13:00 hrs. Junio 23 de 2004

 

Boletín UNAM-DGCS-458

Ciudad Universitaria

 

Pies de foto al final del boletín

 

 

REQUIERE MÉXICO UNA POLÍTICA OFICIAL DE DESARROLLO ESPACIAL

 

·        Ramiro Iglesias, presidente de la SOMA, dijo que el programa Apolo ha producido más dividendos científicos y tecnológicos que todas las guerras en el mundo

·        Alejandro Frank, director del ICN, subrayó que la tercera reunión de la Sociedad Mexicana de Astrobiología concentra a distintas especialidades de la exploración espacial

·        Es un campo de la ciencia que estudia el origen, evolución y destino de la vida en el Universo: Rafael Navarro-González, investigador de la UNAM y vicepresidente de ese organismo

 

Es urgente establecer en México una política oficial para el aprovechamiento y desarrollo espaciales, porque de otra forma se sufrirían las consecuencias del tercermundismo intelectual y científico, afirmó Ramiro Iglesias, presidente de la Sociedad Mexicana de Astrobiología (SOMA).

 

A ello se suma el hecho de que nuestro planeta se ha vuelto “pequeño” a causa del aumento de la población”. En una o dos generaciones más la mayoría de los recursos terrestres serán insuficientes para satisfacer las necesidades de tanta gente.

 

En la inauguración de la tercera reunión anual de esa asociación, efectuada en el auditorio “Marcos Moshinsky”, del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM, Iglesias agregó esas perspectivas obligan a pensar seriamente en el lugar que nuestro país ocupa en el movimiento histórico de exploración y aprovechamiento de los recursos extraterrestres, así como en la conquista y expansión de la civilización fuera de la Tierra, que se lleva a cabo desde hace décadas.

 

Al respecto, Alejandro Frank, director del ICN, subrayó que esta reunión concentra a distintas especialidades para que se comuniquen las experiencias sobre los adelantos alcanzados y las perspectivas de la exploración espacial.

 

Así, el programa de trabajo incluye una variedad de temas en que participan astrónomos, biólogos, físicos, químicos, geofísicos, ingenieros y especialistas en robótica, asentó.

 

Ramiro Iglesias explicó que los programas de exploración del cosmos son la suma del conocimiento universal de todos los tiempos. En ellos se genera el saber de avanzada, y ninguna otra institución o actividad intelectual produce tantos y tan enormes adelantos como los que las agencias espaciales aportan a la humanidad.

 

Se estima, abundó, que un solo programa espacial, el Apolo, ha producido más dividendos científicos y tecnológicos que todas las guerras que la humanidad ha padecido. La tecnología bélica jamás ha igualado los logros y avances de las misiones en el cosmos.

 

De ahí que sea una necesidad de nuestro tiempo ese tipo de estudios y desarrollos, los cuales consideran, además de objetivos específicos como ir a la Luna, Marte u otros cuerpos celestes, la solución de problemas básicos, como los de salud, comunicaciones, contaminación, entre otros, explicó.

 

En un tiempo relativamente corto los recursos terrestres no alcanzarán para atender las necesidades de los miles de millones de habitante del planeta. Pero ahí está el espacio, por ejemplo, la Luna, pletórica de riquezas, como helio 3, que puede sustituir el uso de combustibles fósiles, o la energía solar, limpia e inagotable, finalizó.

Por su parte, Rafael Navarro-González, vicepresidente de la Sociedad, expuso que la astrobiología es un campo joven de la ciencia. El nombre fue propuesto por la NASA y aprobado por países europeos. Es la disciplina que analiza el origen, evolución y destino de la vida en el Universo.

 

Anteriormente, recordó, había una ciencia que se encargaba casi del mismo tema, la exobiología, pero sólo se refería al origen y distribución de los organismos vivos en el cosmos. La nueva área trata, además,  de entender cuál será el destino del hombre en su planeta y fuera de él.

 

A su vez, César Espinoza Martínez, director general de la empresa ABC Instrumentación Analítica, patrocinadora del encuentro, opinó que en México la gente no está consciente de la importancia de la labor de los investigadores.

 

“En un país que históricamente entra en recesiones y devaluaciones, los científicos continúan trabajando para obtener logros, los cuales entregan a la sociedad. No es fácil hacer ciencia; los recursos no alcanzan y se hace mucho con poco”, afirmó.

 

Finalmente, José de la Herrán, secretario de la SOMA e investigador universitario, resaltó la importancia del vínculo entre astronomía y biología, ya que acerca a dos ramas del conocimiento que durante años estuvieron separadas. “Eso implica que las ciencias deben ser cada vez más interdisciplinarias”.

 

En el acta constitutiva de la agrupación se establecen como objetivos promover en México el estudio y desarrollo de las ciencias  relacionadas con la vida en el espacio; y agrupar a científicos, profesionales e investigadores interesados en este tema para incrementar el conocimiento.

 

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PIES DE FOTO

 

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Alejandro Frank, director del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, y Ramiro Iglesias, presidente de la Sociedad Mexicana de Astrobiología, durante la tercera reunión anual de esta última organización.

 

 

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José de la Herrán, Ramiro Iglesias, Alejandro Frank, Rafael Navarro y César Espinoza, durante la tercera reunión anual de la Sociedad Mexicana de Astrobiología, efectuada en el ICN de la UNAM.