Boletín UNAM-DGCS-507
Ciudad Universitaria
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final del boletín
DISEÑAN EN LA FES CUAUTITLÁN ANTIBIÓTICOS Y ANTIHIPERTENSIVOS
·
Los compuestos son menos tóxicos que
los comercializados y tienen origen
nacional: Enrique Ángeles
·
Con los estudios se producirán estructuras
químicas en nuestro país para usarlas como medicamentos
·
Casi en su totalidad, la industria
farmacéutica en México se dedica a maquilar los productos del sector, lo que
implica importar principios activos
Académicos
de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán (FESC) trabajan en el diseño
de los antibióticos LQM 996 y LQM 919, eficaces en el combate de bacterias y
parásitos propios de la falta de higiene, como el Heliobacter pylor, Giardia, amiba
y gusanos planos, que ocasionan problemas de salud pública.
Se
calcula que el 70 por ciento de la población en nuestro país porta esos
organismos nocivos, que se manifiestan en diarreas e infecciones graves y, en
ocasiones, en complicaciones como gastritis, úlceras digestivas, e incluso,
cáncer de estómago.
También
los especialistas de esa unidad multidisciplinaria de la UNAM: Enrique Ángeles
Anguiano, Luisa Martínez Aguilar, Sandra Díaz-Barriga Arceo, María Eugenia
Posada, Ana María Velázquez, Alberto Ramírez, Pablo Martínez y Andrés Romero
elaboran antihipertensivos de mejor actividad biológica, con menor toxicidad y
de manufactura nacional, a través del modelaje molecular, que incluyen la
síntesis química y las pruebas correspondientes.
Hasta
el momento, explicó Enrique Ángeles Anguiano, se ha concluido que no alteran el
ácido desoxirribonucleico (DNA), no provocan mutaciones y son menos dañinos que
los compuestos que actualmente se venden, como el metronidazol, por lo que
ambos son viables para producirlos de manera industrial.
También
se trabaja con otro tipo de sustancias, como anticarcinogénicos e
inmunomoduladores y ya se está en proceso de registrarlos, indicó.
La
investigación sobre los antibióticos –denominados LQM 996 y LQM 919 (por las
siglas del Laboratorio de Química Medicinal), de los cuales ya se solicitó la
patente– fue financiada por el Programa de Apoyo a Proyectos de Investigación e
Innovación Tecnológica (PAPIIT) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
(Conacyt). Están por iniciar las pruebas preclínicas de ambos.
“Esperamos
que en un futuro cercano se pueda contar con alguna molécula originada en
nuestro país, para que sea usada en medicamentos”, resaltó el académico de la
FESC.
Lamentó
que casi el 99 por ciento de la industria farmacéutica mexicana se dedique a
maquilar productos en el sector, y no exista una cultura de colaboración
universidad–industria farmacéutica a mediano y largo plazo para generar nuevas
medicinas.
Explicó
que uno de los propósitos del proyecto es fomentar la generación de grupos de
investigación multidisciplinaria en farmacología, toxicología, microbiología,
genética, bioquímica, medicina veterinaria y humana; así como en química
orgánica, inorgánica y teórica.
Hoy
las investigaciones se encuentran en la etapa preclínica, con estudios de
farmacocinética, para la que se emplea la Electroforesis Capilar (EC), novedosa
técnica de separación e identificación.
Sus resultados
pueden tardar entre cuatro o cinco años. “Ello depende de los recursos
económicos con los que cuente el equipo, sobre todo porque son pruebas
costosas. Para ello se ha recurrido a apoyos internos y externos”, informó.
Para
realizar estos análisis, ha sido importante utilizar modernos equipos
computacionales. “Se utiliza una supercomputadora Origin 2000, vía Red UNAM,
sobre todo para hacer cálculos de moléculas y de interacciones que requieren
mucho tiempo de operación”.
Mediante
un sofisticado software es posible determinar el lugar donde una enzima o
proteína realiza su actividad y se localizan los "huecos moleculares"
o "sitios activos", en donde interaccionan los compuestos químicos o
fármacos, añadió Ángeles Anguiano.
“Este
tipo de modelaje, refirió, se realiza de forma cotidiana en empresas
farmacéuticas de Europa, Estados Unidos y Canadá; pero en México se cuentan con
los dedos de una mano”.
El
académico universitario explicó que para generar los dos antibióticos
comenzaron por modelar 95 mixturas. Luego de los primeros estudios en la
computadora quedaron 30, de los cuales se eligió el modelo biológico.
Ellos
se enviaron a los grupos de investigación que trabajan con Helicobacter pylori,
Giardia, amiba, y contra gusanos planos, y sus resultados retroalimentaron el
software. Se busca la relación entre actividad biológica y estructura química.
En consecuencia, se hacen los cambios necesarios en su composición y una vez
sintetizados y caracterizados se regresan al área responsable.
Añadió
que de manera paralela se hacen pruebas de toxicología, porque puede ser que
los compuestos actúen en contra del microorganismo en cuestión, pero también
dañen al paciente.
–o0o–
FOTO 01
El 70 por ciento
de los mexicanos posee bacterias y parásitos que ocasionan problemas de salud,
por lo que académicos de la FES Cuautitlán diseñan antibióticos y
antihipertensivos.
FOTO 02
A través del
modelaje molecular, Enrique Ángeles y otros académicos de la FES Cuautitlán han
desarrollado los compuestos LQM 996 y LQM 919, de gran actividad contra
bacterias y parásitos, y de los cuales ya se solicitó la patente.