busca la relación entre actividad biológica y estructura química. En consecuencia, se hacen los cambios necesarios en su composición y una vez sintetizados y caracterizados se regresan al área responsable.

 

Añadió que de manera paralela se hacen pruebas de toxicología, porque puede ser que los compuestos actúen en contra del microorganismo en cuestión, pero también dañen al paciente.

 

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FOTO 01

 

El 70 por ciento de los mexicanos posee bacterias y parásitos que ocasionan problemas de salud, por lo que académicos de la FES Cuautitlán diseñan antibióticos y antihipertensivos.

 

FOTO 02

 

A través del modelaje molecular, Enrique Ángeles y otros académicos de la FES Cuautitlán han desarrollado los compuestos LQM 996 y LQM 919, de gran actividad contra bacterias y parásitos, y de los cuales ya se solicitó la patente.